Al revés se avanzaba más
Soy usuario. Viajo en guagua y tren bastante. Me gusta la libertad de no tener que buscar parking, ni echar gasolina, ni de temer a un carjacking. Lo más que me gusta, que me gustaba lamentablemente debo decir, era la exquisita experiencia de viajar al revés por un carril exclusivo aniquilando al tapón y avanzando más.
Sí, lamentablemente eso desapareció. Bueno, por lo menos de manera parcial. La ruta 1, cuando vas de Río Piedras a San Juan, abandonó el carril exclusivo desde la altura del Mercantil Plaza hasta el Parque Luis Muñoz Rivera. ¿Por qué? Lo desconozco. Lo que sí padezco y conozco es el tapón de la Ponce de León. Tapón que se agrava con la presencia de las guaguas. Me da mucha ira y me agobia la imposibilidad de corregirlo.
Mi padre nunca aprendió a guiar. Poseyó un carro cuando mi hermano mayor sacó la licencia y se convirtió en chofer oficial de la familia. Hasta entonces siempre nos movíamos en la guagua. Recuerdo que íbamos a los cines de la parada 18 de noche en guagua. En aquel tiempo los cines daban doble tanda y se salía como a las once de la noche. Entonces caminábamos; mi papá, mi mamá, mi hermano, mi hermana y yo, lo más campantes y sin miedo hasta la parada. Y luego de vuelta a Río Piedras. A casa. Vivíamos en Capetillo al lado del viejo corral de guaguas y, a veces, como un paseo, nos montábamos todos en la guagua y hacíamos la ruta entera hasta volver al corral. Una vuelta del pendejo en transporte colectivo.
Recuerdo que ya mi hermano guiaba y mi padre le había comprado un toyotita amarillo cuando se inauguró el carril exclusivo de la AMA. A mí me sorprendía eso de que las guaguas fueran a ir al revés. Era tan raro. Me preocupaba que mi hermano se fuera a confundir y chocara de frente con una.
Como ya teníamos carro, dejamos de salir en guagua como familia. Solamente mi papá seguía fiel a la AMA. Iba todos los días en guagua a su trabajo en el correo del Viejo San Juan. Él fue quién me explicó que al revés se avanzaba más. ¡Claro! Si van solas. No tienen tapón. Y me sorprendió la inteligencia de la persona a quien se le ocurrió esa idea tan rara.
Eso fue en los años setenta. Le pregunté al profesor de política de la UPR Raúl Cotto en una conversación casual, bajo cuál administración se hizo el carril exclusivo y me dijo que fue bajo Carlos Romero Barceló. Luego Ismael Torres me dijo que él cree que el Secretario del DTOP en ese tiempo fue el Dr. Olivieri. Y de momento recordé que también bajo Romero Barceló se trajeron las guaguas que corrían con ethanol. No sé quién nos había dicho que por ser ethanol las guaguas no botaban humo venenoso. Que uno se podía pegar al mofle y que lo que salía era hidrógeno y oxígeno. Lo cierto es que no apestaban ni echaban aquel humo lleno de hollín de las demás guaguas.
¿Qué maldición nos persigue que somos tan expertos en joder las mejores ideas? Un abogado amigo, cercano a la AMA, me dijo que al cambiar de administración se abandonaron las guaguas de ethanol y que nunca compraron repuestos para ellas. Así, poco a poco como un animal en extinción, murieron en los talleres.
Ahora que la ciudad de Curitiba está de moda, vemos videos y leemos artículos sobre el extraordinario sistema de transporte público que han instalado allí. Much@s dicen que debemos tomarlo como ejemplo. ¿Qué es tan extraordinario? Guaguas en carriles exclusivos con unas paradas muy cómodas y frescas. Lo que aquí se hace desde hace más de treinta años.
Y no es chauvinismo lo que guía esta reflexión. No es que aquí LOS PUERTORRIQUEÑOS lo hacemos mejor porque somos los mejores. No. Por eso mencioné que la idea surgió en una administración PNP. Pero, si se tuvo una gran idea y esa gran idea funcionó, ¿por qué no se extendió a otras rutas y hasta la isla completa? ¿Por qué se abandonó el ethanol? ¿Por qué han cancelado el carril exclusivo de Hato Rey a San Juan?