Basada en tres cuentos de Alice Munro publicados en The New Yorker, enero de 2004, adaptados a la pantalla por Pedro Almodóvar, esta película bordea la depresión crónica de Julieta.
Basada en tres cuentos de Alice Munro publicados en The New Yorker, enero de 2004, adaptados a la pantalla por Pedro Almodóvar, esta película bordea la depresión crónica de Julieta.
El filme no trata de la política de JFK, sino sobre ese trauma que persiguió a Jackie, pero que soportó con elegancia pública y aplomo admirable. Eso está reflejado muy bien en la impresionante actuación de Portman.
En el filme las profundas sensaciones y sentimientos que padecen sus personajes se trasmiten en las actuaciones que emergen de la pantalla con la fuerza que puede darle la ficción a la realidad.
Luego de habernos dado el semi desastre que fue “Jersey Boys”, Clint Eastwood vuelve al tope de la lista de directores de acción con esta estupenda película.
Leyes que prohibían la mezcla de razas han existido en las leyes de varios estados de la nación estadounidense ¡hasta el año 2000!
Este filme antiguerra muestra que la explotación de las acciones bélicas no se ciñen a los botines que se extraen de los países invadidos, sino que se explota también al soldado.
La película es una alegoría sobre la comprensión del Otro, el respeto que hay que tener por lo que no se entiende, y la necesidad de intentar acercamientos con lo no entendido hasta que se entienda.
La película pertenece al género de “biopic”. Es la historia verídica de Desmond T. Doss (Andrew Grafield), un joven que se enlistó en el ejército cuando la guerra en el Pacífico se acercaba a su fin.
El señor Ricardo Rosselló es doctor en ciencias (PhD) y no ha tenido nada que ver con salud pública. Además, que no los engañe, de las muchas cosas que no es, tampoco es médico.
No cabe duda que El Quijote es un espejo en el que aún podemos mirarnos y aspirar a vencer todos los males. Y Welles tenía razón: don Quijote y Sancho son eternos.
Este es un filme importante por su tema. La carga moral del Holocausto aún pesa sobre los residentes de los pueblos de Europa occidental y oriental ocupados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
No es tarea fácil adaptar obras de teatro al cine, máxime cuando la obra es un clásico escrito en verso y prosa, y está llena de símbolos, algunos de los cuales se manifiestan como personajes.
A pesar de los titubeos del guión y de algunas inconsistencias de la historia, la película se distingue por su estrella principal, Emily Blunt.
Este thriller histórico se centra en el plan, Operación Antropoide, para asesinar a Heydrich que fraguaron en Inglaterra, y que pusieron en manos de agentes checos, los líderes del gobierno checoeslovaco en el exilio.
La cinta nos hace pensar y considerar las cosas que no le podemos permitir a nuestros gobiernos. La única manera de hacerlo es votando inteligentemente.
A pesar de las fallas que tiene el guión (y de que hay escenas que se pudieron haber acortado), la película es un logro importante en nuestra historia cinematográfica.
Tenía ante mis ojos una cinta hermosa, a veces de una belleza espectacular, con tres actores talentosos, pero sentimental y, por eso, no tan satisfaciente como pudo haber sido.
La perfección del guión, las actuaciones y la dirección de este filme hace que nos deleite en forma exponencial según avanza la trama.
Esta película que nos ocupa es graciosa, tierna, y contiene un ramillete de buenas actuaciones. No se la pierdan. Pasarán un par de horas agradables.
Lo peor de la película es haberla convertido en una historia de reconciliación minimizando el tono de venganza que tenía el original.
En una terraza en La Habana desde la que se vislumbra el malecón -el mar- , cuatro amigos se dan cita para celebrar la visita de uno de ellos después de dieciséis años de ausencia.