La prisión se ha convertido en aquel albergue en el que se invisibilizan o esconden, por no decir se desechan, los excedentes humanos de los cuales la sociedad no se siente responsable.
La prisión se ha convertido en aquel albergue en el que se invisibilizan o esconden, por no decir se desechan, los excedentes humanos de los cuales la sociedad no se siente responsable.
En el caso de Hogar Crea y otros centros religiosos de rehabilitación, el castigo y la humillación son las herramientas principales de ‘tratamiento’, consigna un nuevo estudio.
La salud es una forma de asumir lo propio pero en función de la convivencia y el intercambio con los otros; no es un azar que la salud sea ante todo una forma de saludar.
No solo hay una erotización particular de la imagen de la mujer que se toma las fotos detrás de las rejas, sino que hay una cosa morbosa con reclamar y sobre exponer al cuerpo ya expuesto, como si lo que le diera rabia al que escribe y al que comenta es que las confinadas se apropiaran de sus cuerpos y de su sexualidad.
El grupo propone que los espacios abiertos de la ciudad se desarrollen entre todos los sectores de la ciudad, en contraste a cuando lo hace el sector privado sin consulta pública.
Yo le hablaría a las confinadas de tantas mujeres cuya belleza no la define un traje de diseñador, ni el maquillaje superfluo de nuestra sociedad de consumo, ni los dictámenes del machismo salvaje.
Dentro de los sistemas penitenciarios hay dos conceptos que luchan por encontrar un adecuado balance de intereses: la seguridad institucional (y de la sociedad) y la rehabilitación del confinado.