First Man: la ciencia en función
Basándose en el libro homónimo de James Hansen sobre la vida de Neil Armstrong (Ryan Gosling), el guionista John Singer le da al director Damien Chazelle la oportunidad de familiarizarnos con las penas del ingeniero aeronáutico, antes de que se convirtiera en uno de los hombres más famosos del globo. La primera parte de la cinta presenta la vida familiar con su esposa Janet (la exquisita Claire Foy), su hija y su niño. Los sucesos en esa parte del filme tienen más tarde efectos críticos en la disposición y relaciones de Armstrong con sus colegas y sus superiores, y son estos asuntos los que previenen que la cinta sea solo de las experiencias espaciales que ya hemos visto en otras como “Gravity” (2013) y “The Martian”(2015), que hemos reseñado en estas páginas. Hábilmente, el editor fílmico Tom Cross, usa las experiencias y recuerdos del Armstrong fílmico de su hija mayor para intercalarlos en algunos momentos y removernos de los dramas personales y las rencillas que impulsan las experiencias en el seno de NASA.
Hay momentos de tristeza cuando los accidentes terminan con las vidas de astronautas cuyo interés en el espacio era científico y no ideológico. Es algo que las personas olvidan. El programa del espacio es uno de los grandes logros científicos del siglo XX. La necesidad de resolver problemas matemáticos y de física mecánica, las invenciones para poder comunicarse desde NASA en Houston con los pilotos en el espacio, el diseño de los materiales de sus trajes, son todos pequeños triunfos científicos que han enriquecido de una forma u otra el mundo.
Un alto número de fracasos en el lanzamiento de cohetes para poner satélites en órbita tanto del Soviet como de los EE. UU., por poco pone el programa espacial en peligro de extinción. Hay, además, que recordar, que poco tiempo después del comienzo del 1962, John Glenn (John David Whalen) se convirtió en el primer americano en hacer varias órbitas alrededor del globo. Como consecuencia parcial de ese logro, vino la crisis de los misiles de Cuba, la guerra en Vietnam se fue recrudeciendo, y la batalla por el espacio continuó creciendo.
Muchas de estas cosas son vistas en la película, ya bien sea en periódicos, en la radio o, en la televisión, en pietaje original de los sucesos. Casi al finalizar la década, el 20 de julio de 1969, Armstrong fue el primer hombre en pisar la luna, seguido por Buzz Aldrin (Corey Stall). Todos los que lo vimos en TV escuchamos a Armstrong decir “That’s a small step for [a] man, a giant leap for mankind.” Esa “a” en corchetes, ha sido motivo de discusión por mucho tiempo. Si la dijo o no, continuará siendo motivo de especulación.
Poblado de muchos y buenos actores, el filme comprueba lo que frecuentemente le he dicho a los lectores: no siempre es la trama, sino cómo está construida la película. Me imagino que todos sabemos que se ha ido a la luna y que el viaje de Armstrong proveyó sosiego al Mundo de los desastres y locuras de la guerra en Vietnam. Esta película fenómena le rinde tributo a los que laboraron incansablemente en hacer realidad lo que una vez fue un sueño o ficción. Vale destacar a Kyle Chandler como Deke Slayton, el jefe de la Oficina de Astronautas; también a Jason Clarke como Ed White, el primer americano que “caminó” en el espacio y que falleció en un accidente en preparación para la misión Apolo 1, como se denominaron todas las que tenían que ver con el viaje a la luna con pilotos.
Ryan Gosling nos lleva por las angustias y por el arrojo de Armstrong con ecuanimidad, pero reflejando el dolor que el pasado le legó. Es una actuación poderosa que muchas veces consigue que percibamos aun a través de la visera dorada de su escafandra. Su logro es una de las mejores actuaciones en lo que va del año. Está complementada por el trabajo de Claire Foy, quien, como saben hacer los actores ingleses, se deshace de su acento británico, para vérselas cara a cara con un canadiense que ha aprendido a hablar como algunos de sus vecinos al sur. Ellos dos, la dirección y la edición, hacen de esta una película memorable.