El presente dossier consta de cinco los trabajos presentados en el Coloquio interdisciplinario Derechos y reveses de lo humano, a cargo de Raúl de Pablos, Pedro Rivera, Erika Fontánez Anayra Santory y María de los Ángeles Gómez Escudero.
El presente dossier consta de cinco los trabajos presentados en el Coloquio interdisciplinario Derechos y reveses de lo humano, a cargo de Raúl de Pablos, Pedro Rivera, Erika Fontánez Anayra Santory y María de los Ángeles Gómez Escudero.
La alteridad constitutiva implica que todo ser es un ser en relación con algo que no es su singularidad intransferible, de hecho, esta misma singularidad está forjada también por la interacción con otros cuerpos y otras mentes.
El mayor revés de los derechos humanos es precisamente el triunfo del capitalismo en el planeta. Es un efecto combinado de su influencia en el estado actual del mundo. Tan distinto al de 1948 que hoy sería imposible promulgar, mucho menos adoptar, la Declaración Universal de Derechos Humanos que conocemos.
El derecho a tener derechos es un supuesto sin el cual la política misma no es posible: en lugar de la moral o la ley, el derecho a tener derechos solo puede basarse en la praxis. Por eso hay que insistir en que los derechos no se “acceden”, sino que hay que inventarlos, crearlos y ejecutarlos.
La cuestión de la responsabilidad es esencial para considerar tanto la fuerza con que se defienden los derechos humanos como el alcance de su quebranto y de su violación. Situada en el entrecruce de la ética, la moral y el derecho, está ligada al estatus de la subjetividad de la época en que se despliega. Cabría entonces interrogar su lugar y sus incidencias en nuestra época.
Quien dice ‘derecho’ en la arena política está tratando de detener a otro: a un actor social que percibe como más potente y con intenciones de irrumpir destructivamente en su vida. Exigir un derecho encamina a entablar una interlocución con un poder que es capaz de conceder lo que estamos pidiendo. Esa interlocución puede ser novel o puede transgredir, según lo peticionado, los límites de una conversación ya existente.