En Ñam-Ñam no hay sentido, ni afuera, una vez se ha sido devorada por la mar. No hay afuera sensorial en la incorporación sensible de lo que nombramos con la palabra “música”.
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En Ñam-Ñam no hay sentido, ni afuera, una vez se ha sido devorada por la mar. No hay afuera sensorial en la incorporación sensible de lo que nombramos con la palabra “música”.