Bagatón Comunitario en la PR-15
Vecinos del grupo comunitario Al Rescate de la PR-15, compuesto por residentes de los sectores Conuco, Palmas Centro y Palmas Altas en Guayama, llevan cinco meses organizándose para tomar las riendas de los asuntos que afectan su entorno.
Entre los objetivos del grupo se encuentran rescatar el valor histórico y cultural de la comunidad y la carretera, mejorar el ambiente y la calidad de vida de sus residentes. Como parte de los esfuerzos para lograr sus objetivos iniciaron en junio la primera fase de una campaña de limpieza y ornato de impacto comunitario en la ruta, coordinada con la cooperación de Juan R. Morales Vázquez del Departamento de Ornato y Obras Públicas del Municipio Autónomo de Guayama. El primer evento fue el Bagatón Comunitario celebrado en junio.
Con machetes, carretillas, bolsas, guantes, camiones y un espíritu de camaradería, los residentes iniciaron la limpieza en el cruce del barrio Jájome Alto, en la Alturita, sector que divide su población entre el Municipio de Guayama y Cayey. En su recorrido recogieron latas, botellas plásticas y de cristal, ropa, bolsas, gomas, colchones, cartón y foam; desechos sólidos, que en su mayoría se podían reciclar o disponer de otra manera.
Algunas familias de la comunidad se integraron mientras avanzaba el recorrido. Se observaba interés en aunar esfuerzos para aportar al desarrollo y ornato de su comunidad. Según varios miembros del grupo Al Rescate de la PR-15, esta campaña motivará a niños/as, jóvenes y adultos integrarse poco a poco a los trabajos. “Hicimos un llamado a los residentes y respondieron como esperábamos, la comunidad se unió”, indicó Carmen S. Rodríguez, residente del sector Conuco e integrante del grupo coordinador.
Morales Vázquez informó que esta actividad abre un espacio de colaboración entre el municipio y la comunidad. Además indicó que los residentes tienen su apoyo para continuar la campaña, ya que este tipo de actividad es muy efectiva en las comunidades y anticipó que próximamente estarían colaborando con otras comunidades como Pozuelo y Rincansina en Guayama.
No en todos los tramos había basura. En el k.m. 9.9 encontramos a los hermanos Alberto y Cecilia Vázquez, propietarios de la finca que adquirieron hace 12 años y mantienen por su cuenta. Alberto Vázquez, expresó que su motivación por mantener sus alrededores limpios es el interés por embellecer su entorno y la seguridad. “Un lugar limpio y bonito es un lugar seguro”, señaló.
Entre tertulia y tertulia los/as residentes descubrieron y apreciaron recursos incalculables durante el recorrido. El llantén, la fresa silvestre, el moriviví, el flamboyán, y la ceiba milenaria guardaban historias de la juventud de aquellos/as que se reunían, 30 años más tarde, para participar del Bagatón Comunitario. Los/as palmeños disfrutaron del especial paisaje con el que cuenta la ruta. Además, observaron importantes estructuras, como la Quinta de Don Lolo, la cual se encuentra en gran deterioro, y el Horno de cal, entre otras. Alberto Vázquez, entusiasmado con la historia de la carretera, sugirió visitar eventualmente la finca de sus hermanos en el sector Conuco, dónde dice podemos encontrar una cueva que servía de refugio para los indígenas que habitaron la zona.
Marcela Franco, residente del sector Conuco calificó la actividad como una muy buena. “Se logró compartir, se integraron personas, y hubo cambios en la apariencia de la carretera,” señaló. Sus nietas Valeria y Erica Cortéz Aponte participaron también y expresaron que les pareció bonita la experiencia porque había mucha comida, compartieron y conocieron a gente nueva. Valeria, de 5 años de edad, expresó que recoger basura era importante para que el ambiente éste limpio.
María I. “Chela” Lebrón de 66 años y residente del sector Palmas Centro, expresó su satisfacción con la actividad porque mucha gente de la comunidad cooperó y disfrutó. “Obtuvimos buenos resultados”, expresó con candidez la señora Lebrón.