Si nosotras paramos el País se detiene: jornada del 8 de marzo
Al son de la consigna “Si Nosotras Paramos, el País se Detiene” mujeres en distintos puntos del País y representativas de variados sectores se movilizaron desde tempranas horas de la mañana hasta la noche para conmemorar el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. El éxito de la jornada, a través de múltiples actividades, superó las expectativas de la Coalición Ocho de Marzo, que agrupa las organizaciones y compañeras que anualmente se encuentran para la fecha. Fue la participación activa de mujeres jóvenes el rasgo más significativo y esperanzador de los eventos.
La destacada movilización se dio en un momento de gran indignación en el país ante el plan de austeridad que pretende imponer la Junta de Control Fiscal bajo la Ley «PROMESA» y la sumisión de la administración gubernamental de turno para pagar una deuda billonaria a costa del pueblo trabajador. Las mujeres se sintieron convocadas ante una diversidad de temas como: la defensa del derecho a un trabajo digno, bien remunerado y contra la reforma laboral que ha quitado derechos conquistados a base de luchas; el repudio al recorte de las pensiones; la exigencia de que se reinstale la política pública de la perspectiva de género en la educación; la defensa de la Universidad de Puerto Rico (UPR) a la cual se le quiere imponer un recorte de $450 millones en su presupuesto; la denuncia del recorte de mil millones de dólares a la Reforma de Salud; la demanda de la auditoría de la deuda. También reclamos directamente relacionados con la equidad de género, como el derecho al aborto gratuito y seguro; que se nos garantice una maternidad libre y segura; el respeto por el mandato constitucional de que haya separación entre la iglesia y el Estado; la reivindicación de los derechos de la comunidad LGBTT, así como de las personas inmigrantes. Durante todas las actividades se condenó la violencia machista de que somos víctimas las mujeres y la violencia institucional, porque proviene del Estado. Esta incluyó la denuncia de la impunidad con la que hasta ahora ha actuado el alcalde de Guaynabo, quien está en la palestra pública por ser un hostigador sexual como patrono. Hasta la fecha Héctor O’Neill no ha renunciado ni ha sido procesado criminalmente.
Puerto Rico respondió a la convocatoria para un Paro Internacional promovido por las mujeres de países como Argentina. Su objetivo era que al menos féminas de 30 naciones se unieran al llamado desde sus propias realidades, en contra de los feminicidios, la desigualdad salarial y la explotación económica. En la Isla las razones para incorporarnos sobraban ante la presente coyuntura política, económica y social.
La Jornada del 8 de marzo comenzó con un bloqueo en el Expreso Las Américas desde tempranas horas de la madrugada. Esta actividad de desobediencia civil en la que participaron de forma exitosa más de un centenar de mujeres, fue una iniciativa de la Colectiva Feminista en Construcción, que este año se unió a los trabajos de la Coalición Ocho de Marzo. En el periodo de 11 de la mañana a 12 del mediodía se efectuaron múltiples actividades en lo que se llamó el “Sal pa’ fuera”, instando a parar labores en los talleres de trabajo, centros educativos y a detener el consumo. El sector sindical organizó un piquete masivo frente al Departamento del Trabajo; estudiantes de la UPR de Utuado, Mayagüez, Cayey y Río Piedras pararon e hicieron manifestaciones en sus recintos; las estudiantes y profesoras de la Universidad Interamericana de Fajardo y de la Facultad de Derecho en Hato Rey, también demostraron su solidaridad. Mujeres de Loíza apoyadas por Taller Salud y compañeras en Vieques se unieron a la jornada en el horario del «Sal pa fuera». La OPMT desplegó una pancarta en una de las principales entradas del centro comercial, símbolo del consumismo, Plaza Las Américas.
La Jornada del Paro de Mujeres culminó en un piquete masivo y combativo que paralizó la Ave. Muñoz Rivera en la Milla de Oro al son de bomba, con la participación de numerosas tocadoras de barriles provenientes de toda la Isla. Se congregaron cerca de dos mil mujeres de todas las edades. También hombres solidarios. Se trató de una de las manifestaciones conmemorativas del Día Internacional de la Mujer más concurridas en muchos años. Se escogió el frente del edificio de UBS por ser esta corporación financiera una de las que ha socavado los fondos de pensiones de la fuerza laboral en el sector público, que está compuesto mayoritariamente por mujeres, particularmente del magisterio. Representantes de distintos sectores del activismo feminista ofrecieron mensajes con música de bomba cuyo contenido estaba relacionado con los temas abordados.
La jornada del 8 de marzo se suma a las recientes movilizaciones masivas que se van cuajando dentro de la resistencia necesaria contra las políticas de austeridad que nos quieren imponer y que precarizarán la vida de los sectores vulnerables, del pueblo trabajador y de forma dramática a las mujeres puertorriqueñas. El dinamismo y juventud de esta nueva generación de mujeres para enfrentar esta difícil coyuntura es fuente de esperanza e inspiración.
NOTA: Artículo publicado originalmente en el último boletín Mujeres en Marcha, de la Organización Puertorriqueña de la Mujer Trabajadora (OPMT).