Frente a las megatiendas: ¿boicot o suicidio?
Las principales corporaciones comerciales de Estados Unidos han tomado por asalto nuestro país. Arropan las costas, penetran los valles, escalan las montañas. Han arrasado nuestros paisajes, sembrando concreto donde había praderas, levantando letreros donde se erguían árboles y palmas.
Walgreens, Walmart, Sam’s y Home Depot, entre otras, han causado el cierre de miles de farmacias, colmados, ferreterías, tiendas de ropa, zapatos, enseres, materiales escolares y de oficina, fotografía y suma y siga.
Han sido, además, vehículos para el debilitamiento o desaparición de industrias como la del mueble, gabinetes de cocina, terrazo, losas del país, pvc, costura, enmarcados y otras.
Arrecia el ataque
1. Home Depot ya tiene nueve tiendas, incluyendo la que acaban de abrir en Hatillo. Pronto inaugurarán la décima en Humacao. Negocian otra en Guaynabo y dos o tres más. Ha causado la desaparición de cientos de ferreterías y tiendas de losas.
2. Vuelve a circular el rumor de la llegada a Puerto Rico de Lowe’s, la segunda cadena de mega ferreterías más grande del mundo, después de Home Depot.
3. CVS ha anunciado su intención de abrir cien tiendas durante los próximos tres años.
4. Al menos veinte Walgreens más están en proceso ahora mismo. Existen ya más de 120.
5. Abrirá el segundo Macy’s en Ponce, sobre los cadáveres de cientos de árboles. Recién llegan cadenas como Ikea, Sports Authority y Cheese Factory. Sólo Dios, y tal vez el gobierno, sabrá cuántas estarán en el “pipeline”.
Lo que nos queda corre peligro de muerte: la farmacia de la esquina, el colmado o supermercado donde hacemos la compra, la ferretería de siempre, la fondita para almorzar, las mueblerías, las tiendas de piezas de autos, los talleres de mecánica, los laboratorios clínicos, las floristerías, las reposterías, las funerarias, los cementerios…
De$angran el país
Las megacadenas y megatiendas desangran a Puerto Rico. Los dólares que ponemos en sus cajas registradoras, según se ha informado, echan alitas y salen del país esa misma noche. Ni siquiera pernoctan en los bancos del país, negándoles liquidez. Como tumores cancerosos generan arterias por las que fluyen hacia Estados Unidos los ingresos que los puertorriqueños y las puertorriqueñas hemos producido con nuestro trabajo de cada día.
Si se invirtieran en el país, esos dineros podrían fortalecer nuestra economía, mejorar nuestras vidas. A quien benefician actualmente, sin embargo, es a la economía y a las corporaciones de Estados Unidos.
Dizque crean empleos
Los defensores de las megatiendas argumentan que crean empleos. Sin embargo, destruyen más de los que crean. Por cada empleado que vemos en los pasillos y en las cajas registradoras de Walgreens, Walmart, Sam’s, Home Depot y similares, había otro empleo, tal vez de la misma persona, en el negocio de la familia o en los comercios del país que estos monstruos se chuparon. Muchos estudios prueban que Walmart aumenta el desempleo y la pobreza en las áreas que infesta.
LA RUTA DEL SUICIDIO
Nunca hemos tenido una economía propia sobre la cual construir una sociedad normal. Por eso seguimos siendo colonia, la única con más de cinco siglos a cuestas. Nuestra incapacidad de sentar la zapata de una economía nacional ha impedido que avancemos como sociedad y como nación.
De seguir la ruta que llevamos las empresas estadounidenses pronto nos controlarán total y permanentemente. Sería la culminación de la conquista económica imperial que comenzó militarmente con la invasión de 1898.
Sobre prácticamente todos los comercios en Puerto Rico pende la hoja de una guillotina, como aquellas que cercenaron cabezas durante la Revolución Francesa. Hasta los más prósperos enfrentan la posibilidad de que les monten un Walgreens/CVS, una megatienda o un enjambre (“cluster”) de ellas en su área, poniendo en peligro su existencia. En cualquier momento las matrices en Estados Unidos de estos pulpos podrían decidir expandir sus operaciones en Puerto Rico. Recursos tienen.
Aumentaría el peligro que enfrentan nuestras empresas más fuertes, incluyendo poderosos conglomerados como los supermercados Econo y Selectos. Eso ya ha pasado en países como Costa Rica.
Los problemas con las megatiendas no son sólo nuestros. Los pueblos de muchos países -dan pena los mexicanos- son víctimas de esa plaga del capitalismo actual. Sin embargo, debido al coloniaje, Puerto Rico, “…tiene la mayor concentración de ambas cadenas (Walgreens y Walmart) por milla cuadrada en todos los estados, los territorios y posesiones de los Estados Unidos. En el caso de Wal-Mart, es incluso el primer lugar en el mundo, según los datos internacionales.” (Centro de Periodismo Investigativo, 2 de mayo de 2014)
El sabotaje de Bhatia
El presidente del Senado, Eduardo Bhatia, está sentado hace casi un año sobre el Proyecto 545 que busca ayudar a las empresas del país. Ya fue aprobado por la Cámara de Representantes y por la comisión correspondiente del Senado. Bhatia impide su aprobación supuestamente por temer que podría violar la Constitución de Estados Unidos. En otras palabras, prefiere preocuparse por la Constitución de EEUU que proteger las empresas del país. ¿No comprende que fue electo para defender al pueblo puertorriqueño, no para velar por los intereses multinacionales que representan las leyes de Estados Unidos? Hay miles de reglamentos, leyes, decisiones departamentales, disposiciones de tratados de libre comercio, etc. que le hacen daño a la economía de Puerto Rico. Bhatia y compañía harían bien en primero determinar lo que le conviene al país y luego evaluar otras consideraciones. Al fin y al cabo, si queremos echar pa’lante tendremos que exigir exenciones no sólo de las leyes de cabotaje, sino de todo lo que obstaculice el desarrollo de nuestra economía. ¿Tenemos otro camino?
Quedarnos pasmaos y continuar dejando que nos pasen el rolo avasallador es cometer SUICIDIOcomo sociedad, como país, como nación. Cobra pertinencia extrema el imperativo, ¡DESPIERTA BORICUA, DEFIENDE LO TUYO!
LA ECONOMÍA QUE NECESITAMOS
Todos los puertorriqueños y puertorriqueñas queremos mejor educación y viviendas para nuestros hijos, hijas y otros seres queridos. Queremos más empleos y menos criminalidad. Queremos mejores planes de retiro. Queremos mejores salarios, especialmente para las maestras y maestros. En fin, queremos mejores condiciones de vida ahora y en el futuro.
Necesitamos desesperadamente una economía que no sea deformada por leyes extranjeras aplicadas a control remoto por burócratas extranjeros. Tampoco pueden ser los intermediarios puertorriqueños de los intereses estadounidenses los arquitectos principales de nuestra economía.
Necesitamos una economía que responda a nuestras necesidades, un gobierno cuya agenda sea defendernos y mejorar la calidad de vida de los puertorriqueños de todas las edades. Necesitamos que el gobierno junto a los empresarios y sindicatos cuajen una CONCERTACIÓN DE SALVACIÓN NACIONAL que nos coloque a la altura de los tiempos. Necesitamos desarrollar y consolidar un empresariado dinámico, capaz de aportar empleos decentes, de competir con los de afuera en igualdad de condiciones, y de llevar nuestros servicios y productos agrícolas e industriales a todo el planeta.
EL BOICOT
El BOICOT es lo opuesto al SUICIDO. BOICOT significa negarle algo a alguien para conseguir justicia. Casi siempre es parte importante de luchas contra el coloniaje, el racismo o la explotación. Ghandi impulsó elBOICOT contra el monopolio de la sal y los productos británicos: India es independiente. Rosa Parks y Mandela llamaron al BOICOT contra las guaguas: Estados Unidos eliminó la mayoría de la legislación racista y Sudáfrica desmanteló el Apartheid. En California, el sindicato United Farmworkers convocó al BOICOT mundial contra la uva y forzaron a los agricultores a reconocerlo y negociar.
Recientemente, pudimos ver como el BOICOT a través de las redes sociales fue un factor importantísimo en la extirpación de La Comay de la sociedad puertorriqueña.
Todos y todas los puertorriqueños tenemos un arma inmensamente poderosa, NO COMPRARLE A LAS MEGATIENDAS. Si no venden se van.
El BOICOT como herramienta de lucha es FLEXIBLE. Cada persona puede hacerlo a su medida: publica o privadamente, total o parcial. El BOICOT puede estar dirigidos a megatiendas específicas, por ejemplo, Walgreens, Walmart, Sam’s o Home Depot. Cada familia puede BOICOTEAR de acuerdo a su presupuesto, aprovechando especiales donde encuentre los mejores.
Tal vez pensemos que las megatiendas son imprescindibles, pero si rasgamos la rutina y buscamos alternativas en los negocios y productos del país, casi siempre encontraremos que con no tanto esfuerzo podremos sustituir a los mega pulpos y no volver a degradarnos cruzando sus puertas.
En fin, cada boricua, cada familia puertorriqueña, puede adaptar el BOICOT a su imagen y semejanza, a su medida. Pero tenemos que hacer el esfuerzo máximo para (1) dejar de comprarles a las megatiendas y (2) patrocinar los negocios y productos del país. De no hacerlo con suma rapidez dejaremos de existir como nación viable.