Se conmemora el 91 aniversario de la abolición de la pena de muerte en Puerto Rico, sin embargo, estos actos no han garantizado que la pena de muerte haya desaparecido de nuestro panorama.
Se conmemora el 91 aniversario de la abolición de la pena de muerte en Puerto Rico, sin embargo, estos actos no han garantizado que la pena de muerte haya desaparecido de nuestro panorama.
Si fuéramos la colonia de otra potencia, este asunto sería, sin duda, más sencillo. Confrontar los intereses estadounidenses en este escenario es una tarea ardua, que supone un amplio concurso de esfuerzos y una estrategia coherente.
La propuesta gubernamental para el traslado de confinados a los Estados Unidos debe evaluarse con cautela dentro del marco legal penitenciario y la protección de los derechos humanos.
Introducción a dramática afirmación de que Puerto Rico es la colonia más antigua del Mundo con la que José Trías Monge tituló su famoso libro sobre nuestra condición de subordinación[i], aunque continúa siendo cierta, resulta insuficiente para reflejar la […]
Los casos confirman que existen múltiples soluciones para mantener la ciudadanía de la metrópoli luego de alcanzar la independencia. No existe ninguna prohibición.
La Asamblea Legislativa debe aprobar cuanto antes una Resolución Conjunta en la cual solicite a las Naciones Unidas que Puerto Rico sea incluido nuevamente en la lista de territorios no autónomos.
El tema de los niños soldados no resulta ajeno a la realidad inmediata puertorriqueña. Es harto conocido el uso de menores de edad, cada vez más jóvenes, para actividades relacionadas con el narcotráfico.
Este triste evento nos brinda la oportunidad de alertar a nuestro pueblo del peligro que corremos de que regresen las ejecuciones estatales, la pena de muerte, a Puerto Rico.