Selma Oxor en San Juan
Viernes, 18 de octubre de 2013, Santurce.
Selma Oxor está en tarima. Desde la puerta escucho el beat de música electrónica y percibo las luces que cambian de color. Entre el público veo a una mujer con máscara de luchador mexicano y capa de superhéroe. Otra tiene una careta de cuero negro y un látigo en la mano, veo a un amigo con gafas, en calzones y medias negras de encaje. La luz que predomina es roja y con varias cervezas en la cabeza me siento como en una película.Es viernes en la noche -noche de eclipse lunar- y es el debut de la mexicana Selma Oxor en San Juan, en el club “La Respuesta” en Santurce, ahora convertido en una especie de Cabaret con fetichistas paseándose entre el público y la película The Rocky Horror Picture Show proyectándose en una pared al lado de la barra. Entre el público también estará Selma Oxor, bailando y mirando a la banda Fofé y los Fetiches, que se presentará al final. Pero en este momento, es ella quien está en tarima y es Fofé quien baila y la mira desde el público.
Ahora la veo de cerca, con sus tacones altos, transparentes, pantalón largo azul verde y rosa fucsia, apretado, escote frontal desde el pecho hasta el ombligo. La pollina del pelo le cubre la frente hasta casi tocarle las cejas y sus ojos con liner proyectan un dejo de ironía. Mientras canta, Selma se tira sobre la tarima, se arrastra y abre las piernas como una stripper profesional. A los pies tiene un pedal rojo y cuando lo aprieta transforma su voz femenina en una grave, gravísima y distorsionada, como si se le hubiese metido un demonio robótico por dentro. Parece convulsionar, excitada. De repente está de pie nuevamente y canta sobre un beat de reggaeton sui generis (¿de dónde viene el regguaeton?, pregunta, coqueta) y lo colorea con acordes de guitarra eléctrica (Do it), una stratocaster rosa, hermosa. En la tarima también hay un tecladito y creo que una tablet con la que hace algunas melodías, pero nada más.
Sola, con sus beats pre programados, con su guitarra rosa y la imagen en movimiento de su cuerpo, Selma te entra por la retina y por el tímpano y te viola con mucha más fuerza que cualquier banda entera. Más que a Claire Boucher de Grimes o a Dani Shivers, con quien ha sido comparada, Oxor me recordó la imagen de Cosey Fanni Tutti, artista, cantante y actriz porno británica. Aunque claro, Selma no llega al extremo al que llegaba con su cuerpo Fanni Tutti, cuyos performances durante los años 70 y 80 incluían otros líquidos que no necesariamente eran solo sudor.
Oxor, de 24 años, es una “femme fatal, barbie vale verga”, como dice la propia Leticia Beeton (nombre de pila de Oxor) en una entrevista en la que habla sobre su personaje. Beeton se describe como compositora y artista escénica, su música es electrónica zarandeada con guitarra eléctrica y melodías de sintetizador, la mayor parte del tiempo bailable y en muchas ocasiones con toques pop; pero siempre lo bastante siniestra y provocadora como para poner a llorar a la alcaldesa de San Juan.
Ella dice, en la misma entrevista, que lleva desde los 15 jugando con arte y música, y fue apenas el año pasado que lanzó su primer EP, User 69, bajo el sello Vale Vergas Discos (aunque en su SoundCloud comparte mucho material que no forma parte de ese álbum). En 2007, cuando nació Selma Oxor, esta se hacía acompañar de otros compinches, Alexico y Violeta Hinojosa, de la banda de punk regiomontana Ratas del Vaticano.
Pero en 2012 Selma se fue a actuar sola y ha tenido presentaciones en México, Nueva York y en Nueva Orleans. El año pasado y en este participó en el festival de música NRMAL en Monterrey, su ciudad natal, y durante el próximo mes estará de gira por la costa Oeste de los Estados Unidos y por México con AJ Dávila (ex Dávila 666) quien también debuta como solista este año con su álbum Terror/Amor. Junto a AJ, Selma se encargará de voces y guitarra.
Pero ahora ella está entre el público de La Respuesta, precisamente junto a AJ, mirando a Fofé y los Fetiches, igual que antes estuvo el mismo Fofé bailando, escuchando y mirando a Selma. Solo que ahora Fofé tiene la cara completamente cubierta con una especie de pasamontañas y sobre su cabeza tiene orejas de conejo. Sus músicos tienen guantes latex, mascarillas y batola de médico, como si hubiesen acabado de cometer su más reciente acto de impericia. Aunque en tarima no fallan, ahí actúan con más peritaje que cualquier cirujano.
Fofé es un veterano del rock y el pop en Puerto Rico (Manjar de los Dioses, 1996; Circo, 2001) que apenas tiene un disco con su nueva banda (Lujo Eterno, 2012) y junto a ellos ha estado acompañando a cuanto músico nos visita. Los más recientes, el chileno Alex Anwandter y el uruguayo Jorge Drexler. Y aquí lo tenemos nuevamente, haciendo un cierre épico, con músicos épicos, para Selma Oxor.
Para completar a los Fetiches, como si no bastara, en algún momento subirá a tarima Sergio Rotman, músico y saxofonista de Los Fabulosos Cadillac. Rotman hará un solo de saxo al estilo del free jazz junto a Fofé y luego estará pinchando varias joyas del post punk y el new wave en vinilos de 7”, para quienes aún tengan ganas de bailar después de estas dos presentaciones.
De hecho, hubo gente que siguió bailando, Sergio siguió tocando, y en una sonó The Killing Moon de Eco and The Bunny Man; entonces me percaté de que quedábamos como cinco en el medio de “la pista”, ya no habían fetichistas con látigo ni luchadoras con capa de superhéroe. Y aquí no termina la historia, pero termina el escrito.
*Fotos cortesía de Latin Rock, fotoperiodista: Humberto Jiménez.