Nadie debería de estar solo, nadie debería suplicar por dinero para salvar su vida. Por eso hay que erradicar este sistema. Pero mientras tanto, por favor, salvemos a Jesús.
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Nadie debería de estar solo, nadie debería suplicar por dinero para salvar su vida. Por eso hay que erradicar este sistema. Pero mientras tanto, por favor, salvemos a Jesús.
Los héroes, los mesías y los dioses son grandes “bullies” que nos meten a la fuerza otrxs, para que nos vigilen desde adentro.
Había que convencer a todos de que lo único que hay que hacer en la vida es tratar a los demás como quieres que te traten a ti. Esa es la regla de oro.
A través de una mirada a la figura de María, y las enseñanzas que le impartió a su hijo Jesús, se nos presenta la dimensión insurrecta y revolucionaria de Dios en la tradición religiosa hebreo-cristiana.