¿Quién fue Santiago R. Palmer?
Santiago Rosendo Palmer Irizarry nació en el Barrio El Guamá de San Germán el 25 de febrero de 1844.[2] Fueron sus padres Gaspar Palmer y Juana Antonia Irizarry.[3] Luego de vivir sus primeros años en la zona rural del mencionado municipio, se trasladó junto a sus padres a vivir en la incipiente zona urbana de la referida localidad durante la década del 1850. Allí cursó estudios primarios bajo la tutela del maestro Bartolomé Fart, dentro del modelo educativo que se había implantado pocos años antes en la Isla, y que daría paso a la creación de la Academia Real de Buenas Letras.[4]
Eventualmente, Palmer contrajo matrimonio con Catalina Augusta Romaguera Ávila, también natural de San Germán.[5]
Sobre sus primeros pasos en el ámbito laboral, Modesto Cordero relata lo siguiente:
Desde muy joven, Palmer demostró que era un espíritu luchador, capaz de triunfar en todos los empeños de su voluntad; y ya a los catorce años de edad desempeñaba las funciones de escribiente en la Secretaría Municipal bajo la dirección de don Luis Gomila que en el 1860 fue nombrado Alcalde de Adjuntas, llevándose a dicho pueblo al joven Palmer para que ocupara la plaza de primer escribiente de aquel Municipio, retornando después a San Germán para ir a ocupar la plaza de Secretario Municipal del pueblo de Sabana Grande. Quiso después ser Escribano y Notario Público, que eran títulos de grandes campanillas y alto prestigio en la comunidad y al efecto en el año 1865 ingresó como escribiente de don Tomás Ramírez que representaba la escribanía de don José Demetrio Quiñones y Ramos.[6]
La última escribanía mencionada por Cordero estaba ubicada en San Germán. Palmer ejerció su oficio en su pueblo natal hasta 1869.
Fue durante su regreso por razones profesionales a la llamada “Ciudad de las Lomas” que comenzó su participación en la Masonería. Dejándonos llevar por su trayectoria política (la cual reseñaremos más adelante), podría alegarse que su interés por la Orden surgió de sus simpatías por las ideas liberales.
Sobre este aspecto, José Gónzalez Ginorio dijo:
Auras de libertad han soplado siempre sobre estas bellas islas del Caribe. Palmer las respiró, y absorvió y saturó su espíritu de su balsámico aroma. A los impulsos de su impetuosa juventud se unieron sus ansias libertarias, y se unió a todos los movimientos redentores de aquella época, sin tener en cuenta si eran peligrosos o no; solamente siguió el dictado de su conciencia.
Para el año a que nos referimos, 1865, la Francmasonería ya estaba establecida en Puerto Rico, aunque haciendo sentir solamente su acción, y no su presencia, por razones obvias. Decir patriota, era decir Masón, con muy raras excepciones en que el patriota lo era por excelencia, sin el aditamento de la afiliación a la Orden Masónica. Pero en buena lógica las excepciones confirman las reglas generales.
Palmer fue del grupo numeroso de los patriotas-masones, unidos sin reservas a los demás patriotas que no eran miembros de la Fraternidad. En las Logias, sin embargo, era notable siempre la presencia de los puertorriqueños que dirigían el movimiento libertario (énfasis provisto en el original).[7]
Por otra parte, Carlos Orama Padilla plantea en verso un pensamiento similar al de González Ginorio:
Ya está en la lucha Palmer
templando espíritu y brazo,
aunque de años escaso,
alma fuerte y pecho fiel;
es su tiempo y es de él
la batalla venidera;
un duro tiempo le espera
para implantar la Verdad;
va en pos de la libertad
la que el apóstol venera.
El escoge dos senderos
en busca de su ideal;
uno es lazo fraternal
de amor, y de luz, venero;
se acerca al hombre sincero
y le habla de masonería,
de la luz de un nuevo día
y del hombre la igualdad;
la hermosa fraternidad
rompe en flor de lozanía.
El otro es camino duro
que al hombre, a veces, separa,
mas Palmer a él se encara
con un fin muy noble y puro;
ya es hombre recto y maduro,
y a Baldorioty acompaña;
con él hace campaña
en pro de la autonomía,
ambos con alma bravía
pelearon contra España.
Dos luchas y un pensamiento
tuvo Palmer en su vida,
dos corceles y una brida
al servicio del talento;
en la lucha estuvo atento,
al triunfo de su ideal;
en lucha con el rival
fue sano ejemplo de hombría,
rara casta de hidalguía
mano ancha y bien leal.[8]
Palmer inició su vida masónica en la logia Unión Germana #8 de San Germán en el 1866. Dicho taller fue fundado en ese mismo año bajo la jurisdicción de la Gran Logia Simbólica de Santo Domingo. Allí recibió el eventual primer Gran Maestro de la GLSPR los grados de Aprendiz, Compañero y Maestro Masón.[9] Según el reconocido historiador de la masonería puertorriqueña Juan Palacín Mejías, dicha logia se mantuvo activa hasta el año 1868.[10]
En 1869, Palmer se reubicó en Mayagüez por un breve tiempo[11], y durante ese periodo inició su vida política como uno de los fundadores del Partido Liberal Reformista.[12]
En 1871 compra la escribanía del pueblo de Coamo. Poco tiempo después regresa a Mayagüez, luego de adquirir la escribanía de dicho municipio. Allí, para cumplir con los requerimientos legales de la época, obtuvo el título de notario.[13]
Al regresar al área oeste de la Isla, Palmer reinicia sus actividades masónicas, esta vez como miembro fundador de la logia Tercera Prudencia de San Germán. Este Taller fue fundado el 13 de noviembre de 1873, y estaba adscrito a la Gran Logia de Colón (Cuba). Palmer ocupó la posición de Segundo Vigilante de la logia. Además, poseía el Grado 32 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el cual le había sido otorgado por el Consistorio que operaba en San Germán bajo la Jurisdicción del Supremo Consejo del Grado 33 de Colón.[14]
El quehacer masónico y político del personaje que estudiamos se vio interrumpido por el ambiente de represión que se vivió en Puerto Rico luego de la caída de la República Española y el regreso a la gobernación del militar ultraconservador José Laureano Sanz.[15] No obstante, a partir del 1876, pudo el entonces Notario de Mayagüez reanudar sus actividades en ambos renglones.
Sobre la dinámica política que se vivió en la ciudad conocida como “La Sultana del Oeste” durante ese momento histórico, Cayetano Coll y Toste sostiene lo siguiente:
Constituido en Mayaguez el Comité Liberal Reformista, Palmer fue una de sus primeras columnas. Fue preciso reorganizarlo todo y llevar la voz de aliento a todas partes; y en todo el distrito se sentía la viril propaganda del hijo de San Germán; de aquel hombre débil de cuerpo, pero de espíritu templado en el yunque del heroísmo, que había aprendido en las secretarías de los Ayuntamientos y en las escribanías públicas a contrarrestar tozudamente la astucia de los conservadores; de aquel hombre, que se multiplicaba por los pueblos de la comarca en propaganda liberal; de aquel hombre, acicate noble de sus contemporáneos de la ciudad del Oeste. La casa de Palmer era casino y templo. En ella se congregaban Carbonell, Ruiz Quiñones, Monagas (D. Carlos), Monge, Tió Segarra, Isaac Martínez, Guzmán Benítez (D. José) y otros entusiastas liberales; hombres de alta cultura, de espíritu batallador y que comprendían, como dice Lamennais, que los pueblos tienen que ganar la libertad, que es su pan, con el sudor de su frente. Ellos impulsaban en Mayaguez el movimiento liberal necesario para levantar el espíritu de los vencidos sin luchar, de los tímidos y apocados de siempre, de los indiferentes y de los hombres negativos de todas las épocas.[16]
En cuanto al ámbito masónico, Palmer recibió en el 1876 los grados de la Orden de la Estrella de Oriente del fundador de dicha organización, el norteamericano Robert Morris.[17] El 30 de junio de 1877, fundó junto a varios masones mayagüezanos la logia Adelphia, organización que jugaría posteriormente un importante rol en su estrategia para crear una jurisdicción masónica autóctona. En dicho taller ocupó inicialmente el puesto de Primer Vigilante.[18] Palmer fue nombrado en 1878 Diputado para Puerto Rico de la Gran Logia Simbólica de Colón.[19] En el 1879 fue electo como Venerable Maestro de Adelphia. La logia operó en su primera época hasta el 1880.[20]
Aunque varios de los autores citados hasta este punto coinciden en señalar que Palmer ejerció sin mayores complicaciones la notaria en “La Sultana del Oeste” hasta el 1892, dos expedientes localizados por quien escribe estas líneas en el Archivo General de Puerto Rico contradicen esa versión.
El 5 de abril de 1881, el Ex Venerable Maestro de Adelphia presentó ante la Audiencia Territorial su renuncia a la Notaría de Mayagüez en favor del licenciado José Marcial López e Irizarry. En el expediente que documenta la solicitud, se indica que Palmer había ocupado la referida notaría desde el 14 de marzo de 1873, luego de la renuncia de Rafael Bello. La renuncia fue aceptada el 28 de abril de 1881.[21]
Aparentemente, la renuncia a favor de López e Irizarry (quien, según consta en las actas del 1878 de la logia Adelphia, obtuvo balotaje favorable para ser iniciado en dicho taller,[22] llevándose a cabo la ceremonia el 23 de noviembre de 1878[23]) no se materializó; o Palmer retomó sus funciones como notario en Mayagüez en algún otro momento, ya que, el 26 de diciembre de 1884 éste solicitó a la Audiencia Territorial ser sustituido en su puesto por el notario del pueblo de Añasco. Alegaba en su solicitud que no podía atender sus deberes por exceso de trabajo y por falta de disponibilidad del otro notario de Mayagüez. La solicitud de Palmer fue denegada por la Audiencia Territorial el 31 de enero de 1885.[24]
Otro dato que han ofrecido varios de los autores citados está relacionado con la supuesta participación de Palmer en el periodismo liberal de la década del 1880. Aunque en varias biografías se menciona que Palmer fue colaborador de los periódicos mayagüezanos El Propagador (1882), La Propaganda (1883-1884) y La Tarde (1880-1882), el ya mencionado hermano e investigador Luis E. Santiago Ramos ha indicado que en una búsqueda exhaustiva en los archivos que albergan los ejemplares disponibles de dichos rotativos no encontró ningún artículo de la autoría de Palmer.[25] Como medida de corroboración, consultamos las referencias que sobre los mencionados periódicos hace Antonio S. Pedreira en su clásico trabajo de investigación El Periodismo en Puerto Rico, y éste no menciona a Palmer como parte de la administración o del cuerpo de redactores y colaboradores de los mismos.[26]
El 25 de febrero de 1883, Palmer fue nombrado como Diputado Gran Maestro de Distrito para Puerto Rico por la Gran Logia Unida de Colón e Isla de Cuba (GLUCIC),[27] la cual se formó en 1880 a raíz de la consolidación de las dos jurisdicciones autóctonas que reclamaban jurisdicción sobre el territorio masónico cubano.[28] El 19 de abril de ese mismo año, el sangermeño se congregó con otros 35 masones para reorganizar la logia Adelphia. Palmer fue electo una vez más como Venerable Maestro.[29] A partir de ese momento y hasta 1885, comienza una intensa labor proselitista, dirigida primero a consolidar los reclamos jurisdiccionales de la masonería cubana frente a las grandes potencias masónicas españolas que fundaron logias en la Isla; para luego crear una gran logia autóctona, a partir de una cesión de territorio (para más detalles sobre dicho proceso, ver el próximo capítulo de esta obra).
José González Ginorio (quien fuera Gran Maestro, Gran Secretario, Gran Historiador y Gran Instructor General de la GLSPR), resume la gestión de Palmer durante mediados de la década del 1880 de la siguiente forma:
Con las ocho logias que había establecidas en Puerto Rico en el año 1884, se organizó en esta Antilla LA GRAN LOGIA PROVINCIAL DE PUERTO RICO, a la cual se le dio la misma constitución y estatutos que la Gran Logia Unida había aprobado para la Gran Logia Provincial de Santiago de Cuba. LA GRAN LOGIA PROVINCIAL DE PUERTO RICO tuvo su sede en la ciudad de Mayagüez, al oeste de la Isla, sitio donde residía el Diputado Gran Maestro V:.H:. Santiago R. Palmer, Representante del Gran Maestro de la Gran Logia Unida de Colón e Isla de Cuba en Puerto Rico. El ilustre H:. Palmer fue electo GRAN MAESTRO DE LA GRAN LOGIA PROVINCIAL.
Esa Gran Logia Provincial de Puerto Rico se transformó en el 1885 en la GRAN LOGIA SOBERANA DE PUERTO RICO en virtud de la sesión (sic) espontánea y generosa del territorio por la Gran Logia Madre, la Unida de Cuba, habiendo la Gran Logia Madre informado de esta sesión (sic) voluntaria y de la constitución de la nueva Gran Logia Soberana e Independiente a todos los poderes masónicos de sus relaciones (énfasis provisto en el original).[30]
Palmer fue electo Gran Maestro de la Gran Logia Provincial de Puerto Rico el 11 de octubre de 1884, y Gran Maestro de la GLSPR el 20 de septiembre de 1885.[31]
Como parte de sus actividades de proselitismo masónico, Palmer salía ocasionalmente de Mayagüez y visitaba logias de otros pueblos. El Dr. Pedro del Valle Atiles recordaba a principios de la década de 1930 una de las visitas que hizo a San Juan el entonces Diputado Gran Maestro de Distrito para Puerto Rico de la GLUCIC, la cual debió registrarse en algún momento entre finales de 1884 y principios de 1885:
Le conocí poco tiempo después de haberme iniciado en la Resp:. Log:. “Estrella de Luquillo” No. 5.
Penetró una noche en la Log:. revestido con el mandil de M:.M:. con el propósito de dar ciertas instrucciones e información secreta a los Dignatarios y Off:. de ella.
Me parece estarlo viendo cuando se dirigía al Este, después de haber saludado al Ven:. y a los Vig:. de acuerdo con el procedimiento litúrgico del Rito Escocés.
Hombre pequeño de cuerpo y enjuto de carnes, de mirar dulce y severo, tomó el Mall:. que le rindió el Ven:. Maest:. procediendo acto seguido a abrir la Cámara del Medio.
Retirándose App:. y Comp:. y, una vez seguros de toda intromisión, nos expuso los trabajos que estaba llevando a cabo para obtener la independencia de la Gran Log. Prov. de Puerto Rico de la Gran Logia Unida de Colón y Cuba.[32]
Palmer fue reelecto como Gran Maestro de la GLSPR el 28 de marzo de 1886.[33] Desde su posición al frente de la organización, continuó visitando Talleres alrededor de la Isla. Ejemplo de ello es que el 11 de noviembre de 1886 estuvo presente en una Tenida en la referida logia Estrella de Luquillo en la que el reconocido médico, masón y eventual líder político José Celso Barbosa fungió como Venerable Maestro pro-témpore.[34]
El 27 de marzo de 1887, Palmer fue reelecto para un tercer término como Gran Maestro.[35] Poco más de dos semanas antes se había fundado en Ponce el Partido Autonomista,[36] del cual el político sangermeño era miembro. No pudo concurrir a la asamblea constituyente de la referida colectividad política, por razones de salud. No obstante, fue activo colaborador del autonomismo en el área oeste del país.[37]
A raíz de la fundación del Partido Autonomista, se exacerbó el debate público entre los liberales que buscaban alcanzar algún grado de gobierno propio dentro de la relación de la Isla con España y los elementos ultraconservadores del Partido Incondicionalmente Español. Cayetano Coll y Toste describe la tensa situación política que se vivía en el momento de la siguiente manera:
Para los hombres reaccionarios de Puerto Rico, decir autonomista era lo mismo que decir filibustero; de modo que prontamente se estableció un intenso malestar político social, que se encargaban de extremar los periódicos de uno y otro bando.
En tan difíciles momentos vino a regir los destinos de esta isla el dúctil general don Romualdo Palacios, y la situación empeoró hasta el punto de establecerse en el país un tribunal militar y echar a la Guardia Civil a la calle a detener personas de reconocida honorabilidad, so pretexto de haberse descubierto una gran conspiración anti-española, titulada La Torre del Viejo, por otro nombre, Secos y Mojados.[38]
La ola de represión que se registró durante el periodo mencionado afectó a varios líderes autonomistas (incluyendo a Palmer), quienes fueron arrestados y encarcelados entre agosto y diciembre de 1887.[39]
González Ginorio menciona este incidente en un ensayo poético sobre la vida de Palmer, a quien identifica como “El Peregrino”:
Los deberes públicos alcanzan con preferencia a los HOMBRES.
El Peregrino era un HOMBRE, y dio su contribución generosa a la causa del pueblo.
El cruento año de 1887 llevó al Peregrino, con otro INMENSO HOMBRE,–¡Román Baldorioty de Castro!—a la prisión militar del Morro, en la capital de Puerto Rico….
Allí, en el Calabozo del Chino, tuvo tiempo para contemplar el dilatado mar atlántico. La majestad del mar y la grandeza del HOMBRE que compartía con él los honores de la prisión, lo confortaron.[40]
Por cuarta ocasión fue Palmer reelecto a la Gran Maestría de la GLSPR, esta vez el 25 de marzo de 1888. Además de sus gestiones en la Masonería Simbólica, tuvo también una destacada participación en la llamada Masonería Filosófica, siendo Diputado del Soberano Consistorio San Juan del Supremo Consejo del Grado 33 de Colón, organización que para 1888 contaba con nueve miembros que ostentaban el Grado 33 y 28 que tenían el Grado 32 de la Masonería Escocesa.[41]
Además de su labor masónica, su trabajo como escribano-notario y su actividad política, Palmer se involucró en actividades cívico-culturales a través de su participación en la Sociedad Económica de Amigos del País, la Asociación Protectora de la Niñez, la Sociedad para la Protección de los Jóvenes Inteligentes, la Asociación Instructora de Mayagüez, y el Casino de Mayagüez.[42]
En el mes de marzo de 1889, Palmer no se presentó a la reelección como Gran Maestro, resultando electo para el cargo Rosendo Matienzo Cintrón.[43] A partir de ese momento, el llamado “Padre de la Masonería Puertorriqueña” pasó cerca de una década enfocado en sus actividades políticas.
Según el ampliamente citado Cayetano Coll y Toste, Palmer participó activamente en la asamblea del Partido Autonomista celebrada en el mes de mayo de 1891, en dónde: “sostuvo las enmiendas introducidas a la Constitución orgánica de la Asociación, apoyó resueltamente la candidatura del eximio escritor puertorriqueño don Antonio Cortón para Diputado a Cortes por el Distrito de Mayagüez, y secundó la elección de don Julián E. Blanco para presidente de la Colectividad por fallecimiento del ilustre y nunca bien llorado patriota don Román Baldorioty de Castro”.[44]
En el año 1892, Palmer renunció a la Notaría de Mayagüez en favor de su sobrino, Mariano Riera Palmer, para trasladarse junto a su familia a la ciudad de Nueva York.[45] Se alega que allí simpatizó con la llamada “Sección Puerto Rico” del Partido Revolucionario Cubano, en la cual varios políticos independentistas puertorriqueños colaboraban con sus homólogos cubanos para terminar con el dominio español en las Antillas.[46]
Palmer regresa a su Isla en el 1896, y se establece en el pueblo de Añasco, en donde ejerce nuevamente su profesión de Notario.[47] Se afilia posteriormente al Partido Liberal Fusionista Puertorriqueño,[48] organizado por Luis Muñoz Rivera (masón) en 1897, luego de haber acordado un pacto con el Partido Liberal Fusionista del líder español Práxedes Mateo Sagasta (masón) para obtener respaldo del gobierno metropolitano para el establecimiento de un régimen autonómico en Puerto Rico.[49]
Al acceder Sagasta al poder en 1897, su gobierno emite la llamada Carta Autonómica, la cual autoriza a los puertorriqueños a elegir a los representantes que conformarían por primera vez en la historia del país una asamblea legislativa local. En los comicios efectuados a tono con las disposiciones del mencionado estatuto el 27 de marzo de 1898, Santiago Rosendo Palmer Irizarry fue elegido como Representante a la Cámara por el Distrito de Mayagüez, luego de figurar como candidato por el Partido Liberal. Los cuerpos legislativos se constituyeron el 19 de julio de 1898, pero pocos días después tuvieron que suspender sus labores, debido a que tropas del ejército estadounidense invadieron a Puerto Rico el día 25 del citado mes y año, como parte de las hostilidades resultantes de la llamada Guerra Hispanoamericana.[50]
Cuando tropas norteamericanas llegaron a la ciudad del Mayagüez, el 11 de agosto de 1898, su comandante designó a Palmer como Alcalde de la ciudad, luego de un curioso proceso de consulta popular.[51] Palmer comenzó en sus funciones dos días después, ocupando el cargo al frente del gobierno municipal de la Sultana del Oeste hasta el 11 de diciembre de 1898.[52]
Palmer se traslada a San Juan, dado que desde el 19 de diciembre de 1898 había sido nombrado como Notario en San Juan.[53] Cuando el General George Davis asumió sus tareas como último Gobernador Militar de la Isla (1899-1900), nombró al ilustre sangermeño como miembro de su Junta Asesora.[54]
Ubicado en la capital del país, Palmer retomó sus actividades masónicas. Preocupado por una posible invasión del territorio masónico de Puerto Rico por parte de alguna de las Grandes Logias de los Estados Unidos, a principios de 1899 hizo causa común con algunos de sus otrora adversarios de las logias de obediencia española que habían sobrevivido el cambio de soberanía política; y junto al liderato de las logias integrantes de la institución que había fundado en 1885 ubicadas en San Juan, maniobró para: 1) reactivar la GLSPR –en receso desde 1896 debido al ambiente de persecución que se generó a partir de la reanudación de las actividades bélicas en Cuba–, 2) lograr la aprobación de una proposición para el traslado de su sede de Mayagüez a la Capital; 3) obtener una delegación de autoridad para reanudar los trabajos de la GLSPR en su nueva sede; y, 4) resultar electo para un quinto término como Gran Maestro de la Fraternidad (en sesión celebrada el 2 de abril de 1899).[55]
Palmer fue uno de los fundadores y principales líderes del Partido Federal Americano, cuya asamblea constituyente fue efectuada el 1 de octubre de 1899. Originalmente bajo la presidencia de Luis Muñoz Rivera, dicha colectividad reagrupó a los miembros del ya mencionado Partido Liberal.[56] Eventualmente, Palmer llegaría a ocupar la presidencia de esta organización política.[57]
El 25 de marzo de 1900, los miembros de la GLSPR reeligieron a su Gran Maestro para un sexto término. Sin embargo, Palmer declinó el honor, resultando electo al máximo puesto de la organización Carlos B. Meltz.[58]
El Partido Federal decretó un retraimiento electoral para los comicios de 1900 (primeros bajo la dominación norteamericana bajo las disposiciones de la llamada Ley Foraker, que estableció un gobierno civil para los residentes en la Isla, luego de dos años de régimen militar). Sin embargo, para las elecciones de 1902 una decena de candidatos del Partido Federal fue seleccionada por los votantes como parte de los 35 miembros de la Cámara de Delegados de Puerto Rico. Palmer fue seleccionado como uno de los Delegados por el Distrito de Humacao.[59] El hasta entonces cinco veces Gran Maestro de la masonería puertorriqueña ocupó su escaño legislativo el 12 de enero de 1903.[60]
En ese mismo año, Palmer sometió una demanda contra el Gobierno en la que, en representación suya y de otros notarios, reclamaba que sus derechos habían sido lesionados a consecuencia de los cambios realizados mediante legislación a la práctica de la notaría en el país. Finalmente, los tribunales decidieron en su contra, lo cual afectó grandemente sus finanzas personales.[61] Por otra parte, en el Register of Porto Rico for 1903 (publicación oficial del gobierno de la época que contenía información sobre las ramas Ejecutiva, Legislativa y Judicial) se incluyó una breve nota biográfica del entonces legislador, en la que se menciona que había sido reconocido por la República de Venezuela “con un busto de El Libertador, por valiosos servicios rendidos a la República…”.[62]
A pesar de ser un legislador de minoría, Palmer gozaba de tanto respeto entre sus compañeros de cuerpo (varios de ellos masones acostumbrados a verle en un rol de liderato) que al inaugurarse la Segunda Sesión de la Asamblea Legislativa el 11 de enero de 1904, Palmer ocupó la Presidencia Accidental de la Cámara de Delegados, al no estar presente al inicio de los trabajos el Presidente en propiedad, Manuel F. Rossy.[63]
A principios del 1904 se concretó una propuesta para un reagrupamiento de las fuerzas políticas de la Isla. El reconocido estudioso de los procesos electorales de Puerto Rico, Fernando Bayrón Toro, resume lo ocurrido en ese momento histórico:
Después de las elecciones de 1900, se empieza a hablar de la disolución del Partido Federal, como paso previo para el establecimiento de un partido puertorriqueño unificado. Matienzo Cintrón aboga en favor de esta idea, y para ello se aparta del Partido Republicano. El Presidente del Partido Federal, Santiago R. Palmer, invita a los republicanos a que disuelvan su partido para, todos unidos, impulsar el nuevo partido. Esta invitación es rechazada de plano por el Presidente del Partido Republicano, Manuel F. Rossy. Este rechazo no es obstáculo, los federales disuelven su Partido el 18 de febrero de 1904….
Al día siguiente, el 19 de febrero de 1904, con la participación de Matienzo Cintrón, quien además ostenta la representación de Manuel Zeno Gandía y Rafael del Valle, prominentes líderes republicanos, se funda el Partido Unión de Puerto Rico. Sus principales líderes son: Muñoz Rivera, Matienzo Cintrón, José de Diego, Carlos M. Soler, Juan Vías Ochoteco, Manuel Ledesma, Jaime Annexy, Santiago R. Palmer y Pedro de Elzaburu.[64]
La moción para la disolución del Partido Federal y creación de la nueva colectividad fue presentada en conjunto por Muñoz Rivera, De Diego y Palmer durante la asamblea (presidida por este último) efectuada en los salones del Hotel Olimpo en Santurce las fechas citadas en el párrafo anterior.[65]
Bajo la insignia del Partido Unión de Puerto Rico, Santiago R. Palmer fue electo para un nuevo término de dos años, esta vez como legislador por el Distrito de Arecibo, el día 8 de noviembre de 1904; prestando juramento como Delegado en la sesión inaugural de la Tercera Asamblea Legislativa de Puerto Rico, celebrada el 9 de enero de 1905. Hay que destacar que, al momento de elegirse durante dicha sesión el Presidente de la Cámara de Delegados, Palmer recibió un voto a favor (el ganador y nuevo presidente del cuerpo fue Rosendo Matienzo Cintrón).[66]
Al inaugurarse la Segunda Sesión de la Tercera Asamblea Legislativa el día 8 de enero de 1906, Palmer es nombrado como uno de los miembros de la comisión del cuerpo encargada de notificar al Consejo Ejecutivo la constitución de la Cámara.[67]
Palmer se mantuvo activo en la Cámara de Delegados hasta el final de la Sesión Ordinaria del 1906, participando inclusive en la última reunión del periodo celebrada el 8 de marzo de dicho año, la cual comenzó a las 10:00am de la mañana y terminó pasadas las 8:00 de la noche.[68]
El destacado masón sangermeño participó en la segunda sesión de la Asamblea Anual de la GLSPR, efectuada el 29 de marzo de 1906. En esa ocasión, fue electo para un sexto término como Gran Maestro. No obstante, Santiago R. Palmer Irizarry falleció el 31 de marzo de 1906.[69]
Al resumir las reseñas del sepelio de Palmer, Palacín Mejías escribió:
Su entierro fue una imponente manifestación de duelo público. De todas partes se recibieron telegramas y cartas y su entierro tuvo lugar el 2 de abril a las cinco de la tarde. Las logias enviaron comisiones de hermanos. A dicho entierro concurrió el Honorable Gobernador de Puerto Rico, V.H. Regis H. Post, en su automóvil. Asistieron, además el Dr. Rafael del Valle, Don Luis Sánchez Morales, el Gran Maestro Antonio Cordero, José Ramos de Anaya, José G. Torres, Armando Morales, Don José Gómez Brioso, Don José de Guzmán Benítez, Don Juan María Palmer, Don Mariano Riera, Don Ramón B. López. Llevaban las cintas del féretro, a la derecha: Doctor José C. Barbosa, Licenciado Santoni, Federico Virella, Herminio Díaz Navarro; a la izquierda Don Manuel F. Rossy, Don Manuel Camuñas, Don Federico Degetau y González y Don Luis Muñoz Rivera. En primer término iba la Banda de la Policía Insular, después las logias masónicas en formación, luego el sarcófago y seguido la comisión de duelo, detrás las representaciones de San Juan y de la isla. Detrás de todos el Gobernador Post en su carruaje. El duelo se despidió en la Plaza de San José, donde hicieron uso de la palabra tres elocuentes oradores. En primer término Don José de Guzmán Benítez, después el V.H. Luis Muñoz Rivera y por último Don Herminio Díaz Navarro. En el cementerio se le rindieron los Altos Honores Masónicos, formándose la cadena mística. El V.H. Guzmán Benítez terminó el duelo con las siguientes palabras:
“Imitemos el ejemplo de nuestro hermano Palmer; trabajemos con perseverancia por disipar la ignorancia, eduquemos a la nueva generación de puertorriqueños para la grande obra del infinito progreso humano, formemos su conciencia de hombres libres y habremos cumplido con nuestro deber al continuar la grande obra iniciada en Puerto Rico, dentro de la vida masónica, por el hermano querido cuyos restos mortales despedimos ahora y cuyo espíritu inmortal ha de congratularnos en la otra vida cuando, cumplida nuestra misión, nos toque el turno de caer en el sepulcro”.
A las siete y media los concurrentes al entierro volvían a San Juan.[70]
Referencias
[1] Para conocer el proceso que culminó con la designación del entonces conocido como “Parque Central” de la ciudad de Caguas con el nombre de Palmer en 1906, ver: “Resolución otorgando al Parque Central de Caguas el nombre de Plaza Palmer el 3 de abril de 1906”, El Criollo, circa 1992, Pág. 11.
[2] Juan Palacín Mejías, Nuestros grandes maestros, San Juan, Respetable Logia “Rosendo Matienzo Cintrón” #100, 1961, Pág. 10. Carlos Orama Padilla, La ruta del sembrador (Canto a Palmer), San Juan, Gran Logia Soberana de Puerto Rico, 1955, s/p.
[3] Palacín Mejías, Op. Cit., Pág. 10.
[4] Cayetano Coll y Toste, “Santiago R. Palmer”, Boletín histórico de Puerto Rico, Tomo VII, San Juan, Tip. Cantero Fernández & Co., 1920,Pág. 1. Modesto Cordero, “Santiago R. Palmer”, Puerto Rico Ilustrado, 28 de septiembre de 1935, Págs. 18, 61. José González Ginorio, “¡Palmer!”, Latomia, Año I, Núm. 4, 15 de septiembre 1933, Pág. 10.
[5] M.R.H. Santiago R. Palmer Irizarry (1844-1906), Folleto, San Juan, Gran Logia Soberana de Puerto Rico, agosto 2009, s/p. Palacín Mejías, Op. Cit., Pág. 10.
[6] Cordero, Op. Cit., Pág. 18.
[7] González Ginorio, Op. Cit., Pág. 10.
[8] Orama Padilla, Op. Cit., s/p.
[9] González Ginorio, Op. Cit., Pág. 11. Palacín Mejías, Op. Cit., Pág. 11.
[10] Juan Palacín Mejías, “Resp. logia Tercera Prudencia de San Germán” Acacia, Jul-Sep 1963, Pág. 12.
[11] Luis E. Santiago Ramos, “Santiago R. Palmer Irizarry. Escribano y notario”, Lumen, Edición No. 2, Agosto 2016, Pág. 90.
[12] Coll y Toste, Op. Cit., Pág. 2.
[13] Coll y Toste, Op. Cit., Pág. 2. Cordero, Op. Cit., Pág. 18. Palacín Mejías, Nuestros grandes maestros, Pág. 10. Santiago Ramos, Op. Cit., Págs. 89-90.
[14] González Ginorio, Op. Cit., Págs.11-12. Palacín Mejías, “Resp. logia Tercera Prudencia”., Págs. 12-13. En su informe de labor realizada como Gran Maestro Provincial del 20 de septiembre del 1885, Palmer indica que la logia se fundó en 1871 (ver más adelante en este trabajo).
[15] Coll y Toste, Op. Cit., Pág. 3.
[16] Coll y Toste, Op. Cit., Pág. 4.
[17] Palacín Mejías, Nuestros grandes maestros, Pág. 12.
[18] Juan Palacín Mejías, “La resp. logia Adelphia”, Acacia, Ene-Mar 1963, Pág. 10.
18 Palacín Mejías, “La resp. logia Adelphia”, Pág. 10. Bolívar Pérez Ríos, La masonería en Puerto Rico, San Juan, Edición del autor, 2010, Pág. 175.
[20] Palacín Mejías, “La resp. logia Adelphia”, Pág. 12. Pérez Ríos, Op. Cit., Pág. 176.
[21] Expediente instruido a instancia del notario y escribano de actuaciones de Mayagüez D. Santiago R. Palmer presentando al licenciado D. José Marcial López para reemplazarle en la notaría con renuncia de la indemnización del estado por la propiedad de la escribanía. AGPR, Audiencia Territorial, Sala Gobierno, Caja 17, Exp.10, 1881.
[22] “Acta del 23 de agosto de 1878”, Libro de actas de la respetable logia “Adelphia, B.D.”, 30 de junio de 1877 a 26 de diciembre de 1880. Pág. 74.
[23] “Acta del 23 de noviembre de 1878”, Libro de actas de la respetable logia “Adelphia, B.D.”, Pág.81.
[24] Expediente instruido a instancia del notario de Mayagüez D. Santiago R. Palmer, en solicitud de que sea nombrado el de Añasco su sustituto legal, AGPR, Audiencia Territorial, Sala Gobierno, Caja 24, Exp. 3, 1884.
[25] El hermano Santiago Ramos hizo dicha revelación mientras dictaba una conferencia en la logia Cuna de Betances #42 de Cabo Rojo, durante un foro en el que él y el autor de este trabajo discutimos diferentes aspectos de la vida y obra de Santiago R. Palmer. El evento, celebrado el 17 de septiembre de 2015, fue parte de las actividades para conmemorar la Semana de la Masonería Puertorriqueña y el 130mo. aniversario de la fundación de la GLSPR.
[26] Antonio S. Pedreira, El periodismo en Puerto Rico, San Juan, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1970, Págs. 508-509, 536.
[27] Palacín Mejías, “La resp. logia Adelphia”, Pág. 13.
[28] José González Ginorio, Las actuaciones del “Gran Oriente Español” en el territorio masónico de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, San Juan, Gran Logia Soberana de Puerto Rico, 1929, Págs. 8-9.
[29] Palacín Mejías, “La resp. logia Adelphia”, Pág. 13.
[30] González Ginorio, “Las actuaciones”, Pág. 9.
[31] Pérez Ríos, Op. Cit., Págs. 74, 91.
[32] Pedro del Valle Atiles “Santiago R. Palmer”, Latomia, Año I, Núm. 4, Pág. 16.
[33] Palacín Mejías, Nuestros grandes maestros, Pág. 12
[34] “Acta núm. 166, Sesión ordinaria, Día 3 Nobre. 1886”, Libro de actas de la respetable logia “Estrella de Luquillo”. 20 de octubre de 1885 a 25 de mayo de 1887, s/p.
[35] Palacín Mejías, Nuestros grandes maestros, Pág. 12
[36] José A. Gautier Dapena, Trayectoria del Pensamiento Liberal Puertorriqueño, San Juan, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1975. Págs. 61, 133.
[37] Coll y Toste, Op. Cit., Pág. 7.
[38] Ibid.
[39] Coll y Toste, Op. Cit., Págs. 8-9. Un relato más detallado sobre el encarcelamiento de Palmer y otros masones aparece en: Miguel A. Pereira, “El encarcelamiento de Santiago R. Palmer en El Morro en 1887”. Acacia, Abr-Jun 2012, Págs. 3-10.
[40] José González Ginorio, “Santiago Rosendo Palmer”, Latomia, Año I, Núm. 4, Pág. 8.
[41] Palacín Mejías, Nuestros grandes maestros, Pág. 12.
[42] Register of Porto Rico for 1903, Comp. Charles Hartzell, Secretario de Puerto Rico, San Juan, Press of Louis E. Tuzo and Company, 1903, Págs. 221-222.
[43] Palacín Mejías, Nuestros grandes maestros, Pág. 18.
[44] Coll y Toste, Op. Cit., Pág. 10.
[45] Coll y Toste, Op. Cit., Pág 2.
[46] Coll y Toste, Op. Cit., Págs. 10-11.
[47] Santiago Ramos, Op. Cit., Pág. 91.
[48] Coll y Toste, Op. Cit., Pág. 12.
[49] Fernando Bayrón Toro, Elecciones y partidos políticos de Puerto Rico, Mayagüez, Editorial Isla, 2003, Pág. 106.
[50] Bayron Toro, Op.Cit., Págs. 105-112.
[51] Luis E. Santiago Ramos, “Santiago R. Palmer: Alcalde de Mayagüez en 1898”, Acacia, Abr-Jun 2010, Pág. 15.
[52] Santiago Ramos, “Santiago R. Palmer: Alcalde de Mayagüez en 1898”, Págs. 16, 20.
[53] Santiago Ramos, “Santiago R. Palmer Irizarry. Escribano y Notario”, Pág. 91.
[54] Register of Porto Rico for 1903, Pág. 80.
[55] Miguel A. Pereira Rivera, ”La historia detrás de dos historias. El traslado de la sede de la Gran Logia Soberana de Libres y Aceptados Masones de Puerto Rico en 1899”. Lumen, Edición #1. Agosto 2014. Págs. 1-34.
[56] Bayrón Toro, Op. Cit., Pág. 114.
[57] Register of Porto Rico for 1903, Pág. 222.
[58] Anuario de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, Año 1900, San Juan, Est. Tip. De A. Lynn & Hijos de Pérez Moris, 1900., Págs. 16-17.
[59] Bayrón Toro, Op. Cit., 120-121.
[60]“Segunda Asamblea Legislativa, Primera sesión, Sesión del 12 de enero de 1903”, Actas de la Cámara de Delegados de Puerto Rico, 1900-1903, San Juan, Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia, 2008. http://academiajurisprudenciapr.org/new/publicaciones/libro-actas-de-la-camara-de-delegados-2.
[61] Santiago Ramos, “Santiago R. Palmer Irizarry. Escribano y Notario”, Pág. 91.
[62] Register of Porto Rico for 1903, Pág. 222.
[63] “Segunda Asamblea Legislativa, Segunda sesión, Sesión del 11 de enero de 1904”, Actas de la Cámara de Delegados de Puerto Rico, 1904, San Juan, Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia, 2010. file:///C:/Logia%204/Logia%20de%20Investigacion%202013-2014/Libro%20Discursos%20Palmer/Actas%20de%20la%20Cámara%20de%20Delegados%20de%20Puerto%20Rico%201904.htm
[64] Bayrón Toro, Op. Cit., Pág. 124.
[65] Carmelo Delgado Cintrón. “Introducción”, Actas de la Cámara de Delegados de Puerto Rico, 1900-1903, San Juan, Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia, 2010. file:///C:/Logia%204/Logia%20de%20Investigacion%202013-2014/Libro%20Discursos%20Palmer/Actas%20de%20la%20Cámara%20de%20Delegados%20de%20Puerto%20Rico%201904.htm
[66] Bayrón Toro, Op. Cit., Pág. 125. “Tercera Asamblea Legislativa, Primera sesión, Sesión del 9 de enero de 1905”, Actas de la Cámara de Delegados de Puerto Rico, 1904, San Juan, Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia, 2013. http://academiajurisprudenciapr.org/new/publicaciones/actas-de-la-camara-de-delegados-de-puerto-rico-1905-1906/libro-quinto-tercera-asamblea-legislativa-primera-sesion/
[67] “Tercera Asamblea Legislativa, Segunda sesión, Sesión del 8 de enero de 1906”, Actas de la Cámara de Delegados de Puerto Rico, 1904, San Juan, Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia, 2013. http://academiajurisprudenciapr.org/new/publicaciones/actas-de-la-camara-de-delegados-de-puerto-rico-1905-1906/libro-quinto-tercera-asamblea-legislativa-segunda-sesion/
[68] “Tercera Asamblea Legislativa, Segunda sesión, Sesión del 8 de marzo de 1906”, Actas de la Cámara de Delegados de Puerto Rico, 1904, San Juan, Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia, 2013. http://academiajurisprudenciapr.org/new/publicaciones/actas-de-la-camara-de-delegados-de-puerto-rico-1905-1906/libro-quinto-tercera-asamblea-legislativa-segunda-sesion/
[69] Anuario de la Gran Logia Soberana de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico (masones libres y aceptados) Año 1906, San Juan, Tipografía del Boletín Mercantil, 1906, Pág. 21.
[70] Palacín Mejías, Nuestros grandes maestros, Págs. 13-14.