La visita de Barak Obama a Puerto Rico, como muestra de la continuidad de actitudes coloniales de una clase política altamente dependiente, es demasiado elocuente para no utilizarla de pretexto para una reflexión.
La visita de Barak Obama a Puerto Rico, como muestra de la continuidad de actitudes coloniales de una clase política altamente dependiente, es demasiado elocuente para no utilizarla de pretexto para una reflexión.
El MUS tiene todavía oportunidad de copiar el esquema del Tea Party y meterse en la primarias del PPD con candidatos, tanto por distrito como por acumulación, que además de la soberanía se comprometan con un programa de justicia social.
Muchos cuestionan el fin público y la sensatez de una medida legislativa que declara el 7 de octubre como el día oficial del «buen trato».
Un diálogo entre dos personajes contemporáneos nos deja la impresión de que estamos todavía por descubrir algo en torno al Puerto Rico que creemos conocer bien.