Caricia hipotálamo
Remington
“te aguantaré la mano
y cuando te vea perdida te traeré de vuelta”
-Alexandra Pagán
te veo sentado en la silla de rueditas de secretaria
que usaba cuando teníamos la oficina
y que guardamos en el tercer cuarto
cuando todo acabó
tus manos desenredando yardas y yardas
de la soguita blanca
en esa habitación
repleta de la historia de todos nuestros 37 años o más
regados por el piso y las paredes
crónica de nuestros pasos en despedazo
te veo desenredando la soga y me acerco
no entiendo cuál es la necesidad de desenredar todos aquellos
nudos a esa hora
mientras noto que las libras de menos no te sientan
pero me lo callo
empiezo a hablarte de cualquier cosa
porque me apetece grabarme esa imagen de ti
que va todos los días desapareciendo un poco
más aceleradamente de lo que mi deseo exige
yo me acerco jurándome que la tinta que me imprime
nuestro diálogo a esas horas
permanecerá archivada
y empiezo a hablarte de cosas pendejísimas
de cosas francamente bobas
te doy cuerda para que hiles historias
mientras quiero que se reproduzcan sogas finas blancas
como memorias
que se reproduzcan al infinito
muy enredadas
y que nunca llegue el momento en que te vayas
porque me saco los temas de la manga y hago las preguntas
que combinan más con el azar que con cualquier otra cosa
quiero que ese momento en el que te ayudo a desenredar la soga
que no entiendo para qué la desenredamos
se inscriba en un recuerdo fuera de nosotros
como un cloud
que podamos recuperar en donde quiera que nuestro cuerpo
ande
te pregunto cosas sin orden ni pies
con la cabeza puesta en la función de grabar
y que cese el parpadeo de la pausa
de tu búsqueda de palabras
porque leo el miedo en tus ojos a que yo note que tú notas
los avisos de una memoria herrumbrosa
veo recomponerse por momentos el óxido como un salitre a la inversa
como una estructura de sal compacta
veo salirte las historias de la boca
y me regocijo en la mentira de tenerte como siempre
lo que ya nunca más
mientras hablas aprovecho a tardarme en desenredar
el hilo a propósito
una lentitud trampa
y pido magia
magia de tus manos
para que se propaguen las sogas enredadas
el tiempo que apriete el botón de stop
pero nosotros sigamos hablando y hablando
y tú dirigiéndote a mí porque me reconoces
hablas conmigo porque sabes quién soy
entonces sigo saltando de pregunta en pregunta
escuchándote y escuchándote
como jugando a no caer por el barranco del olvido
cada pregunta flotando y moviéndose erráticamente
como si estuviéramos en una peli de acción de niños que tienen súperpoderes
entonces yo vuelvo y pregunto la cosa más random
porque mi súperpoder es hacerte conectar historias sin salirte
del trazo que los une al reconocimiento
de ambos
te pregunto aunque tengamos que levantarnos temprano
y ya andemos enrollando la cuerda de la madrugada
con la voz
a un recuerdo que parpadea
el aviso del sueño
en esa mirada diagonal que te doy de pie
ayudándote con la soga
rogando por nudos cada vez peores
más tiempo digo
más
que me hables infinitamente
recuerdo las balas y te digo
oye, para qué son estas cosas
pero tú sabes que son balas
y te detienes, porque ya estamos en el final de la
conversación y lo que queda es un nudito bobo,
observo tu mente cómo busca a pesar del
cavernoso moho en donde el cuerpo te ha tirado la retentiva
aparece prístina la imagen y el lugar exacto en donde anda el rifle
y yo que odio las armas de fuego a muerte
disparo contra mi desprecio
porque la Remington
recompuso el metal del recuerdo
cartografiando tu regreso a su guarida,
después de años y años de encierro.
Insomnio 16mm
no me separo del chasquido
insomniado repaso a la casa con los pasos no dados
durante mi deseo acetato
de sueño
es un film viejito este
barato
que se repite semana tras semana silente
excepto por la onomatopeya del carrete que insiste en que la siga
que siga observando cómo se proyecta mi deseo
de párpados descansados
me empujo a pensar ciertas cosas
después de los años duros y las cuentas por pagar
y las promesas de pago y la vida en deadline
siento que las ausencias me rondan
sin maquillar su no presencia
su cualidad de aparición
quiero no pensar en que tienen los bordes perforados
y que dan vueltas enrolladas
mientras la imagen pasa desenrollándolas
por la Apollo QL-100 que es cada noche
pienso, pues, en herramientas
como dedos bisturí
hundir la mano
e intentar una caricia hipotalámica
a ver si regula
la distancia