En «The Zone of Interest», dirigida por Jonathan Glazer, se muestra la vida cotidiana de Rudolf Höss, director de Auschwitz, y su familia, aparentemente ajena al horror circundante (Recordemos el reportaje de Hanna Arendt, «Eichmann en Jerusalem: Un reportaje sobre la banalidad del mal»). La luz natural crea una atmósfera de normalidad, mientras se insinúa el sufrimiento de los prisioneros. Hedwig, su esposa, se sumerge en su jardín, ignorando la tragedia. La llegada de un nuevo sistema de cremación es tratada con frialdad. A través de conversaciones y sucesos, se sugiere el horror sin mostrarlo directamente, destacando la banalidad del mal. Breves escenas oníricas muestran la compasión perdida en medio del horror.