Los únicos responsables de la violación son los violadores
Hace días debato si publicar esto o no. No quiero insertarme en este debate como víctima, porque no lo soy, ni quiero ocupar el espacio de denuncia necesario para las mujeres, que son quienes en estos momentos están siendo cuestionadas (¡una vez más!) cuando denuncian acosadores. Pero quiero hablar del enjuiciamiento innecesario de madres y padres ante la conducta de violadores en serie, de acosadores en serie.
A los 15 años trabajé en una tienda donde me quedaba solo dos o tres horas. Era un sitio seguro, pero mi mamá siempre se preocupaba un poco. Un amigo de ella, mayor que ella, profesional, muy respetado en la comunidad, casado y con hijxs, le dijo: “Yo a veces no tengo nada que hacer en las tardes, si puedo paso y así lo velo y no está solo.” Eso un poco tranquilizó a Mami.
En la primera visita comenzaron las insinuaciones. Comenzaba oraciones que él mismo interrumpía a mitad fingiendo rubor, empacho. Nunca le pregunté o pedí que terminara las oraciones. Yo hablaba de otras cosas o seguía trabajando, ignorando. Varias semanas después, terminaba las oraciones sin problema. Siempre eran de índole sexual, la intención, pienso yo, era estimularme a hablar del tema y descubrir cuanto sabía del mismo. Nunca mordí, le picheaba, me hacía el sordo o seguía trabajando o hablaba de otra cosa.
Varias semanas después mencionó casualmente que él se había acostado con hombres, que eso era normal y común. Que los hombres buscaban satisfacción fuera del hogar cuando las mujeres los aburrían. Lo miré serio, pienso que con cara de desdén, aburrimiento, no le contesté nada, seguí trabajando. Nunca estuvo más de una hora, nunca visitó dos veces la misma semana.
Un día se prospasó, o al menos cruzó la línea que yo en mi mente había trazado, yo quería que fuera una línea donde él no pudiera alegar mal interpretación. A mi edad y con mi “homosexualidad latente” no me iban a creer. Le insulté, lo boté del sitio y se lo dije a Mami esa semana. Pienso que lo que me ayudó es que ya estaba activo sexualmente con una “pareja” de la misma edad mía y pensando en salir del closet. Ya mi “pareja” y yo conocíamos de gente como este señor.
Escribo porque nada que mi papá y mi mamá hubieran hecho pudo impedir esa situación, ni en el trabajo, ni en la escuela, ni en la calle. Nunca me hablaron de sexo, aunque les juro que ellxs eran las últimas personas con las que yo quería hablar del tema. Sí me dijeron que ningún hombre debía tocar a otro hombre. Me lo dijeron una sola vez, de niño. Pero en mi época, padres y madres no necesariamente tenían las herramientas. Recuerden que hasta hace poco a las muchachas menores las casaban con sus violadores. Podemos reconocer que el camino y luchas contra el patriarcado ha sido largo y escabroso. Escribo mi experiencia, que jamás se puede comparar con la de alguna joven insegura o intimidada o inclusive engañada con ofertas de futuros mejores y excitantes. Pero así es que trabaja esa gente, ellos saben “echar maíz”, son cuidadosos y al principio todo lo que dicen se puede ver como malentendido, paranoia o locura, que son siempre sus defensas. Mi padre y mi madre hicieron todo lo que pudieron hacer, con sus conocimientos, su formación católica y con los prejuicios entonces prevalentes. Aún así, me pudo pasar a mí.
Podemos hacer otras tres cosas, más productivas, que tendrían mejor resultado que acusar a padres y madres, para que no hayan más violaciones o acosos.
- Insistir en que se reintegren a los currículos de Educación las guías para educación sexual y las de perspectiva de género. Pienso que tiene valor que estudiantes juntxs escuchen a la vez lo que es violación, lo que es acoso y lo que significan. La oposición principal de lxs fundamentalistas es que el gobierno debe dejar eso para el padre y la madre en la casa. Padres y madres la mayor parte de las veces no tienen ni el conocimiento ni las herramientas para hacerlo. Además, la mayoría de los jóvenes prefieren tener esa conversación con cualquier otra persona.
- Creerle siempre a las jóvenes cuando denuncian los acosos e investigar lo más pronto posible las situaciones denunciadas.
- Reconocer que la única persona responsable del acoso es quien acosa. La única persona responsable de la violación es quien viola.