Estrategias para una lucha planetaria
Justo en momentos en los que el gobernador Luis Fortuño anunció que descartaría la construcción del gasoducto, en la Amazonía ecuatoriana, en el cantón de Lago Agrio, dos hombres se encontraban, se abrazaban y daban inicio de manera entusiasta a una conversación sobre sus experiencias y estrategias que llevaron a cada uno a triunfar, junto a sus comunidades, ante enemigos colosales que amenazan con destruir aquello que tanto tiempo le ha costado a la naturaleza crear.
El abrazo era el de Pablo Fajardo Mendoza y Arturo Massol Deyá de Casa Pueblo. El primero, quien llegó en bicicleta a la reunión, lleva 18 años involucrado en un litigio contra la petrolera Texas-Chevron en Ecuador por la infraestructura deficiente que operó entre 1964 y 1992, y que causó el derrame de 18 mil galones de crudo y aguas tóxicas en cerca de mil piscinas descubiertas que percolaban a los ríos y aguas subterráneas. El caso judicial por daños incluye a 30 mil afectados, quienes ganaron una demanda en febrero de 2011 por $19 mil millones de dólares por haber sido sometidos a beber y utilizar agua contaminada con petróleo e inhalaciones constantes de gases que los llevaron a enfrentar significativos aumentos en la incidencia de cáncer, defectos de nacimiento y abortos espontáneos, entre otras afecciones.
Arturo Massol Deyá, es profesor de microbiología del Recinto de Mayagüez de la Universidad en Puerto Rico, y funge como portavoz de la Comisión Técnica y Científica de Casa Pueblo en el tema del gasoducto hace cerca de 2 años. Antes, también puso su conocimiento en 1999 a disposición de comunidades afectadas en Vieques por la contaminación producto de las prácticas militares y en el 2007 en favor del cultivo de un hongo que logró repeler la broca que atacaba masivamente las cosechas de café.
Massol Deyá visitó a Fajardo en Lago Agrio en Ecuador, en un esfuerzo por recabar el apoyo del receptor del Premio Goldman 2008 a favor de la oposición internacional contra el gasoducto. Allí les llegó a ambos la noticia de que Fortuño descartaba construir el gasoducto, alegando “insuficiencia de capacidad en el suplido”.
Ambos militantes de, en palabras de Fajardo, “una lucha planetaria”, reconocieron similitudes en sus estrategias y en las de su contraparte (sector privado y gobiernos) y coincidieron en que es posible prevalecer en preservar la integridad de las comunidades y sus recursos naturales si se logra organizar lo que Fajardo llama “todo un mundo de información”, como lo es lo económico, lo político, lo ambiental, lo jurídico y lo mediático, que abarcan los conflictos ambientales en todo el globo.
Texaco y Vía Verde: dos piezas de un todo.
Se dice que siempre hay que dar la batalla, pero que la victoria está siempre en manos de los dioses. En ambos casos, aunque a niveles distintos, sus argumentos prevalecieron.
PFM: Problemas como éstos existen en muchas partes del mundo. Hasta hace diez años, la gente nos decía que sería imposible que llegáramos a tener éxito en este juicio, que era una empresa poderosa multinacional, que domina a gobiernos. Evidentemente, la empresa tiene un presupuesto económico, al menos cinco veces más que todos los quince millones de ecuatioranos. Pero pese a eso, hemos derrotado a la empresa judicialmente… Y estamos demostrando al mundo que sí es posible vencer lo que aparentemente es imposible. Que es posible y que las empresas grandes no son intocables.
AMD: Aquí también se creía que detener el gasoducto era imposible, nos decían que el gobierno estaba dispuesto a pasarnos las máquinas por encima si esto llegaba a la desobediencia civil. También emplearon una millonada en publicidad, propaganda y chantaje económico a los abonados. Sin embargo, con la razón de nuestro lado, con la ciencia y con una buena comunicación con la gente, logramos derrotarlos.
¿Cuál es la estrategia detrás de estas victorias? PFM: Primero, hay que entender quién es el oponente. Tratamos de entender el mundo globalmente, que no es únicamente jurídico, porque los medios de comunicación muchas veces obedecen al recurso económico, quien paga o pauta son las empresas. (También) se necesita la parte política, las empresas tienen mucha incidencia en el gobierno. Es muy difícil que un campesino o un indígena se reúna con un presidente de la república, pero es muy fácil que un empresario se reúna con un presidente. Hay que entender la lógica política de cada gobernante, a dónde van sus antecedentes y cuáles son sus debilidades también, para demostrarles que deben gobernar a favor del pueblo y no a favor de unas minorías que tienen el poder económico.
AMD: Dialogamos con las comunidades afectadas, estudiamos el asunto y pusimos en marcha nuestra fórmula de ciencia, cultura y comunidad. Muchos artistas se pronunciaron en contra del gasoducto, Cultura Profética, Calle 13… Los mejores científicos corroboraron que teníamos la razón, así como los colegios profesionales. Utilizamos las redes sociales y los medios, supliendo información clara y veraz. Tocamos base en las agencias involucradas, en el Congreso, con los boricuas de la diáspora. Investigamos los contratos y las relaciones entre los contratistas y los funcionarios. Cubrimos todas las bases que pudimos con mucho esfuerzo y mucha gente capaz asumiendo responsabilidades y posturas valientes.
Vivimos en una democracia representativa. Un amplio sector delega en sus gobernantes asuntos como la protección ambiental. No obstante, sus comunidades parecen entender que poseen un poder que pueden ejercer ellos sin necesidad de delegarlo completamente.
PFM: Tengamos siempre presente que estas batallas son por siempre y para siempre. Creo yo que los grandes cambios que el mundo requiere, que Puerto Rico requiere, no vendrán de los gobiernos ni de los líderes nacionales políticos. Vendrán de la fuerza que se construye solidariamente en las bases sociales, en la población común y corriente. Esa gente es la que lucha y sabe lo que se requiere para vivir mejor.
AMD: Exacto. Nosotros intentamos llevar el mensaje de que hay que romper con las dependencias, tanto del gobierno, de la dependencia del petróleo, de lo económico (pues podemos ser autogestivos), de los medios (por eso tenemos nuestra radio comunitaria). Al momento en que dejamos de depender de un otro y comenzamos a gestar lo que es necesario y lo que es justo para convivir en armonía, estamos ya dando un paso de emancipación, estamos tomando el poder que tenemos y que no depende de que los gobernantes lo reconozcan. Al momento de luchar y vencer, ellos no tienen más remedio que retroceder.
Respecto a la cancelación de Vía Verde, ¿qué lecciones quedan sobre la mesa? PFM: Si en Puerto Rico… siguen pasando cosas de destrucción del ecosistema que afectan la vida humana, la cultura, la belleza natural que tenemos, realmente creo yo, que se supone que la gente siga luchando. No hay que descuidarse porque las empresas y los gobiernos son muy astutos muchas veces, buscan estrategias para confundir a la población, para hacer que bajen su nivel de lucha y luego otra vez, en un descuido, atacarlos nuevamente.
AMD: Hay asuntos que no se delegan y la protección de los recursos que nos dan vida es uno de esos renglones. El freno de una amenaza es la apertura de oportunidades para construir alternativas. Hay que insistir en las propuestas de cambio. La solución a los problemas globales nacen de luchas locales. El país puede y debe dirigir su futuro. Aprendamos que no hay nada inminente, que lo único inminente debe ser el ejercicio de nuestra cultura ciudadana, de nuestro desarrollo y de nuestro crecimiento como país.
Salta a la vista una diferencia entre el caso de la Amazonía ecuatoriana y el del gasoducto en Puerto Rico. En Ecuador, el daño se ha agudizado y se ha extendido por años. En la Isla, el gasoducto se detuvo antes de ser construido.
PFM: La parte preventiva es superimportante. ¿Por qué esperar a que hayan muertes para reaccionar? Es lo que pasó con ustedes, sí han logrado frenar la minería en Puerto Rico, sí han logrado frenar el gasoducto. Es realmente impresionante y eso es lo que para mí da mucha esperanza de que este mundo puede cambiar. Pero sólo va a cambiar si la gente se une y toma conciencia de lo que realmente vale la tierra, lo que vale la vida, lo que vale el aire, lo que vale el agua. Cuando la gente entienda que el dinero tiene precio, pero no tiene valor… Las cosas que tienen valor son éstas: el agua, la tierra, la cultura, la biodiversidad, la alegría y la felicidad. Eso es lo hay que defender, porque es lo que hace que la gente sea feliz.
AMD: Afortunadamente, la amenaza de la minería y ahora la del gasoducto se derrotaron previo a los daños mayores al ambiente, pero en Vieques, aunque el país prevaleció deteniendo la actividad militar, el daño al pueblo viequense sigue impune y merece atención nacional.
Para Casa Pueblo, Fajardo Mendoza es una figura importante para respaldar la luchas de defensa ambiental pues su caso en Lago Agrio, en la provincia de Sucumbios, acaparó el ojo internacional en 2008 cuando el licenciado en Leyes obtuvo el más alto reconocimiento en materia de protección del ambiente, el Premio Goldman, el cual fuera otorgado también en el 2002 al padre de Massol Deyá, el ingeniero Alexis Massol González, por la victoria que capitaneó en los ochentas y noventas para detener los planes de explotación minera en la Isla. Casa Pueblo, por medio de Massol González ofreció apoyo a los afectados de Texaco-Chevron y puso la Comisión Técnica y Cientíca al servicio de las comunidades de la Amazonía ecuatoriana.
El documental Crude (2008) también aportó a la difusión del caso Aguinda vs. Texaco, así como el apoyo público de la Fundación Rainforest, codirigida por Sting (The Police) y su esposa Trudie Styler. Gráficamente, la publicación del libro fotográfico Crude Reflexions de Lou Dematteis y Kayana Szymczak, logró llevar las imágenes de los daños más allá de la palabra.
Irreparable el daño en la Amazonía ecuatoriana
Aunque en 6 meses los 30 mil demandantes contra Texaco-Chevron podrían recibir el primer pago de una serie de pagos que la empresa debe realizar para cumplir con la sentencia de $19 mil millones por daños, no existe suma de dinero que pueda retribuir la extinción de los Tetete, más de 2 mil muertes en exceso por cáncer y otras afecciones que limitan la vida cotidiana de 5 grupos indígenas y 80 comunidades.
Un estudio de los efectos de la contaminación en la población San Carlos de la parte norte de la Amazonía ecuatoriana, realizado por el Departamento de Medicina Tropical e Higiene de la Universidad de Londres, arrojó que el agua utilizada allí para beber, cocinar y bañarse contiene concentraciones de toxinas que son 150 veces mayores a las consideradas como seguras.
“Siempre decimos que el peor daño causado por Chevron jamás podremos repararlo. Si hay víctimas humanas que han muerto por esta causa, aunque limpiemos la parte tóxica en los ríos, en los suelos, en el aire, esas vidas humanas nunca podremos recuperarlas. Igual los pueblos indígenas que se han extinguido son seres humanos, son sabios conocimientos que se perdieron en la historia, que nunca podremos recuperarlos con ningún dinero del mundo”, asegura Fajardo.
La empresa Texaco, actualmente llamada Chevron, radicó cargos criminales a Fajardo, en los que alega que el abogado de las comunidades, junto a otro licenciado, se han puesto de acuerdo para extorsionar a la petrolera. También han llegado a alegar que los demandantes le pagaron dinero ilegalmente al perito independiente de la corte para que presentara evidencia en contra de la compañía demandada.
«Este es el juicio más grande del mundo en muchos ámbitos. En la parte económica, la sentencia está ahorita radicada en $19 mil millones de dólares, que es lo que Chevron debería pagar, al menos parcialmente, por el daño causado aquí en Ecuador”, argumentó Fajardo.
Paralelamente, grupos indígenas y organizaciones aliadas crearon el Plan Verde, una propuesta económica alternativa, cónsona con la cosmovisión indígena y ancestral. Así también los pueblos Kishwa, Achar y Shuar se unieron al Frente de Defensa de la Amazonía para formar la Alianza de los Pueblos Ancestrales en Resistencia (APAR).
Otras batallas ambientales en el espejo de Vía Verde
La forma en la cual las comunidades hicieron frente a la propuesta de construcción del gasoducto, parece ser producto de una maduración en la manera en la que la población concibe las amenazas contra su integridad y la de su medio ambiente.
Arturo Massol Deyá, líder de la oposición contra Vía Verde, considera que otros desarrollos y prácticas controversiales, como lo son la instalación de molinos de viento en tierras agrícolas en Santa Isabel, la construcción del incinerador en Arecibo y la contaminación e incremento en enfermedades producto de las prácticas militares en Vieques, hay que prestarles atención “en todos sus flancos, mediático, procesal, económico, científico y comunitario”, para lograr detenerlos o que se reviertan los daños causados.
“Ninguna lucha es igual a otra. Con esta lucha probamos que hay que insertarse en todas las instancias posibles del proceso y construir oposición. Educando al pueblo para construir una oposición con propuestas en mano”, precisó.
El portavoz de Casa Pueblo de Adjuntas recalcó que fue importante para la victoria en contra del gasoducto que los sectores ciudadanos lograran establecer comunicación y participar del periodo otorgado para emitir comentarios en el proceso de obtención de permisos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, así como el inicio del pleito legal por expropiación y la evidencia científica contundente que lograron recabar el grupo de científicos independientes que analizaron la propuesta de Vía Verde.
“Si el proyecto afecta a comunidades y al ambiente, si el proyecto es nocivo para la salud, nuestro deber no es tan sólo opinar sobre el mismo, sino demostrar constantemente de manera pública, para que todos lo vean, que el proyecto es débil conceptualmente, que no cuenta con el apoyo del pueblo y que no lo queremos”, explicó.
“A nosotros nos decían que ‘esto (la cancelación del gasoducto) se resuelve en las calles (con desobediencia civil)’. Como si estuviéramos perdiendo el tiempo. Mira ahora, derrotamos desde la montaña, desde la costa, el proyecto emblemático de esta administración, en unas circunstancias en las que este gobierno ha embestido en casi todos los aspectos de nuestras instituciones”, compartió Massol Deyá, quien al momento de la entrevista se encontraba en el cantón de Lago Agrio en Ecuador, en una visita al líder comunitario y abogado de los afectados por contaminación en la Amazonía ecuatoriana, Pablo Fajardo Mendoza.
Informó que Casa Pueblo continuará fortaleciendo la gestión de conservación de bosques y de cuerpos de agua en la zona central. “Vamos a trabajar un plan de la montaña en alianzas multisectoriales con una visión de paisaje ecológico, pero también cultural, social y económico. Toca que las comunidades afectadas en otras partes del país también asuman responsabilidades con el apoyo solidario de todos”, finalizó.
Publicado originalmente en Claridad.