Exalumnos y profesores condenan actos de violencia
En el balance de las conversaciones privadas y públicas sobre los incidentes ocurridos ayer, una mayoría evidente parece condenar enérgicamente las acciones de intimidación y la violencia desatada por manifestantes contra propiedad universitaria. No obstante, un grupo de estudiantes apoya a los encapuchados que viraron mesas, rompieron cristales e intimidaron a estudiantes y empleados universitarios a lo largo de un recorrido por el Recinto de Río Piedras de la UPR poco después del mediodía.
La Asociación de Profesores Universitarios (APPU) hizo un llamado a la prudencia y la sensatez, y de paso condenó los actos de intimidación contra estudiantes y empleados universitarios. (La declaración completa se incluye abajo).
María Gisela Rosado, su presidenta, hizo énfasis en examinar el contexto en que ocurren estos incidentes, justo después de celebrar el natalicio del prócer Eugenio María de Hostos, actividad en la que participaron numerosas entidades representativas de la sociedad puertorriqueña.
Sobre los actos de violencia, expresa:
«La característica de esta fase de lucha es previsible: mucha indignación, frustración, coraje, acciones individuales y no colectivas, consultadas o no consultadas. Pues bien, lo entendemos, pero no justificamos ni la violencia contra ustedes, ni contra ningún universitario; lo que debe prevalecer es el respeto como valor. No creemos que la presencia e intervención de la policía se justifiquen en un recinto, pero tampoco creemos en facilitarle que se queden más tiempo en el campus debido a actos como el de ayer».
Por otro lado, en conversaciones circuladas en Facebook se pueden leer justificaciones a la violencia racionalizadas a base de dos argumentos principales: uno, que la imposición de la cuota y la presencia de la Policía constituyen un acto de violencia mayor, y que «en este contexto se justifican este tipo de respuestas»; y la otra, que se trata del «único modo en que se puede paralizar la Universidad».
Algunas opiniones de rechazo a la violencia se hicieron acompañar de una cita de Martin Luther King, el gran líder afroamericano que protagonizó una larga lucha contra el racismo y por los derechos civiles en Estados Unidos. La cita lee así:
«The limitation of riots, moral questions aside, is that they cannot win and their participants know it. Hence, rioting is not revolutionary but reactionary because it invites defeat. It involves an emotional catharsis, but it must be followed by a sense of futility.»
Exalumnos agrupados en una nueva entidad en apoyo a la educación pública condenaron los actos de violencia, aunque dejaron entrever la posibilidad de que se trate de acciones provocadas por «agentes infiltrados». Esa teoría se ha levantado antes, pero lo cierto es que resulta poco probable que esto ocurra en manifestaciones de un tamaño tan pequeño.
A continuación, las declaraciones íntegras de ambas organizaciones:
Mensaje de la APPU al liderato estudiantil
Un llamado urgente a la responsabilidad, la prudencia y la sensatez
Hubiésemos querido reflexionar un poco más por la mezcla de emociones y preocupaciones después de la solemnidad de un homenaje a Hostos y los sucesos posteriores durante la marcha dentro del recinto, pero los sucesos violentos de ayer nos obligan a compartir información y expresarnos de inmediato.
REACCIONES ANTE LA VIOLENCIA, VENGA DE DONDE VENGA
Estamos conscientes de que la Administración universitaria ha tenido todo un repertorio de violencia estructural, antidemocrática y anticonstitucional. Ha utilizado gran variedad de insultos contra el estudiantado en huelga, contra los docentes y mostrado un estilo intransigente, de diálogo reducido al acto de escuchar, y discursos o decretos tendenciosos a la restricción de derechos civiles. Podemos estar muy claros cómo el partidismo socava la autonomía universitaria e intereses extrauniversitarios nos han lanzado a una crisis presupuestaria sin precedentes para debilitar el proyecto público de enseñanza superior, para achicarlo, privatizarlo, despacharse sus fondos en asesorías, contratos leoninos, dejando en precario al quehacer académico el cual oficialmente interpretan como “gasto”. Sabemos que, contrario a la cultura e intereses universitarios y en contradicción con el discurso mismo de crisis, se está gastando una millonada en seguridad desde que inició la huelga; en gastos legales con bufetes extremadamente costosos, los mismos que crearon la Ley #7 (la que no iba a aplicar en la UPR). Ahora dicen ciertas fuentes que también participan esos bufetes de la redacción de la Reforma Universitaria.
La Administración universitaria ha llevado a la institución a una crisis de acreditación por falta de gobernanza y de transparencia con su presupuesto. Todo esto antes señalado son formas de violencia institucional muy grave, para colmo, son apoyadas por un discurso inflamatorio de ciertos personajes gubernamentales y de la frustrante imagen de diálogo fallido con líderes políticos que sólo escuchan y no se comprometen a nada profundo que termine no el asunto de la cuota solamente, sino la falta de fondos recurrentes de la Universidad. La UPR y el país necesita que los políticos abran una brecha de verdadero diálogo y búsqueda de soluciones; basta ya de simulaciones mediáticas: queremos acciones. La política pública de este gobierno degrada a la UPR en su imagen y sus finanzas, pero todo lo expresado NO justifica la violencia de 6 ó 7 de estudiantes el día de ayer.
Hay violencia que se genera cuando uno es atacado y se defiende. Sabemos que los estudiantes han sido agredidos de múltiples formas, pero la violencia de ayer no sólo falló por lo innecesaria, sino porque derrotó por completo el mensaje hostosiano que convocó la sociedad civil, falló porque invisibilizó para el pueblo un acto de educación que le iba dirigido para que entendiera la importancia de la defensa de su patrimonio educativo, y se uniera. Si bien los estudiantes no controlan los enfoques de la prensa, se facilitó que en las noticias el homenaje a Hostos quedara reducido a un actor que camina hacia el busto del prócer, sin visuales de la multitud diversa que lo acompañó en representación de sobre 60 organizaciones a nivel nacional. Hostos-personaje, en su simbolismo, es la solidaridad misma de un pueblo que comprende cada vez más la importancia del momento de esta lucha universitaria, la urgente defensa del patrimonio de la UPR y el acceso a la educación.
La APPU ha sido respetuosa y solidaria con el proceso huelgario estudiantil, pero exige a los estudiantes, especialmente a su liderato, responsabilidad y sensatez, porque nuestra gente, sin ser parte de sus decisiones en reuniones o plenos, pueden ser víctimas de acciones, improvisadas o no. Por esa razón es que hemos sido extremadamente prudentes de entrar al recinto, excepto aquellos de nosotros que, junto a otros observadores legales, asumen el papel de testigos en actividades de protesta, tarea que igualmente ejecutan los observadores, fotógrafos y testigos que dispone la policía.
Hay que hablar claro con las organizaciones universitarias. Tenemos que saber a qué se expone uno y a qué situación exponemos a nuestros miembros, incluso tomar las decisiones que debamos tomar porque no somos rabiza de ningún sector universitario ni extrauniversitario, al contrario, somos los afectado directos de las medidas cautelares que asfixian la academia y nuestras condiciones laborales.
La característica de esta fase de lucha es previsible: mucha indignación, frustración, coraje, acciones individuales y no colectivas, consultadas o no consultadas. Pues bien, lo entendemos, pero no justificamos ni la violencia contra ustedes, ni contra ningún universitario; lo que debe prevalecer es el respeto como valor. No creemos que la presencia e intervención de la policía se justifiquen en un recinto, pero tampoco creemos en facilitarle que se queden más tiempo en el campus debido a actos como el de ayer.
Tampoco avalamos las acciones de una institución violenta, sin capuchas ni encapuchados, que cancela la Cátedra de Hostos, el homenaje oficial a esta insigne figura del educador de América, y cuyos administradores son parte de una agenda desestabilizadora de la propia institución que dirigen y del proyecto cultural que atacan ideológicamente y hasta lo criminalizan. Igualmente encapuchados son los policías que ocultan su identidad o la SWAT cuando se cubre con máscaras antigases.
El movimiento estudiantil ha logrado mucho con el trabajo concertado, creativo y prudente. A los líderes estudiantiles los exhortamos a reflexionar profundamente lo sucedido, el saldo del día de ayer no fue el esperado. La mayoría de los estudiantes en lucha y de los mismos líderes discrepa de métodos desacertados, indisciplinados, violentos y fortuitos, contrario a todas las gestiones que han mostrado como proponentes serios y responsables de soluciones, capaces de articular una lucha creativa, que apuesta al diálogo y que tan arduamente han trabajado día y noche para alcanzar mayor justicia. No lo decimos desde la mojigatería que niega la autodefensa y el derecho de los pueblos a protestar o expresar coraje con lo que le afecta. Violencia sostenida del Estado, desemboca en violencia del pueblo, la exacerba, basta leer la historia pasada y presente de cualquier país, pero canalicen esa indignación, esa frustración, ese cansancio, ese pesar por la intransigencia y cinismo de un gobierno y de una administración universitaria antidemocrática, con acciones que sopesen, que no pongan en peligro ni a sus compañeros de huelga ni a la gente que solidariamente se les une a sus reclamos como tampoco esta causa universitaria.
Ustedes lograron que la exenciones de matrícula se evaluaran y mantuvieran, ustedes han llevado por todo lo alto un ejemplo de ciudadano activo que exige participación en la búsqueda de soluciones a sus necesidades y en la defensa de su universidad, de sus finanzas, de educar a las comunidades, a todo el pueblo, y ahora se apuntan otro logro: la Junta de Síndicos reconoce que la cuota es infinita y están tratando de corregir ese “error” que representa billones irrestrictos sin determinar para qué lo utilizarán los administradores universitarios y la Junta de Síndicos.
Nadie dijo que fuera fácil este tramo de la lucha, pero que no sean tan agendas pequeñas las que derroten la agenda del colectivo que es la agenda del pueblo. Venga de donde venga, trabajemos contra la violencia. No se lo hagan fácil a unos gobernantes que le ha declarado la guerra a su Universidad ni a los nefastos administradores universitarios ni a los politiqueros de la Junta de Síndicos. Lo expresamos con respeto y con firmeza, en medio de la violencia que arropa este país, continúen instalados en el diálogo y otras acciones sensatas o creativas para alcanzar sus propósitos: la reivindicación de la UPR es ya una lucha y responsabilidad de todos los puertorriqueños.
DECLARACIONES DE EXALUMNOS
Ex-alumnos en Defensa de Nuestra UPR lamentamos los sucesos vandálicos ocurridos en la tarde de hoy en el Centro de Estudiantes y Facultad de Administración de Empresas del Recinto de Río Piedras. Como egresados y egresadas, hemos presenciado y/o participado de antiguas luchas estudiantiles, y entendemos que el movimiento estudiantil está ajeno a los actos allí ocurridos.
Nos cuestionamos entonces, la capacidad de la Policía de Puerto Rico, de la Administración del Sistema UPR y del Gobierno de Puerto Rico para prevenir estos actos y mantener su promesa de “seguridad” en el campus riopedrense. Una Universidad que se encuentra sitiada por la Uniformada, no debería permitir la entrada de estos elementos externos a la lucha estudiantil, ni mucho menos responsabilizar a la misma.
E.D.N.U, rechaza cualquier tipo de acto vandálico que atente en contra de la propiedad pública o de la Universidad de Puerto Rico. Así mismo entendemos que la presencia del cuerpo policíaco es el factor primordial que provoca estos actos de vandalismo en el recinto. ¡Por lo tanto su retirada debe ser inmediata!
Le exhortamos tanto al Gobierno en turno, como a la Administración de la Universidad de Puerto Rico a que comiencen un proceso de negociación y diálogo de buena fe para evitar que actos como estos recurran.
Ex-alumnos en Defensa de Nuestra UPR lamentamos los sucesos vandálicos ocurridos en la tarde de hoy en el Centro de Estudiantes y Facultad de Administración de Empresas del Recinto de Río Piedras. Como egresados y egresadas, hemos presenciado y/o participado de antiguas luchas estudiantiles, y entendemos que el movimiento estudiantil está ajeno a los actos allí ocurridos.
Nos cuestionamos entonces, la capacidad de la Policía de Puerto Rico, de la Administración del Sistema UPR y del Gobierno de Puerto Rico para prevenir estos actos y mantener su promesa de “seguridad” en el campus riopedrense. Una Universidad que se encuentra sitiada por la Uniformada, no debería permitir la entrada de estos elementos externos a la lucha estudiantil, ni mucho menos responsabilizar a la misma.
E.D.N.U, rechaza cualquier tipo de acto vandálico que atente en contra de la propiedad pública o de la Universidad de Puerto Rico. Así mismo entendemos que la presencia del cuerpo policíaco es el factor primordial que provoca estos actos de vandalismo en el recinto. ¡Por lo tanto su retirada debe ser inmediata!
Le exhortamos tanto al Gobierno en turno, como a la Administración de la Universidad de Puerto Rico a que comiencen un proceso de negociación y diálogo de buena fe para evitar que actos como estos recurran.