Casa Pueblo comparte nuevas estrategias de lucha
Sin embargo, en los tiempos que corren, son estrategias nuevas las que han utilizado para abrirse paso en las altas esferas y en tiempos digitales, y por ende nuevas las lecciones que tienen para compartir.
Después de 15 años de lucha y aprendizajes para Casa Pueblo, en el 1995 el Gobierno desistió de la idea de la explotación de minas tras una contienda ciudadana liderada por el colectivo. Han pasado 30 años, y muchas han sido las batallas de la organización para detener cualquier intento que ponga en riesgo el medio ambiente y a la gente. Actualmente, la entidad se mantiene activa al llevar una campaña en oposición a la construcción del polémico Gasoducto del Norte que atravesaría la Isla desde el sur hasta al norte.
En los noventa, una vez vencido el proyecto de explotación minera, lograron transformar la zona en un bosque protegido por Ley. En el 2004 crearon el Primer Corredor Biológico de Puerto Rico y consiguieron la aprobación de la Ley 268 de Fondos de Adquisición y Conservación de Terrenos de Alto Valor Ecológico. Obtuvieron en 2004 la aprobación del Plan de Conservación de Áreas Sensitivas para Adjuntas y Municipios Adyacentes.
¿Pero cuáles han sido los secretos de Casa Pueblo para mantenerse en pie de lucha por todos estos años? “Parece ser que no se trata de mirar los instantes de lucha, sino la ruta, el camino consecuente de hacer y construir; entonces, cuando se presentan amenazas, se está listo para afrontarlas,” reflexiona el científico y portavoz de Casa Pueblo, Arturo Massol Deyá, quien considera que uno de sus mayores aciertos es “armonizar su discurso con la práctica”.
Para esto, el grupo comunitario desarrolla proyectos, campañas y programas educativos que fomenten la protección y el buen uso de los recursos naturales, integrando a su vez los valores culturales y humanos. Todos sus proyectos se distinguen por funcionar con el sistema de energía renovable.
En el 2008, Casa Pueblo implantó el primer sistema de interconexión de Medición Neta (Net Matering) de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) de Puerto Rico, explicó Massol, quien también es doctor, profesor universitario y científico La Medición Neta es un esquema de utilidad general para el uso y pago de la electricidad, en el cual el cliente, en este caso Casa Pueblo, genera su propia energía.
Del mismo modo, Casa Pueblo ha desarrollado durante estos años proyectos de autogestión comunitaria para el desarrollo sostenible, entre los que resaltan el Café Madre Isla, un café artesanal de alta calidad que desde 1991 provee autosuficiencia económica y es el principal sustento de la organización, el Sistema de Energía Solar, el cual desde 1999 le permite producir su propia electricidad y el Sistema Hidropónico, un sistema alternativo de cultivo establecido en el 2003 que utiliza el agua con nutrientes en vez de suelo y que produce alimentos.
Otra lección: “toda lucha requiere conocimiento”. Por tal razón, la organización cuenta con una Comisión Científico y Técnica de Casa Pueblo que estudia y evalúa aspectos de política pública y proyectos relacionados con el ambiente. Massol piensa que seguir un protocolo basado en datos y análisis de expertos para presentar propuestas basadas en fundamentos científicos y no superficiales, le ha ganado a Casa Pueblo credibilidad y apoyo de diferentes sectores de la sociedad.
Por ejemplo, la lucha contra la construcción del Gasoducto del Norte, denominado por el gobierno Vía Verde, e impulsado como alternativa para atender el asunto energético del País, ha requerido un trabajo extenso de muchos profesionales que voluntariamente están comprometidos con la causa, explicó Massol.
Detrás de la campaña de oposición al gasoducto, hay cientos de horas de análisis por lo complicado del tema, aseguró el científico. Para que el mensaje llegue al pueblo, Massol advirtió que el mismo debe ser con argumentos que puedan sostener. “El tiempo nos ha ido validando lo que nosotros decimos (sobre el Gasoducto). Las cosas que hemos estado denunciando se han estado confirmando”, aseguró.
Por ejemplo, el profesor universitario mencionó que Casa Pueblo denunció que la cogeneradora Eco Eléctrica no tiene la infraestructura necesaria para suplir la demanda de combustible. En mayo, la Eco Eléctrica falló en el suplido de combustible para la generatriz Costa Sur de la AEE en Guayanilla. “Se ha ido demostrando que el análisis es cierto. La gente lo ha entendido”, añadió Massol.
La Eco Eléctrica es el principal suplidor de gas natural y sus instalaciones una de las razones en la que se basa la AEE para la construcción del Gasoducto, según se desprende de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA).
Para Massol Deyá, lo más importante de la campaña contra el Gasoducto no es solamente detener la construcción, sino “fortalecer la visión de alternativas de fuentes de energías renovables”. El fin es incidir en política pública para el País en temas energéticos y cortar la dependencia de combustibles fósiles: petróleo, gas natural y carbón.
Por otra parte, Casa Pueblo incorpora el uso de la tecnología para promover sus iniciativas y campañas, lo que ha sido fundamental para conseguir fortalecer los movimientos de oposición y ampliar su “comunidad”. “La internet es una herramienta de organización y gestión para atraer nuevos voluntarios que vayan asumiendo responsabilidades”, aseguró Massol. A su vez, por la localización geográfica de la organización, que mucha gente visualiza como aislada, internet ha servido para romper esas barreras y también para conectarse con otros grupos y promover la solidaridad. Hay todo un operativo de comunicadores detrás de esa estrategia.
Los seguidores de Casa Pueblo pueden encontrar noticias y actualizaciones en las redes sociales más populares como Facebook (Casa Pueblo de Adjuntas) o a través de Twitter(@casapuebloorg). Igualmente, la organización tiene su blog y maneja la primera radioemisora comunitaria del país, Radio Casa Pueblo WOQI 1020 AM, que transmite en directo por internet. Estas redes de comunicación son administradas por miembros voluntarios de Casa Pueblo, que los manejan a toda hora de manera concertada, interconectada y estratégica. Permiten anunciar las comparecencias públicas de los portavoces de Casa Pueblo y documentar las mismas. En eventos como las marchas y los foros, estas redes se activan para convocar a la ciudadanía, complementar las transmisiones de Radio Casa Pueblo y describir las actividades, conectando así a quienes físicamente no pueden asistir.
En Twitter, aumentaron de unos 170 a sobre 1,000 seguidores en varios meses, mientras que en Facebook, las tres páginas oficiales sobrepasan los 6,500 seguidores. ¿Quiénes están detrás de estas redes? Prefieren el anonimato. Lo importante aquí es el mensaje, no el mensajero y todos hablan por Casa Pueblo.
Las alianzas con cientos de otras organizaciones, nacionales e internacionales, sin lugar a dudas han sido otro elemento esencial. “Aprendemos continuamente de otros grupos e incorporamos cambios sin temores. Cuando hay que hacer ajustes, se hacen. Suena sencillo, es sencillo, pero por alguna razón los gobiernos y otros mantienen posiciones de intransigencia que estancan el proceso de cambio. Para cambiar nuestra realidad, hay que estar dispuesto a evolucionar, a cambiar también,” menciona.
No deja de sorprender la forma en que Casa Pueblo ha logrado estructurar un operativo de cabildeo y presión pública que incluso viaje por Estados Unidos buscando apoyo para su causa. Aunque ellos prefieren llamarlo de otra forma. “Nuestra gestión en los EEUU, fuera de la isla no es de cabildeo, es de lucha y educación. Cabildeo aplica a los contratistas del gobierno o contratistas privados y arrastra una connotación negativa que no aplica a las comunidades que tenemos que salir de nuestro entorno para hacernos escuchar”.
¿Cómo llegan a las altas esferas de poder? “Cuando personas se enteran de las gestiones, hemos recibido donaciones para el pasaje, nunca hemos pagado hotel, siempre hay gente en ‘nuestra comunidad’ que facilita casa, transporte en estos lugares, algunas personas que aportan a la distancia que están informados por la radio o las páginas de redes sociales, puertorriqueños clave que asumen responsabilidades ante la amenaza, experiencias previas que van construyendo nuevos enlaces,” menciona Massol. La oficina de Luis Gutiérrez también ha sido clave en facilitar sin alardes muchos cruces.
“Nuestro mensaje es creíble y documentado, cancela millones de dólares en cabilderos de aquellos que tienen que vender la mentira,” apunta Massol en referencia a los más de $2 millones que ha invertido en gobierno de Puerto Rico en cabilderos privados en Washington como BC Peabody, sólo en el año 2011.
¿Quién hace el trabajo de estrategia política? “Se consulta a muchos, pero un núcleo pulsa y decide. La voz de Tinti Deyá y Alexis Massol es fundamental”, dice el adjunteño sobre sus padres, los fundadores de Casa Pueblo. “La credibilidad, un discurso razonable, de bien colectivo, que trasciende barreras ideológicas, entendible, donde todos en la base tienen espacio para vincularse; el discurso basado en hechos, en proyectos que validan lo que se dice; eso atrae y provoca apertura en diferentes esferas… El rechazar de plano trabajar con políticos, rompiendo la dependencia de ellos en lugar de las pleitecías y deferencias que no se merecen, en lugar de alienarnos del proceso político, en su momento se convierte en aperturas,” enfatiza el líder, quien reconoce además que: “el Premio Goldman a Alexis (Massol) abre puertas que antes no estaban disponibles”.