Pienso en Churchill, pienso en Trump… por el afán que persiste de dejar al desamparo en los planes presupuestarios a la cultura, al arte y a la ciencia, a favor de una ficticia sanidad militar.
Pienso en Churchill, pienso en Trump… por el afán que persiste de dejar al desamparo en los planes presupuestarios a la cultura, al arte y a la ciencia, a favor de una ficticia sanidad militar.
La tensión persiste entre una productividad intelectual que quisiera ser individualizada, prestigiosa y rentable en los mercados dominantes, y otra que quisiera socializarse y nacionalizarse en un proyecto económico nacional-popular puertorriqueño.
Acá se están implementando políticas de austeridad sin rescate financiero y con una Junta de Control Fiscal (JCF) que estimó un impacto de tales medidas en el PIB de 17% en solo un año.
El capital es ciego ante sus contradicciones. No logra entenderse. Quienes podemos entenderlo somos nosotros y nosotras, los que sufrimos sus embates.