La imagen de la fémina complaciente, trémula, enfermiza y sometida, queda atrás cuando un grupo de atletas femeninas cuestionan a través de su ejecución deportiva estos cánones sociales.
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La imagen de la fémina complaciente, trémula, enfermiza y sometida, queda atrás cuando un grupo de atletas femeninas cuestionan a través de su ejecución deportiva estos cánones sociales.
La entrada a la familia olímpica en el 1948, reafirmada en los subsiguientes eventos olímpicos y mundiales, nos ha permitido tomar nuestras propias decisiones y ejercer nuestra soberan’ia deportiva.