En este período de fiestas —y una vez superado el período eleccionario de 2012— todos quisiéramos “descansar” de la política. No obstante, la vida política democrática es de tal naturaleza que no puede detenerse.
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En este período de fiestas —y una vez superado el período eleccionario de 2012— todos quisiéramos “descansar” de la política. No obstante, la vida política democrática es de tal naturaleza que no puede detenerse.