En una narrativa que explora la vulnerabilidad, confianza y belleza en la aceptación de nuestras imperfecciones, un hombre, nervioso pero decidido, visita a una fotógrafa después de conocerse en una cafetería. La fotógrafa propone un proyecto llamado «Desnudos» que explora lo físico y espiritual. Tras una conversación íntima, acuerdan que él se desnudará para la sesión. En el apartamento, enfrenta sus cicatrices de quemaduras mientras ella toma fotos. Sin embargo, la fotógrafa decide no capturar su cuerpo mutilado y elogia las cicatrices como caminos hermosos de una historia.
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