Pensando en el futuro, no puedo dejar de pensar en el pasado: Brasil fue el país que más tarde (1888) abolió la esclavitud en todas las Américas.
Pensando en el futuro, no puedo dejar de pensar en el pasado: Brasil fue el país que más tarde (1888) abolió la esclavitud en todas las Américas.
Al negarle a Lula el recurso de hábeas corpus, Brasil entra en un período turbulento con la posibilidad de que el expresidente pueda ir preso.
La intención de los fundamentalistas del Poder Judicial era despertar el martes 27 de marzo con Lula encarcelado, o al menos rumbo a alguna cárcel.
Si Lula fuera candidato de nuevo y el pueblo volviera a reconocer, una vez más, su capacidad de liderazgo indiscutible, no será posible decir que el contacto con el Estado corrompe a todos.
“Las futuras generaciones de brasileñas sabrán que la primera vez que una mujer ocupó la presidencia de Brasil, el machismo y la misoginia mostraron sus caras feas”.
Tenemos la paradoja de una cámara con decenas de imputados en procesos criminales que va a juzgar a una presidenta que no está implicada en ninguna acusación.
Lula combinó un ajuste de las cuentas públicas con la promoción de las políticas sociales a la centralidad de la acción del gobierno.
Si Dilma tiene problemas por enfrentar, en mucho peor situación se encuentra la derecha, derrotada por cuarta vez consecutiva y habiendo perdido la segunda provincia del país.
Este domingo, 26 de octubre, coinciden procesos electorales que definirán las posibilidades de los proyectos alternativos de sociedad en toda América Latina.
Neves podría arrastrar al menos el 60% de los votos obtenidos por Marina Silva , lo que coloca en un margen muy cerrado la segunda vuelta electoral convocada para el 26 de octubre.
Las clases populares –el vasto grupo social de pobres, excluidos y discriminados que en los últimos doce años vieron mejorar su nivel de vida- están perplejas, pero tienen los pies sobre la tierra.
Los sin techo tienen demandas que «se construyen con lucha y organización popular» y no a través de las instituciones: «Reafirmamos que nuestro camino no es la participación en las campañas electorales».
Aunque las protestas que comenzaron el año anterior crearon una concientización de los problemas de Brasil, es imposible saber si habrá cambios profundos. Aún así, son muchas las huellas del Mundial.
La avalancha de goles se fue convirtiendo en tristeza y luego en profunda humillación, incluso más, en un vejamen, «vexame», una palabra que es más fuerte que humillación y vergüenza.
Con los altos costos para asistir a un Mundial, desde los boletos aéreos, entradas para partidos, hospedaje y gastos diarios, son muchísimas las personas que lo viven desde los bares.
La gente en Salvador es muy hospitalaria y simpática y no hay quien, trabaje o no en el evento, que no lo haga con una sonrisa. Y luego te dicen “beleza”, que es algo como nuestro “chévere”.
En una encuesta sobre el Mundial, a la pregunta de cuál selección quieres que pierda, la mayoría contestó Argentina, Estados Unidos e Irán.
Las protestas no son contra el fútbol, sino contra algunas prácticas administrativas y contra los chanchullos surgidos de la realización del evento. El Mundial ha supuesto una colosal inversión.
Megaeventos, como el Mundial o las Olimpiadas no deben ser exclusividad de unos pocos, pero las exigencias de los organismos que los regulan lo hacen cada vez más cuesta arriba.
La educación en prisión para que sea transformadora, debe tener resonancia en la vida del estudiante confinado. Debe ser pertinente en términos de esclarecer y validar sus experiencias.
Los intelectuales como Badiou, a pesar de lo que digan, siguen apegados al imaginario político del siglo XX y, sobre todo, a la figura del “intelectual revolucionario”, que pretende “guiar” a las “masas” al comunismo.