Los gilets jaunes inspiran otras protestas populares
Las protestas de los estudiantes se centran en oposición al reaccionario régimen de pruebas de fin del año impuesto por el gobierno y nuevas restricciones al acceso a la universidad. Por abrumadora mayoría, los estudiantes de secundaria han unido sus voces en apoyo a los chaleco amarillos y, durante el fin de semana pasado, muchos de ellos participaron en las masivas protestas. Desde que se hizo viral un video de YouTube en que muestra más de 60 estudiantes puestos de rodillas con las manos detrás de las espaldas y cabezas por miembros de la fuerza de choque armadas, la lucha de los estudiantes de secundaria ha recibido el apoyo masivo de la población. Varios de los líderes estudiantiles expresaron su ira después del discurso por Macron el lunes. Además de tergiversar cínicamente la cuestión de la violencia, el presidente francés no respondió a ninguna de las demandas de los estudiantes.
Más allá de Francia, y para disgusto de los capitalistas del mundo, los chalecos amarillos también han inspirado solidaridad e imitación. Ya se ha informado ampliamente de las manifestaciones paralelas que tuvieron lugar el fin de semana pasado en Bélgica, donde Bruselas fue escena choques violentos entre manifestantes y la policía, y 400 personas fueron arrestadas, así como Holanda, donde se manifestaron en Rotterdam y La Haya. En Irak la semana pasada la provincia sureña de Basra fue la escena de una protesta militante de trabajadores vestidos con chalecos amarillos quienes reclamaban mejores servicios como agua y luz. En Túnez, por el norte de África, también se nota la influencia de los gilets jaunes con la formación de un grupo autodenominado de chalecos rojos, cuyo objetivo es organizar una serie de protestas pacíficas para oponerse a la corrupción gubernamental, el desempleo, el alto costo de vida y las restricciones a la libre expresión y otros derechos democráticos. En lo que fue el más claro ejemplo del temor al contagio del ejemplo francés entre las clases dominantes, en Egipto, el gobierno del ultra reaccionario al-Sisi ha prohibido la venta de chalecos amarillos hasta finales de enero en anticipación de protestas populares con motivo del aniversario del levantamiento popular que tumbó a Hosni Mubarak.
En todo el mundo, los elementos conscientes entre las masas trabajadoras han seguido los eventos en Francia con gran interés. La farsa detrás de lo que Macron intentó presentar como una serie de «concesiones» durante su discurso el lunes ha sido revelada. Los capitalistas y sus representantes políticos no ofrecen soluciones reales a los problemas que enfrentan las masas. Se ha convocado una nueva jornada de protestas para este fin de semana. El Estado capitalista, cada vez más, y con mayor claridad, deja caer su velo de neutralidad, así como toda pretensión democrática. Las cuestiones de liderato político, objetivos y estrategia se elevan a primer plano. Tal es el estado de las cosas en la actualidad.