El síndrome de Jafar

http://socialocho.com/maria/2515 «Pide tres deseos», vocifera asertivamente el genio zafiro de la lámpara dorada en dirección hacia el imberbe de las calles de la ciudad ficcional de Agrabah. Mientras tanto, en las afueras del desierto del poder, se cuecen historias de nunca acabar. Un joven destinado al principado y un «zorro viejo» llamado Jafar, se enfrentan frente a la Cueva de las Maravillas, cara a cara, en el Universo de los deseos.
my explanation ¿Cuál es ese brebaje tan anhelado e intangible, llamado poder, que muchos anhelan, pese a sus terribles efectos adversos? Lo peor de todo es cuando, de forma sigilosa, caen en las garras de lo que denominaremos, a partir de ahora, como el «Síndrome de Jafar».
http://www.tsv-warthausen.de/prikotre/6371 Jafar aspira a la grandeza, a toda costa. Utiliza todos sus medios -llámese una lámpara, WhatsApp, tentáculos de grandes esferas, misivas ocultas y súbditos- para alcanzar lo que quiere y salir airoso. Pretende controlar la prensa y a los medios: sea a través de lavados de rostro de relaciones públicas cuando convenga o con improperios, para escapar, cual capa de invisibilidad, cuando sea necesario.
rencontres 01 Roba ideas: toma méritos ajenos, cada vez que puede. Evalúa mal a los que son sobresalientes y elogia al mediocre que se preste para servidumbre, desde la sumisión. Coloca a los cercanos -familiares, amigos, pareja- en posiciones estratégicas y elimina a quienes no creen en sus planes de ambición, bajo un manto de bien común y hermandad.
rencontre 1 jour Revictimiza, si es necesario. Busca alianzas, si sus agendas cuestionables ya no son ocultas. «Aplasta» -desde su noción limitada de dicho verbo- al que pueda traer bendición a los demás y no duerme pensando en su próximo paso. Se cuida, de izquierda a derecha, cuando se mueve entre los espacios -algo teme- y siempre tiene un pájaro o una serpiente que, cual muletilla, repite lo que sea necesario o se encarga del trabajo sucio, a escondidas. Se oculta tras otro, sigiloso, con voz que dormita. A veces, ruidoso y fuera de lugar. Paradojas. Con poesía.
customer service phone number for plenty of fish dating site Jafar quiere ser el todopoderoso: para tales fines, se ha preparado por años, creando quimeras y cegando a muchedumbres. Es escurridizo, nefasto: manzana envenenada. Es flecha y arco, cuando resulta necesario. Todos saben de su mala vibra y espina, más nadie lo enfrenta. Siempre llega el correcto.
http://fitbodz.com.au/?frimer=sites-rencontres-amoureuses-gratuites&fa8=f3 El genio de los deseos -Creador, Universo, Karma, la Vida o el Destino- le observa, sin antifaces o resguardos. «¿Deseas el poder supremo? Encerrado en una lámpara vivirás, por toda una eternidad». Llámese cárcel, destitución de poder, pérdidas o rachas económicas, lecciones de vida y peldaños: todo regresa, como bumerán, en el momento justo, llega el castigo adecuado: aprendizaje forzado.
http://ecapguatemala.org.gt/poioe/2175 Mientras tanto la alfombra mágica, las especias del bien común, los ciudadanos del liderazgo férreo y las rotaciones del Mundo siguen su trayectoria, hacia ideales de bien: todo cae en su sitio, en el momento perfecto. Y sí, las vueltas de 360 grados, contrario a la teoría de los 180 grados, te llevan a giros inesperados: como si el karma no supiera de tiempos, ni espacios. Se llega a otro destino y tiempo, otra conciencia, aunque regreses al punto cero. Ni creas que es solo en la política: aplica a la iglesia, a la educación en todos sus niveles, al más fuerte y hasta al más venerado. Nos referimos al menos pensado.
Atentos estamos. Lo dirían en Aladino: no hay espacio para «ratas callejeras».
A cada Jafar, le llega su Alí de Ababwa.