El Informe de la Reserva Federal de Nueva York no habla de fortalecer la economía de Puerto Rico, solo habla de enderezar la colonia para que siga dando ganancias a Estados Unidos.
El Informe de la Reserva Federal de Nueva York no habla de fortalecer la economía de Puerto Rico, solo habla de enderezar la colonia para que siga dando ganancias a Estados Unidos.
Como economista yo le digo no a la guerra, no a los conflictos bélicos y no a la violencia que genera más violencia. Debemos buscar opciones que aboguen por la paz, construyendo ambientes de paz.
Debemos entender que la solución no es externa, la solución es nuestra, que el nuevo desarrollo busca crear una economía propia, fortalecida, creativa e innovadora.
No podemos basar nuestra competitividad en la flexibilidad laboral, en la precarización del trabajo y en la austeridad fiscal. Debemos volver a la política de industrialización y empresas de innovación, invirtiendo en tecnología y educación, pero sin descuidar lo social.
Denunciar y eliminar la corrupción es importante para lograr crecimiento económico, para fomentar la inversión y reducir la desigualdad social. De lo contrario, la llaga cancerosa de la corrupción destruirá nuestra economía y los esfuerzos para salir hacia adelante.
La crisis económica no tiene que ver con los ciclos de reducción de la actividad económica de la economía capitalista, sino con las estructuras políticas, económicas y sociales y aquí se debe trabajar la solución.
En vez de continuar remendando el modelo industrial agotado, la solución debe ser creada desde adentro, construyendo herramientas eficaces que sustituyan el modelo actual.
La planificación participativa que propongo es para lograr el futuro deseado, iniciando una gestión con responsables perfectamente definidos, para lograr esa UPR del Siglo XXI.
La política de «Pagar deuda para tranquilizar a los bonistas» sin finalidad social es un error pues reduce la capacidad del Gobierno para manejar imprevistos, comprometiendo el desarrollo futuro del país.