Fragmento a su muertito
Había una vez una vez una vez
un muerto chiquitito
que no podía respirar,
pero anyways no le hacía falta.
Prefiero seguir huyendo,
transporte diáfano, mi corazón
por el elevador en el hostal herido,
desplacé lesiones de hospederías
por arterias de un surtidor para viajantes.
Arriba me esperaban las cumbres borrascosas,
una plenitud de recámara, puertas idénticas,
la asfixiante confusión de los números contiguos.
Desde la ventana, la materia saluda;
junto a la figura, las ventanas suspiran.
Insistías en encerrarte en este sitio innominado
que aunque incómodo
es más seguro que afuera.
Un reducido gato entra a este diminuto lugar azorado,
piensa que habitan otros felinos aquí y temo que él
también sea uno de ellos,
por todo el lugar paroxístico busca otros gatos, aléjate gato,
estas confundido, el aroma no es más que comida china,
le digo asustado y en son de broma,
y el animal me mira fijo,
muy serio, con los ojos achicados.