¡Ni Dios, ni el estado ni el mercado! La crisis no producirá por sí sola la solución y menos aún la transformación radical que se necesita. ¡Sólo desde la lucha por lo común puede el pueblo salvar al pueblo!
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¡Ni Dios, ni el estado ni el mercado! La crisis no producirá por sí sola la solución y menos aún la transformación radical que se necesita. ¡Sólo desde la lucha por lo común puede el pueblo salvar al pueblo!
Nuestros derechos y nuestras libertades no se deben en el fondo a un título jurídico, sino que lo preceden. No puede haber norma válida que sea exterior a la voluntad soberana societal y comunitaria.