Escuela y comunidad en el Parque Forastieri
Una de las organizaciones que se encuentra cerca del parque es Nuestra Escuela, una escuela alternativa que atiende jóvenes que por diferentes razones han abandonado sus estudios escolares en Caguas, Loíza y Vieques. Con el pasar de los años, la popularidad de esta escuela ha ido creciendo, pero no así su espacio físico. En Caguas, el mismo ya se ha tornado muy pequeño para muchas de sus actividades. Entre estas se pueden mencionar las actividades de deportes, artes y mentoría. Por ejemplo, canchas de baloncesto, espacios abiertos para hacer arte y reunirse como grupo. Con el propósito de poder brindarle estos espacios a los estudiantes, la escuela comenzó a identificar posibles espacios para poder expandir las instalaciones. Luego de varios intentos y varias cotizaciones, y con los altos costos de hacer esta expansión, Nuestra Escuela decidió quedarse en el plantel actual.
Ante las dificultades de comprar una edificación más amplia, las estrategias para ampliar el espacio de Nuestra Escuela comenzaron a cambiar. Con tantos espacios en la ciudad, por qué expandir el plantel, si el plantel de Nuestra Escuela se puede expandir utilizando los espacios ya existentes de la ciudad. Además de convertir la plaza y los museos en salones de clases, por dar algunos ejemplos, se dieron a la tarea de identificar espacios para los deportes y las artes. Con ese fin, identificaron el Parque Forastieri. Al ver el potencial del mismo, y a pesar de su estado de abandono, personal de Nuestra Escuela comenzó a gestionar junto al Municipio Autónomo de Caguas (MAC) un acuerdo de colaboración para que Nuestra Escuela se convirtiera en Administrador del parque y asumir responsabilidad en su mejoramiento y transformación. En el proceso de rehabilitar el parque, se hizo una alianza con el Municipio para rehabilitar las canchas, donde Nuestra Escuela se encargaría de los materiales y el Municipio de la mano de obra. Una vez completado el mejoramiento del mismo, los estudiantes junto a la comunidad se encargarían del embellecimiento del parque. Se acordó también que antes de otorgarle la administración del parque, Nuestra Escuela debía reunir a la comunidad aledaña. Nuestra Escuela, junto al Departamento de Autogestión Comunitaria del MAC, identificaron y reunieron a los residentes de la Comunidad Forastieri, junto a la policía Municipal y Estatal, FUNDESCO, AutoMeca, la Primera Iglesia Bautista de Caguas y la Escuela Elemental Luis Muñoz Rivera, entre otros. De aquí surgió la iniciativa conjunta de transformar el parque.
Hace aproximadamente un año se comenzó la rehabilitación del espacio. El proceso ha sido uno de aunar los esfuerzos de muchas organizaciones. Por ejemplo, Iniciativa Comunitaria de Puerto Rico apoyó en dar adiestramientos sobre cómo recoger jeringuillas utilizadas y las cápsulas de crack. A la vez, se acordó con los usuarios de drogas que depositaran las jeringuillas utilizadas en un envase que se puso con ese fin y con el compromiso de que la Corporación SANOS se encargara del desecho correcto de los materiales en el envase. A su vez SANOS se encargaría de ofrecerle apoyo médico a las personas sin hogar y canalizar los servicios necesarios.
Hace aproximadamente medio año Nuestra Escuela comenzó a usar el parque con más intensidad, no sólo para deportes y las artes, sino como un gran salón de clases. Se comenzaron a dar talleres de plantas medicinales y de construcción de huertos. Además, se comenzaron a ofrecer dinámicas y conferencias para los estudiantes; Jaime Espinal (subcampeón olímpico en lucha) fue el último conferenciante quien les habló sobre su experiencia en las Olimpiadas. Actualmente las prácticas de baloncesto se dan lunes, miércoles y viernes de 2:00pm a 6:00pm, prácticas que en un pasado no podían ser consistentes pues no se contaba con una cancha; de hecho, el maestro de educación física, Alex M. Villegas, tenía que identificar canchas en otras comunidades para utilizarlas cuando estuviesen disponibles, condición que no permitió la consistencia en las mismas. Hacer una cancha bajo techo le hubiese costado aproximadamente $130,000 a Nuestra Escuela, dinero que se ha podido utilizar en servicio directo al estudiante.
Reocupar el Parque Forastieri le ha dado a los estudiantes de Nuestra Escuela un sentido de pertenencia que a la vez los hace sentir que son responsables de su mantenimiento. Les ofrece también la oportunidad de desarrollar competencias de organización y liderato, pues están a cargo del embellecimiento del mismo; escoger el arte que van a hacer, planificar cómo y cuándo lo van a hacer y por último, hacerlo. Ya se ha iniciado el embellecimiento del parque: están pintando las veredas, haciendo peregrinas para hacer juegos recreativos y están en el proceso de planificación para hacer murales artísticos en las paredes de la cancha de baloncesto. En esta fase han recibido el apoyo de NotiCel.
La experiencia de la transformación del Parque Forastieri, aprovechando un área abandonada y dándole nueva vida con la colaboración de la comunidad, debe ser ejemplo para nuestro desarrollo. En Puerto Rico existe una tendencia de construir en exceso, en muchos casos construcciones innecesarias que van disminuyendo los espacios verdes que quedan en Puerto Rico. El fenómeno de seguir construyendo sin ninguna planificación o visión de país, ha sido denominado como el desparramamiento urbano por profesionales de la Planificación, la Geografía y las Ciencias Ambientales; acción que conlleva una construcción sin ningún sentido del espacio ni respeto por la naturaleza. Las viejas ciudades estaban construidas alrededor de la plaza; las viviendas, los comercios, las escuelas, todas estaban concentradas en la ciudad. Al concentrarlas en un lugar, se mantenía ese aspecto de comunidad que hoy se ha perdido. El sentido de comunidad es especialmente importante para el desarrollo de los jóvenes; es una familia extendida que vela por ellos fuera de la casa. Los parques se convierten en áreas recreativas donde pueden pasar tiempo de recreación sana, siempre cerca de personas que se conocen y que velan por su bienestar. La recuperación del Parque Forastieri es un ejemplo para volver a utilizar los espacios de la ciudad y de incluir la comunidad, tanto en su desarrollo, como en su uso. Definitivamente un ejemplo de responsabilidad social que puede servir de inspiración a seguir por comunidades, organizaciones, empresas y municipios.