Lo que ya no pensamos
Lamentablemente, ese momento casi sagrado se ha convertido en uno de los últimos espacios de privacidad que nos quedan. Porque, debido a cómo ha aumentado nuestra vida «en línea» (o en smartphone) y a una concurrente reducción del tiempo que pasamos cara a cara con otro ser humano, un porcentaje cada vez más grande de nuestros pensamientos ahora es fácilmente accesible como información digital.
¿No era Karl Marx quien dijo una vez que eventualmente todo lo que consideramos sólido –naciones, instituciones como la prensa, el propio mecanismo de producción, se iba a derretir en el aire? Pues hoy día, el reverso está pasando con nuestros pensamientos. Se están concretizando voluminosamente y si tienes un archivo y una compu, nunca serán destruidos.
Siglo y pico después de Marx, Foucault implicó que las confesiones de las prácticas sexuales en los siglos antes del modernismo fueron claves en formar la esencia de la “verdad.” Ahora el internet, la pornografía –confesiones de prácticas sexuales– domina casi todo. Entonces se puede imaginar que la verdad ahora se forma de confesiones de lo que quisieras comprar, las vacaciones con la familia, quizás unas opiniones sobre la política medio sospechosas, y también cualquier pensamiento que no tenga que ver con sexo.
En esta escena de la película The Conversation, dirigida por Francis Ford Coppola en el 1974, un investigador privado usa métodos ya obsoletos para vigilar a una pareja sospechosa de una trama de asesinato. El personaje, protagonizado por Gene Hackman, se va a confesarle a un cura que quizás lo que está haciendo está mal. Aquellos que no postulan que Snowden es doble-agente creen que él también se siente culpable y el crimen suyo fue hacer una confesión. Pero las revelaciones de Snowden más molestosas son sobre el hecho de que la NSA puede compilar fácilmente un perfil de cualquier persona, de todo lo que has pensado, dicho, o comprado en Amazon, y que en un futuro pueden usar todo eso contra uno. Si las condiciones económicas siguen empeorando, y las tensiones raciales y de clase social continúan, o si simplemente se siguen presentando frecuentes amenazas terroristas, es posible que este tipo de cosa pasará.
Pero lo gracioso es que para los que vivimos o hemos vivido bajo esta condición llamada colonia, nada de esto es nuevo. Hay evidencia de que las raíces del estado de vigilancia nacieron precisamente en las colonias que los Estados Unidos adquirieron al cabo de la guerra con España en 1898. Este artículo cuenta la historia de los esfuerzos de un capitán del ejército llamado Ralph Von Deman, que se conoce como “el padre de la inteligencia militar de los Estados Unidos.” Aunque empezó sus prácticas en Puerto Rico y Cuba, cuando llegó a las Filipinas compiló “extremadamente detallada información sobre miles de líderes filipinos, incluso su apariencia física, sus finanzas personales, propiedades, lealtades políticas, y redes de parientes” para controlar las posibilidades de rebeliones allá.
Claro que las famosas carpetas o “listas de subversivos” que el FBI ha mantenido en Puerto Rico son un fenómeno que lógicamente se desarrolló a partir de la persecución y encarcelación de varios nacionalistas bajo cargos ridículos, y por supuesto de la ley de la mordaza que prohibió los discursos y me imagino afectó el pensamiento de los individuos a largo plazo.
Ahora, en los Estados Unidos, la persona cotidiana se enfrenta con este mecanismo de vigilancia que además fue modernizado en las guerras de Irak y Afganistán, inclusive vigilancia de drones para patrullar sobre el Parque Central si lo encontraran necesario. Sabiendo ya, a través de las revelaciones de Snowden, que todo lo que escribes en internet, o mensajes de texto, está siendo vigilado, quizás ahora en un email a tu compañer@, en vez de mencionar a Malcolm X, prefieres a Martin Luther King, o quizás Chris Rock. Si sale un libro interesante sobre la época islámica en España, ¿te atreves a mandarlo por Amazon a tu amigo? ¿Y tendrás dudas sobre postear o no en Twitter un artículo que habla de un movimiento obrero-socialista en Europa?
Al fin y al cabo, el efecto es que, poco a poco, ya ni vas a pensar en cosas como estas. Se puede decir que los resultados de varios “plebiscitos” nos indican que casi ni se piensa la independencia en Puerto Rico.
Claramente, la criminalidad de Snowden no radica en el peligro para la seguridad nacional; Snowden está caliente porque reveló lo que el gobierno no quería que nadie supiera. Pero ahora que tenemos esa información, lo que puede pasar es otra cosa; el lento proceso de la auto-censura. De pensamientos que quizás no nos sentimos cómodos expresándolos ni a nuestro seres queridos. Los que estamos empezando a borrar hasta cuando nos encontramos solos con ellos.