Ortiz Cuadra fundamenta sus libros en ideas y conceptos de pensadores que han tomado muy en serio la alimentación y la cocina. En este encontramos la mirada hacia la cocina puertorriqueña desde una perspectiva intelectual.
Ortiz Cuadra fundamenta sus libros en ideas y conceptos de pensadores que han tomado muy en serio la alimentación y la cocina. En este encontramos la mirada hacia la cocina puertorriqueña desde una perspectiva intelectual.
Los poemas de Ritos de pasaje nos urgen a ir a lugares privados de algo que no vamos a encontrar; en esa privacidad rota salen al encuentro notas escritas por otrx, que bien podrían ser nuestras.
Le debo a Mr. Pérez escribir en mi adolescencia los primeros intentos de sonetos. En su clase de español, cuando cursaba el undécimo grado, lanzó su advertencia: “Aquí nadie se puede nombrar poeta si no ha escrito un soneto”.
La publicación suple un vacío en la literatura puertorriqueña; lo impregna una clásica pero desafiante tarea de poetizar una convergencia entre mística y sexualidad, intensa religiosidad y provocadora carnalidad.
Yo, Makandal contiene poemas de resistencia, poemas de protesta, escritos con perspectiva e identidad de género, conciencia nacional, de clase y de raza; poemas que han sido confeccionados desde el sentir-ser de la propia Arroyo Pizarro.
Un libro sobre el encierro, ese que nos introdujo fisuras o extrañas conjugaciones en la mente, el cuerpo y el ser. Tiempo y espacio distorsionado por la certeza de que estabas en íntima confrontación contigo misma mismo.
Dentro del fenómeno del confinamiento masivo y utilizando su ya característica forma del microrrelato, la escritora nos entreteje narraciones en su especial estilo gótico urbano, en los que aborda temas que van desde lo sublime al absurdo cotidiano.
Respaldada por movimientos en su candidatura con el Premio Nobel de Literatura, la poeta reafirma que el deber de ciudadanos es reafirmar los valores, encender la esperanza y propiciar la calma a los niños y ancianos.
Margarit es un importante poeta que ofrece una valiosa lección moral y artística en textos estructurados en una lengua conversacional en los que vuelve una y otra vez, con variantes y cambios, a unos cuantos temas esenciales.
Es una novela sobre la esperanza en medio de la derrota política, explica Díaz Quiñones en estas reflexiones sobre la obra de Andreu Iglesias, a más de sesenta años de su publicación.
El poema nos devuelve el extraño fulgor de lo divino en la tierra. En su cuarto poemario Los emigrantes, la poeta mexicana-francesa traza un recorrido sobre el mundo entendido como éxodo y clamor por un destino.
El rescate de la imagen del niño enfermo, que sostiene tiernamente en brazos la madonna, me hace preguntarme por el destino de ese o esa bebé. Si siguiera vivo tendría unos 40 años.
Edgardo Meléndez en este nuevo libro se enfoca en la presencia de Puerto Rico y la colaboración de los puertorriqueños en el periódico Patria fundado por José Martí como otro medio más para organizar la lucha por la independencia.
El atractivo mayor de este volumen radica en su precisión, su brevedad y el mosaico de velocidades que pulsa; en su frescura para mostrar sitios y, con ellos, mundos que resultan de entrada ya opacos.
Cuando le conocí personalmente en su primera visita a la Isla, confirmé que poesía y poeta eran uno, que su presencia irradiaba bondad tan revolucionaria como sus escritos y sacerdocio.
Dos libros sobre Julia de Burgos se publican recientemente (2017-2019) en República Dominicana y en España reiterando cómo la poesía de Julia de Burgos sigue convocando lecturas internacionales.
Creo que la literatura de los hispanos o latinos en los Estados Unidos, lo que prefiero llamar las letras latinoestadounidenses, ha alcanzado un punto de madurez que permiten y hasta imponen la revisión del canon ya establecido. Por ello me embarco en la necesaria relectura de Family Installments: Memories of Growing up Hispanic.
Cupidx se quitó las alas, era su noche libre y su intención era disfrutar sin demasiados problemas. Aún así, fueron muchas las pasiones desatadas esa noche en la Calle Cerra, exactamente en el momento en que Cupidx subió la mirada luego de tragar el último sorbo de su cerveza.
Muchos años después, frente a la papeleta electoral, habrías de recordar aquella tarde remota en que tu conciencia te enseñó lo que era la dignidad y casi el valor. Así como los árboles mueren de pie, tu miedo le venció al coraje.
Bellísimamente ilustrado con fotos mayormente del propio Lowell Fiet, An Archipelago of Caribbean Masks, es un reconocimiento de la persistencia e innovación cultural ante la globalización, de que las prácticas ancestrales se mantienen vivas.
Un libro terrorífico, pero no fatalista, mientras no perdamos esa necesidad de sentir y entender a los humanos, y a otras posibilidades de vida, el lado luminoso de la salvación está entonces en la empatía y sus voces.