Medios alternos magnetizan a jóvenes cubanos
Es una dinámica que surge del cada vez mayor acceso a las redes informativas del gran espectro ciberespacial, a pesar de que todavía sólo hay conexión Internet en 5% de los hogares cubanos.
El despunte comenzó a partir de 2010 cuando Etecsa, la empresa de telecomunicaciones estatal, comenzó a instalar conexiones inalámbricas (WiFi) por lugares claves del país, al menos 35 de ellos en la populosa La Habana.
Esto alteró las reglas de acreditación informativa.
Ahora, ningún periodista cubano –o extranjero– tiene que pasar por el «engorroso» proceso de registrarse en el Centro de Prensa Internacional para poder hacer comunicaciones sociales desde Cuba, indican los activistas de la nueva Web cubana.
Fiel a la ingeniosidad cubana, en efecto, se ha activado una ristra de blogueros nativos dentro de la todavía pobre infraestructura de conexión a las redes internacionales de la Web. Paralelo a esto, y con igual ahínco, el Gobierno activó unos 150 sitios oficiales estilo bitácora, mayormente para dar voz virtual a comunicadores de provincia, a organizaciones de trabajadores, de juventud, educación superior y a los gremios profesionales.
De igual modo, el 87 por ciento de los negocios del Estado tienen sus propios blogs, en su mayoría para turismo interno e internacional. Entre los blogueros informales –no menos de 200 al momento– se colabora mucho con la prensa extranjera, la mayoría portales del exilio cubano.
Muchos de los nativos digitales aspiran a tener sus propios portales, pero carecen de acceso a los servidores “.cu” que administra el gobierno nacional.
Periodismo de estado
Cuba estatificó todos los medios en 1960. El periodismo se comenzó a enseñar en institutos técnicos a partir del 1943. La profesión alcanzó certificado de licenciatura a nivel universitario a partir de 1965. Hoy en día existe toda una Facultad de Comunicaciones en la Universidad de la Habana y cinco campus adicionales de la especialidad por toda Cuba. Lo complementan institutos de investigación y de desarrollo técnico como lo es la Universidad de la Ciencias Informáticas (UCI).
A nivel graduado, el Instituto Internacional de Periodismo José Martí –-adscrito a la Unión de Periodistas Cubanos (UPEC)– ofrece diplomas, cursos y seminarios profesionales sobre ciberperiodismo para comunicadores nacionales y extranjeros, todo sin costo para los participantes. Estudiantes cubanos de posgrado pueden, de igual modo, aprovechar los cursos del Instituto para adelantar su profesión, explicó Ariel Terrero, director.
La educación universitaria es gratis en Cuba, pero los alumnos no reciben becas en dinero. «Los estudiantes sí tienen que rendir servicio social y militar de obligado por dos a tres años, dependiendo de las carrera que escoja», explicó, por su parte, el profesor de la Universidad de Habana, Fidel Rodríguez Fernández. Incluso, se le dan internados pagos en los medios nacionales como parte de su preparación.
El experto en hipermedia, adscrito al Instituto Martí, estudia tenazmente la funcionalidad de los fenómenos espontáneos de comunicación social que ocurren en Cuba, casi siempre mediante el ingenio técnico furtivo de los jóvenes internautas.
“Nuestras investigaciones cibernéticas nos indicaron que en La Habana surgió sin intervención del Estado, en pocos menos de dos años toda una red informal de 20 mil personas interconectadas por cuenta propia. Es todo un fenómeno underground y nos interesa ver su funcionalidad», afirmó Rodríguez Fernández en entrevista.
Antonio Moltó Martorell, director de la UPEC , señaló que el compromiso este momento en Cuba es examinar a fondo tales ocurrencias para corregir las insuficiencias del periodismo oficial.
«El compromiso de los docentes, alumnos y la UPEC es definir la mejor funcionalidad de los medios modernos, aprender de todas las experiencias internas y externas para garantizar las mas elevada preparación laboral», aseveró Moltó Martorell.
La Constitución cubana garantiza la plena libertad de prensa y de expresión en conformidad con las metas del socialismo. Igual que casi todos los países, las cúpulas políticas son las que definen cuales son tales metas y como inciden sobre la seguridad nacional.
Contextualizar
Muchos comunicadores informales temen que los tradicionales controles informativos del Gobierno podrían incidir ahora en el ciberespacio informativo cubano. Su pensar es que la prensa formal e informa siempre funciona mejor libre de autoridad y control.
En Cuba hay 4,200 periodistas nacionales y unos 220 extranjeros, la mayor cantidad en su historia.
Igual consenso parece existir entre los maestros de los medios cubanos. Se percibe la voluntad de que las investigaciones de los institutos logren darle un mayor contexto profesional a la ardua tarea de informar a cabalidad sobre el funcionamiento del Estado. Se nota una vocación correctiva porque todo funcione de ahora en adelante sin la infusión del llamado «secretismo» de Estado, considerado uno de los lastres de la Revolución.
Es decir, tanto los estudiosos del proceso revolucionario como los expertos en la nueva informática concuerdan –desde hace ya una década y ahora frente la renovación de relaciones con Estados Unidos– que hay que examinar las nuevas dinámicas informativas e infundirle mejor funcionamiento.
«Cuba se adapta a las realidades del momento. No tenemos camisa de fuerza», comentó Moltó Martorell durante entrevistas en su despacho de la UPEC.
Incluso, el Instituto Martí acaba de abrir un nuevo curso para periodistas específicamente sobre el rumbo de las relaciones Cuba-Estados Unidos.
«En efecto, reclutamos expertos en el tema con el fin de auscultar las probabilidades, siempre desde el punto de vista de las novedades comunicativas del siglo 21», dijo, por su parte, Terrero como director del Instituto Martí.
No obstante, tanto Moltó Martorell como Terrero dicen tener claro que si bien Estados Unidos “ha alterado sus estrategias de contacto con Cuba, no ha cambiado sus objetivos ulteriores”.
Tampoco lo ha hecho Cuba.
«Hay ahora acercamientos culturales, académicos y de negocios entre ambas naciones, pero los objetivos de que Cuba preserve su soberanía nacional y proteja la seguridad de Estado. Eso no se pone en juego,» afirmó Terrero.
Llave de apertura
Los cibernautas jóvenes, un poco más impacientes, consideran a laprensa alternativa como una de las vías para agilizar el acceso a lasredes internacionales.
La periodista Maya Quiroga se insertó en los medios alternativos por unadecisión propia, para incrementar el presupuesto familiar y poderhablar de la cultura cubana, vista desde otras aristas, en páginas yportales internacionales.
Quiroga, quien desde hace casi dos años trabaja en la radio cubanacomo locutora, en su tiempo libre escribe para medios nacionales, ypara otros alternativos que se generan fuera de la Isla como OnCuba, Cuba contemporánea y Cuban Art News.
Otros jóvenes periodistas contribuyen con contenidos a blogs comoCuadernodecuba.net, Cubanow.com y Havana Journal, cuyos dominiosradican en servidores de Estados Unidos.
«Por lo general, las más jóvenes generaciones de cubanos no acceden ala prensa plana para enterarse de los sucesos. Prefieren hacerlo através de las versiones digitales de los medios oficiales o medianteotras páginas alternativas. En ese sentido, ha cobrado granimportancia la prensa digital –por su mayor inmediatez– a pesar de losserios problemas de accesibilidad a la Web en Cuba», afirmó Quiroga.
Miles de nativos digitales cubanos viven casi a diario en perpetuorastreo de las señales Wifi que emanan de los alrededores de hotelesde turismo y de los salones de navegación de la Red que instalóEtecsa.
Hoy se nota cierta «rebeldía» de muchos jóvenes hacia medios tradicionales, por desconfianza y por ser todavía muy estáticos, unasituación que da forma a un nuevo universo de cibernautas underground, a veces mediante conexiones ilegales y señales pirateadas. Crean suspropios foros, textean frenéticamente, intercambian argumentos yexperiencias a través de los nuevos blogs.
No obstante, una muestra de la incipiente interactividad en los mediosde comunicación nacionales es que desde la redacción de los periódicostradicionales, que se publican en papel, muchas veces se logranconexiones en tiempo real a la red de redes, un fenómeno informáticototalmente nuevo en Cuba.
Quiroga indicó que el llamado chateo a través de “foros online”, mediados por la presencia de un periodista que se encuentra en laredacción del diario, son los que más llaman la atención de losjóvenes y adultos pues les permiten opinar, comentar y debatir, en lasredes sociales cubanas con deportistas, artistas famosos y hasta conrepresentantes de algunos ministerios e instituciones estatales que responden a inquietudes de la población.
Hasta el propio Gobierno lo espolea. Sitios oficiales como cubahora.cu, juventudrebelde y cubadebate dan oportunidad libre alrecio intercambio de ideas y de lanzar críticas o juicios. Es undiscurso virtual típicamente cubano con su picardía y su mordacidad. “Hace falta incrementar la cultura de debate en Cuba”, opinó Quiroga.
“En ocasiones los internautas ofenden a los periodistas cuando nocomparten sus opiniones e incluso, agreden verbalmente a otrosparticipantes en esos foros de discusión”.
“No tengo una bolita mágica para adivinar el futuro pero, inevitablemente, con la preparación y la experiencia que ya existe, las nuevas generaciones pueden llegar a propiciar cambios en la manerade ejercer el periodismo en los medios digitales cubanos», sentenció, por su parte, Bruno Suárez, profesor de realización radial en la Facultad deComunicación Social y de la Facultad de Arte de los Medios deComunicación Audiovisual.
El autor es Periodista y profesor de multimedia en universidades de Puerto Rico y Estados Unidos.