Their Finest: solo los ingleses
Cuando recordamos lo que para los ingleses fue vivir en Londres durante los bombardeos alemanes de 1940, sabemos que merecían ganar la guerra. Fue un momento crítico para el entonces imperio porque se avecinaba la Batalla de Britania, esa conflagración de combates aéreos que aseguraron que no habría una invasión temprana. De todos modos, los derrumbes de casas y edificios mantenían en vilo la población y el gobierno se dio a la tarea de tratar de aliviar la carga emocional haciendo películas que distrajeran y les dieran esperanzas a la personas comunes.
Catrin Cole (Gemma Arterton) una secretaria, vive con su esposo que no ha sido conscripto porque tiene una lesión en una pierna como resultado de su participación del lado de los republicanos en la guerra civil española. Ellis Cole (Jack Huston) es un artista desempleado y teme por la suerte que pueda correr Catrin con los ataques alemanes. Cuando a ella le ofrecen un trabajo en el Ministerio de Información se siente incómodo en ser alguien que, además de no poder ser soldado, vive de los ingresos de una mujer. Contrariado por la situación comienza a tratar de que ella se vuelva a Gales con la excusa de protegerla. Pero es obvio que, como los hombres de esa época, vive bajo las creencias arcaicas y machistas que predominaban. Ella rechaza la sugerencia y, en vez, se marcha a un pueblo de la costa para entrevistar unas gemelas que supuestamente fueron en el bote de su padre a rescatar los soldados británicos que quedaron atrapados en las playas de Dunquerque. El rescate de las tropas de las playas holandesas ocurrió en un periodo entre mayo 26 y el 4 de junio de 1940, y estuvo marcado por la valentía de las divisiones inglesas y francesas, la armada inglesa y una flotilla improvisada de botes de pesca, yates privados, barcos de pesca, y toda embarcación que flotara que vinieron de las islas británicas y lograron evacuar sobre 450,000 soldados y devolverlos a Inglaterra.
Catrin descubre que las gemelas no obraron exactamente como dijo el periódico, pero convence a sus superiores que hagan una película que estimule el sentido patriótico de los ingleses y acentúe el desprendimiento de los que obraron en la rescate lo que se vino a ver casi como un milagro.
En sus intensos debates con los actores y los otros dos guionistas que están escribiendo la historia que se ha de filmar, Catrin descubre su verdadera inclinación: ser guionista y, además, se da cuenta de las múltiples y excéntricas personalidades que habitan la industria del cine.
La joven Gemma Arterton es simplemente estupenda y tiene una gracia especial que la hará un estrella internacional. Ya la han visto en “Quantum of Solace” (2008) en la que fue una “chica Bond”, pero con gravedad. Ha hecho teatro y tiene una suavidad de expresión que le permite darle a muchas escenas un aura que las hace más significativas de lo que son.
Hay varios artistas jóvenes en el filme que ayudan a propulsar la trama con consistencia y gracia. Como Tom Buckley el coguionista de Catrin, Sam Clafin contribuye esa calma que llaman “flema” los ingleses y que asociamos con las estupendas series televisivas de PBS y BBC.
Bill Nighy como el actor Ambrose Hillard es el imán escénico del filme. Guapo, elegante, y capaz de atraer y retener nuestra atención aunque una manada de malabaristas invadiera los platós, su personaje es el epítome del actor envejeciente que entiende que tiene una oportunidad especial porque todos los jóvenes están en la guerra o derribando Messerchmitts sobre el Canal Inglés. La suya es una interpretación perfecta de alguien que ha de ser solo un recuerdo muy pronto en su vida.
El filme no es solo un tributo a la valentía sajona sino que toca en el tema de la liberación femenina, la propaganda de guerra, el egotismo y el amor. En ese sentido hay que señalar que la directora danesa Lone Scherfig ha hecho una labor magnífica con líneas narrativas que se cruzan entre la realidad y la película que se está filmando, y que la coherencia de la trama y las escenas se le deben al guión de Gaby Chiappe, quien ha disfrazado muy bien las partes de la trama y del cuento que son comunes. Gracias a estas dos artistas la cinta nos satisface y nos conmueve cuando es necesario.