Grandes músicos de Puerto Rico:
Rafael “El Indio” Martínez Morales
saxofonista, oboísta, clarinetista y educador
Existen en Puerto Rico músicos excelentes que se esmeran por enseñar a tocar e interpretar bien a sus estudiantes. Tratan de mejorar el País por medio del arte musical. Sienten auténtico sacerdocio por la música y por la educación musical. Son admirables por la inquebrantable dedicación que manifiestan con sus ejemplos, sus vidas y sus carreras impresionantes. Entre ellos sobresale el maestro Rafael Martínez Morales, mejor conocido como “El Indio”.Nació el 21 de enero de 1942 en Barrio Obrero, Santurce, Puerto Rico. Sus padres fueron Mercedes Morales Vázquez, toalteña, y Rafael Martínez Vidal, sanjuanero de Puerta de Tierra. Aunque es el primer músico profesional de su familia, el maestro Martínez estuvo expuesto, desde temprana edad, a la actividad musical, porque su mamá y su tía cantaban bien y a dúo aunque no tuvieron educación musical formal. La tía del maestro se llamaba María Luisa Morales Martínez (tía Mayín). Cuenta Rafael que fue expuesto a los rosarios cantados propios de la barriada San José de Toa Alta; su progenitora lo llevaba anualmente a presenciar estas actividades de promesas desde sus ocho hasta sus doce años de edad. Recuerda ver a la gente de la comunidad reunida ante un altar casero decorado con un gran arco y con flores. Se erigía este altar en loor a la Virgen María, muy posiblemente Nuestra Señora del Carmen. Uno o dos guitarristas acompañaban a los cánticos propios de esta tradición musical. Habrá lectores que tal vez piensen que esas exposiciones del niño Rafael Martínez a la música tradicional puertorriqueña no es importante. Sin embargo, ningún músico se forma en un vacío socio-cultural. Esas experiencias de la niñez le sumergieron en melodías, textos o versos (además de las relaciones entre las palabras-frases y las tonadas), ritmos, armonías, timbres, colores, formas y contextos.
A la temprana edad de diez años (1952) Rafael Martínez fue matriculado en la Escuela Libre de Música de San Juan. Él estudiaba las demás materias en la Escuela Federico Asenjo. Cada viaje en transporte público, para llegar a sus clases de música, le costaba cinco centavos. Tomaba sus clases en los predios del antiguo Casino de Puerto Rico, al cruzar la calle de la Escuela Julián Blanco en San Juan. En el edificio histórico se daban las clases de piano, de los cordófonos frotados con arcos (violín, viola, violonchelo y contrabajo) y de los fundamentos de la música. Entre el edificio histórico y la YMCA había una estructura larga con varios salones; allí se daban las clases de los instrumentos de aliento: maderas o cañas, los metales además de las percusiones. Rafael estudió los cursos de fundamentos de la música con los maestros Sixto Bello, Jorge Rubiano y Héctor Campos Parsi. Campos Parsi enseñaba los cursos avanzados. El Indio tuvo la tremenda oportunidad de estudiar clarinete con el excelente instrumentista Luis González Peña. Éste era un gran saxofonista de la celebérrima orquesta de Rafael Muñoz y era hermano de otro músico extraordinario de nombre Rafael González Peña, saxofonista, compositor y arreglista, también de la orquesta de Muñoz.
A los doce años de edad Rafael ya tocaba recitales de clarinete y piano transmitidos por la emisora radial WIAC. Su acompañante era la muy influyente educadora y pianista superior Carmelina Figueroa. Fue miembro de la Banda Escolar que dirigía el maestro Adrián Benjamín.
El hecho de que Rafael Martínez haya estudiado con estos profesores a partir de 1952 implica que recibió enseñanza de personas que nacieron durante la primera mitad del siglo veinte. A su vez, los maestros de ellos se formaron como músicos temprano en el siglo veinte o en postrimerías del siglo diecinueve. Así, en retrospección, de haber la suficiente documentación, se podría reconstruir una especie de genealogía educativa; se podría demostrar una larga cadena de cultura y tradición. Más específicamente sería una especie de linaje de músicos por la educación musical y no por linaje genético ya que no todos los músicos surgen de familias musicales ni siempre se tiene, aunque sea uno sólo, algún pariente músico de quien aprender o a quien emular.
El maestro Martínez es también un transmisor de la tradición; como educador él también perpetúa una muy larga cadena (por decirlo de alguna manera) de arte y cultura que evoluciona y se amolda a los tiempos sin perder de vista, ni de la audición, la búsqueda de la excelencia y del buen gusto. Se aprende de unos y de otros porque la música es también un fenómeno social. Es cultura que se comparte entre los músicos, sus estudiantes y el público que escucha, admira y disfruta. No todos los estudiantes de música quieren llegar a ser músicos profesionales. Muchas veces nutren a ese público o al grupo de espectadores que aplaude, auspicia y apoya a los artistas. Son importantes también porque saben qué y cómo escuchar; entienden la perseverancia, la disciplina y los talentos que se requieren para ser buenos músicos.
Desde 1952 hasta 1956 la Escuela Libre de Música estuvo ubicada en la avenida Ponce de León, parada 25. Ya en 1957 Rafael Martínez había dejado el clarinete por el saxofón tenor. Durante este período “El Indio” fue integrante de un conjunto de instrumentos de alientos-madera dirigido por Luis González Peña. También participaron Wilfredo de la Torre, Pedro Rivera Toledo, Manolín Montalvo y Juan Antonio Rosa, entre otros excelentes músicos. El maestro Martínez comenta que antes (como ahora) se tomaban decisiones irracionales en el Departamento de Instrucción Pública, hoy Departamento de Educación. Obligaron al maestro González Peña a convertir al excelente conjunto de cañas o maderas en una banda. Esto hizo que buenos músicos tuvieran que empezar de nuevo con instrumentos que no dominaban. Buenos clarinetistas o saxofonistas se vieron obligados a tocar trompetas o trompas. La banda sonaba mal; este cambio frustró a los estudiantes que tenían vocación y experiencia con sus saxofones y clarinetes. Indudablemente todas estas experiencias y sus estudios le prepararon bien como para que ya a los quince años (1957) pudiera presumir que tocó con la Orquesta Marvel Pep y con la orquesta de César Concepción. “El Indio” terminó oficialmente sus estudios en la Escuela Libre de Música en 1958. Durante ese año empezó a tocar saxofones barítono y tenor con la orquesta del clarinetista y arreglista Moncho Usera. Siguió asistiendo a la Escuela Libre de Música aunque no estaba matriculado, Allí ayudaba al maestro Guillermo Figueroa Sanabia con la Orquesta de la Escuela Libre de Música, que dirigía éste. Rafael adquirió mucha experiencia leyendo diversidad de obras musicales a primera vista.
“El Indio” aprendió trucos útiles con Moncho Usera, cuya cantante era Carmita Jiménez. Aprendió que si leía la parte del saxofón barítono en clave de fa en tercera línea podía tocarla con su saxofón tenor. Usaba la clave de do en segunda línea para tocar la parte de saxofón tenor con un saxofón barítono o con un alto. Esto explica por qué aparecen esas claves en tratados teóricos; tienen usos muy prácticos. Así, el joven Rafael llevaba un sólo instrumento a los ensayos y funciones. No tenía que cargar dos saxofones.
A finales del 1959 Moncho Usera disolvió su orquesta. “El Indio” ya había tocado junto a estupendos músicos como los trompetistas Gildo Rodríguez, Bobby Hicks y Víctor Rodríguez. A finales del año 1959, Rafael fue invitado a tocar con la Orquesta Panamericana de Lito Peña. Tocó junto al admirable maestro Leslie López, saxofonista y flautista. En 1960, Lito Peña le dijo a Rafael que se matriculara en el entonces recién fundado Conservatorio de Música de Puerto Rico. Ya se habían matriculado Lito Peña, Héctor Urdaneta y Leslie López, entre otros integrantes de la Orquesta Panamericana. En el Conservatorio Rafael tuvo oportunidades irrepetibles (pero bien aprovechadas) de estudiar clarinete con William McCall, clarinetista del Festival Casals. Empezó estudios de oboe con James Caldwell, oboísta del Festival Casals (quien después fue oboísta de la Orquesta Sinfónica de Washington). Estudió durante seis meses con el oboísta Harry Schulmann. De 1960 al 1963 estudió oboe con el muy influyente profesor David Bourns.
El maestro Martínez cuenta que, mientras fue estudiante del Conservatorio de Música de Puerto Rico, se hacían ensayos todos los sábados. Los estudiantes tenían las segundas sillas mientras que sus profesores tenían las primeras. De esa manera los estudiantes tuvieron múltiples oportunidades de tocar junto a los mejores músicos de ese tiempo en el País. Entre sus compañeros de estudios estuvieron Agustín Guadalupe (trombón), Miguel Besosa (flauta), Nilda Pérez (trompeta) y Olga Iglesias (canto y piano), Raquel Gandía (canto), Nellie García de Justicia (piano) y Tito Lara (trompeta). Aunque no eran de la misma clase, sí coincidieron en el Conservatorio de Música de Puerto Rico.
Hacia el año 1963 “El Indio” tocó oboe con la Orquesta de Conciertos de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras cuando la dirigía el profesor Donald Thompson. También fue músico de la Orquesta del Instituto de Cultura Puertorriqueña dirigida por Kachiro Figueroa. Participó en la grabación de un disco de danzas puertorriqueñas con Rina de Toledo.
Cuando se inició el proceso de reclutamiento para la primera Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, “El Indio” Martínez fue invitado a tocar oboe. Declinó por tener compromisos con la Orquesta Panamericana. Esto ocurrió entre 1962 y 1963. Durante este período grabó con el saxofonista, director y arreglista Ray Santos, como integrante de una orquesta de estrellas denominada Los mejores músicos de Puerto Rico. Eran músicos de la Orquesta Panamericana (Lito Peña también participó), de El Gran Combo y músicos independientes o de otras orquestas y conjuntos.
Escuchen: Calipso ala Duke.
Cindy’s Boogaloo, Ray Santos y Los Mejores Músicos de Puerto Rico.
Ray Santos y los Mejores Músicos de Puerto Rico.
Con la Orquesta Panamericana el maestro Martínez acompañó a Ruth Fernández durante la grabación de dos discos de larga duración. Vea y escuche: [Cuídame lo mío] Ruth Fernández con la Orquesta Panamericana.
De 1964 a 1968, fue saxofonista de la Orquesta de Mario Ortiz. De 1967 al 1968, también tocó con Tito Rodríguez. Entre 1968 y 1973 o 1974 tocó con la orquesta del percusionista argentino Jack del Río. Fue saxofonista de la orquesta del pianista argentino y pionero del jazz en Puerto Rico, Oscar Galende, para el programa televisado “Música en dos tiempos”. Como si fuera poco, el maestro Rafael Martínez también tocó con Noro Morales, Tommy Olivencia, Bobby Valentín, Johnny Johnston, Robert Handschuh, Miguelito Miranda y Rafael “Chivirico” Dávila. Conoció y conversó con el músico de saxofón barítono de la increíble orquesta de Machito: Cecil Payne. Para un buen ejemplo de la música de Mario Ortiz y Orquesta durante este período escuche el bolero Terruño de Biriquín Rivera, padre: Mario Ortiz y su Orquesta-Borinquen [Terruño], 3:46, 3 de septiembre de 2014, www.youtube.com/watch?v=41I77Pynomk Mientras estuvo con la orquesta de Mario Ortiz, “El Indio” tuvo oportunidades de acompañar a Engelbert Humperdinck, Rafael Martos, Freda Payne, Shirlie Basie y Marco Antonio Muñiz.
Rafael Martínez tocó con las orquestas de Jim Withwood, Tito Puente, Machito y Johnny Pacheco. Como saxofonista participó en conciertos de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico y con la Orquesta Filarmónica Arturo Somohano. Acompañó a artistas tan destacados como Sammy Davis Jr., Roberto Carlos, Silverio y Roxana, Liza Minelli, Lucecita Benítez, Tom Jones, Connie Stevens, Yayo el Indio, Jerry Lewis, Justino Díaz, Isabel Pantojas y Pedro Rivera Toledo. Grabó con Gilberto Monroig, Tito Rodríguez, Ruth Fernández, Yayo el Indio, Lito Peña y su Orquesta Panamericana, Mario Ortiz y su Orquesta, Charytín Goyco, Iris Chacón, Mandy Vizoso y su orquesta, Cucco Peña y Billy Carrión. Las siguientes referencias son muestras de la música que interpretó y grabó el maestro Martínez con Lito Peña y su Orquesta Panamericana y, más adelante durante su carrera, con Bobby Valentín:
Lito Peña y su Orquesta Panamericana/Chico Rivera. Que siga la fiesta.
Bobby Valentín, Huracán de pasión.
El maestro Martínez fue músico de programas televisados como El show del mediodía con Rafael Elvira y su Orquesta, Noche de gala con Pedro Rivera Toledo y su Orquesta (con esta orquesta acompañó a Hugo Leonel Vaccaro, Lissette Álvarez y a Axel Anderson), El Show de Iris Chacón y el especial Raíces del Banco Popular. Acompañó a Ruth Fernández en la zarzuela cubana Cecilia Valdés. Fue músico de la película Lo que le pasó a Santiago de Jacobo Morales.
Señala el profesor Martínez que en el recuento de los sesenta años de la historia de la televisión en Puerto Rico no se le ha dado la importancia a los integrantes de las distintas orquestas que amenizaron diversidad de programas televisados. Muchos son los cantantes que durante décadas (y hasta hoy) gozaron de fama, prestigio y capital porque se beneficiaron de muy buena exposición ya que hubo excelentes instrumentistas que constituyeron las orquestas que les acompañaron. Nos cuenta el maestro que fueron muchas ocasiones que con tres o cuatro saxofonistas, tres trompetistas, un contrabajista, un pianista y la percusión realizaron reducciones de arreglos para orquestas de cuerdas u orquestas sinfónicas. Leían a primera vista, cambiaban de claves y transportaban de un tono a otro para sacar a flote cantidad de espectáculos, conciertos, bailes, programas televisados, discos y bandas sonoras para películas.
Durante las décadas de 1950, 1960 y 1970 había en Puerto Rico mayores oportunidades de empleo para los músicos profesionales. La industria del turismo se nutría de las excelencias de nuestros músicos que, a su vez, se ganaban la vida de manera digna y honrada. La televisión también proveyó exposición y empleos.
Alrededor de 1978 fue que Rafael “El Indio” Martínez se inició como docente de la Escuela Libre de Música de San Juan, hoy Escuela Ernesto Ramos Antonini. Sustituyó al siempre bien recordado maestro Marcos Seda. El profesor Martínez ejerció como maestro de oboe, flauta, clarinete y saxofón en esa institución durante veintisiete años. Desde el año 2007 ejerce como profesor de saxofón, oboe, flauta y clarinete en la Escuela Preparatoria del Conservatorio de Música de Puerto Rico.
El testimonio de una de sus estudiantes (1982 al 1988) de la Escuela Libre de Música Ernesto Ramos Antonini, Eunice Lebrón Robles, oboísta, administradora de las Artes y ex decana de la Escuela Preparatoria del Conservatorio de Música de Puerto Rico, habla de esta faceta del maestro Martínez:
“Conocí al maestro Rafael Martínez en el 1982 cuando fui asignada a su estudio de oboe. ‘El Indio’, como cariñosamente le llaman, es un excelente maestro muy dedicado y apasionado de la enseñanza. En la Libre motivó y enseñó a muchísimos alumnos; era maestro de oboe, flauta, clarinete y saxofón. Puedo decir que nos enseñó a amar y respetar la música desde el primer momento”.
“Algo particular del maestro es su trabajo e insistencia en el concepto del sonido, es algo peculiar que tienen todos sus estudiantes no importa el instrumento que enseñe, siempre insiste desde el inicio en una buena producción de sonido”.
“Gracias al maestro pude aprender no solo cómo tocar el instrumento sino cómo tocar en público y dominar el escenario con seguridad; siempre estaba al lado de sus estudiantes. Recuerdo que la primera vez que toqué estaba a mi lado, tras el escenario, con una botellita de agua de azahar para los nervios. Así, y con el consejo de que me parara en el escenario como un elefante, fue que aprendí a dominar los nervios en el escenario desde muy joven”.
“Recuerdo también cuando preparé mi audición para entrar al Conservatorio. Llevó a tres estudiantes de oboe para ingresar en el Programa de Admisión Tempana, y cuál no sería mi gran sorpresa al entrar a la audición muy nerviosa y verlo a él sentado dentro del salón para escucharnos y darnos seguridad; no sé cómo lo hizo pero entró y se sentó en primera fila”.
“Cuando se retiró de la Escuela Libre de Música de San Juan yo era decana de la Escuela Preparatoria del Conservatorio de Música de Puerto Rico. Le llamé para que me ayudara a hacer crecer el programa de cañas de la Preparatoria y dijo que sí. Su trabajo rindió frutos rápidamente; su experiencia y entusiasmo hizo que aumentara considerablemente el número de estudiantes en muy poco tiempo. Aún habiendo dedicado gran parte de su vida como maestro de jóvenes, no tuvo reparos en atender adultos, con mucho éxito también”.
El siguiente testimonio muy bien explica e ilustra el admirable proceder de un gran músico y educador. Lo aporta la doctora Frances Colón, profesora de oboe del Conservatorio de Música de Puerto Rico, presidenta de la Fundación Frances Colón y principal oboísta de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico:
“‘El Indio’ Martínez… Es como cariñosamente llamamos al maestro Rafael Martínez. Estudié en la Escuela Libre de Música desde noveno grado hasta cuarto año. Maestro de vocación, siempre ha sido dedicado a sus estudiantes, conocido por dar la milla extra, ‘El Indio’ no tan solo impartía clases de instrumentos de vientos, pero velaba por sus estudiantes”.
“Recuerdo vívidamente la ocasión en que tocaban la ventana de mi casa. Eran las ventanas de metal y resonaban fuertemente al ser tocadas. Mientras tocaba llamaba a mi amada madre para hablar con ella. ‘El Indio’ había ido directamente a mi casa a reportarle a mi madre sobre mi comportamiento fuera de la escuela, ya que me iba de la escuela a comer con mis amistades, lo cual, según su criterio, no debía hacer. Mi madre, muy agradecida al maestro que daba la milla extra, reconoció que no se limitaba a enseñar música, pero también enseñaba valores para formar mejores ciudadanos”.
“Mr. Martínez siempre ha estado ahí para mí y para todos sus estudiantes. Aún retirado sostenemos conversaciones para que se dedique un poco de más tiempo a sí mismo, que disfrute de su retiro y enseñe solamente a tarea parcial. Sin embargo, él continúa trabajando con la misma vocación y la misma dedicación que siempre lo ha destacado. Rafael ‘El Indio’ Martínez… un ejemplo a seguir de un extraordinario maestro y ser humano”.
Conozco al maestro Rafael “El Indio” Martínez hace treinta años. Es un profesional intachable, serio, sumamente dedicado y con sólida formación artística y académica. Tiene amplísima experiencia en espectáculos musicales en los grandes salones de hoteles y lugares para el turismo. Es músico de estudios de grabaciones y de los canales de televisión. Ha participado en eventos sinfónicos además de bailes y fiestas patronales. Es músico de teatro y cine. Como si esto fuera poco, son muchos sus ex estudiantes exitosos. Entre ellos están los saxofonistas Miguel Zenón y José “Furito” Ríos además de la oboísta doctora Frances Colón, principal de oboe de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico. El maestro Martínez es un músico y artista con vastísima experiencia por años bien aprovechados de actividades docentes y musicales. Ante músicos como “El Indio” es que suelo exclamar (aunque parezca broma, lo digo por admiración sincera y profunda): “Cuando yo sea grande, quiero ser como él”.