Hablar de algo tan indefinible, misterioso y escurridizo fue siempre una tarea ardua. Propongo que comencemos tratando de analizar la propia palabra en nuestro idioma: BELLEZA.
Hablar de algo tan indefinible, misterioso y escurridizo fue siempre una tarea ardua. Propongo que comencemos tratando de analizar la propia palabra en nuestro idioma: BELLEZA.
El próximo miércoles 5 de septiembre abre en el Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico la exhibición «Museum Circle» de John Cage.
El proyecto IluminAcción del colectivo de diseño UrbanoActivo fue seleccionado para representar a la Isla en la XIII Bienal Internacional de Venecia, a celebrarse del 29 de agosto al 25 de noviembre en Venecia, Italia.
La presentación incluye piezas de pintura, escultura y medios mixtos de siete artistas representados por la Galería Roberto Paradise.
Es bien preocupante el hecho de que esta Trienal que debe estar enfocada en América Latina y el Caribe construya relatos basados en ejemplos estadounidenses como si lo latinoamericano emergiera de ello.
Al aquilatar el arte contemporáneo las dificultades aumentan, sobre todo porque lo tenemos demasiado cerca, y esta falta de distancia nos impide valorarlo.
Hasta septiembre, en el Guggenheim de Bilbao puede verse la exposición David Hockney: Una visión más amplia, en la que se presentan los paisajes de gran formato realizados en estos últimos años.
Ángel O. Vélez y Derly Pérez Ortega enviaron su cortometraje a uno de los festivales de cine más prestigiosos del mundo. Mientras leen estas líneas, presentan su obra en la selección de Cannes Court Métrage.
Todo el aparato crítico de Vargas Llosa está íntimamente relacionado con una concepción anticuada y melancólica, regida por el rasero de la alta cultura y por el principio de la autoridad cultural inmersa en un edén político.
La pintura de paisaje es una especie de ejercicio tenaz, pero esencialmente fallido. Enmarcar un paisaje que ya desde siempre desborda nuestro magro sensorio es, literalmente, tierra sin promisión.
Ha sido habitual señalar que la pintura abstracta ignora temas políticos y se dedica únicamente a “juegos de forma y color” para esquivar ese gran tema, la “definición de la identidad nacional”.
Imagínense a un aventurero parisino que abandona una vida acomodada al cumplir los treinta años, plenamente decidido a vivir de una pasión recién descubierta, la fotografía.
En 1810, Goethe escribió su Teoría de los colores en la que se apartaba de los principios estrictamente físicos de Newton y subrayaba la subjetividad del color y la reacción humana ante los colores.
Redon formó parte de una legión que se alejó del materialismo y positivismo reinantes para replegarse en el pasado –la tradición musical, artística y literaria– y en su propia vida interior –lo onírico, lo pulsional, lo oculto.
La idílica escenificación que la inclasificable artista francesa Sophie Calle efectúa de su boda y su énfasis en el deseo inevitable de vestirse algún día de blanco es una apuesta muy poco común entre otras artistas contemporáneas.
Hasta el 9 de julio se presenta en el Museo de Arte de Ponce una exposición ineludible. Greco, Goya y Museo del Prado: trío de ases. El subtítulo nos promete nada menos que “obras maestras”, así que el éxito está asegurado de antemano.
Es en la Edad Media cuando el azul se comienza a emplear como símbolo de riqueza, por el alto precio del pigmento, y también como símbolo de pureza y virtud, algo fundamental para las pinturas religiosas.
El arte es responsabilidad de todos, y para el arte no queremos tolerancia, sino aceptación. Está requetevisto que si el arte necesita el aval del gobierno para sobreponerse al empuje de la publicidad, el arte está muerto.
La exhibición se inaugurará el jueves 15 de marzo en el Museo de las Américas en San Juan, y nace con el propósito de exponer la categoría de creadores que han resultado clave en el desarrollo de las artes plásticas de Puerto Rico.
Jan van Eyck formuló el nuevo lenguaje de la pintura del norte de Europa del siglo XV y, aunque no fue él quien inventó la pintura al óleo, si obtuvo de esa técnica los mejores resultados.
Lo que podemos contemplar ahora es una Gioconda 2.0. La audaz restauración al liberarla de aquel fondo negrísimo ha descubierto debajo un paisaje rocoso casi idéntico al conservado en el Musée du Louvre.