Diversidad y plataformas LGBT
Algo se ha discutido en las redes sociales y en la prensa tradicional sobre la comunidad LGBT durante este periodo “electoral”. Nadie, absolutamente nadie, puede negar que llegamos y somos parte del escenario político de forma permanente e irreversible.
Candidaturas:
Hay 5 candidatos y candidatas gay o lesbianas que no sólo corren para posiciones electas desde fuera del clóset, sino que lo hacen con el apoyo total de sus respectivos partidos políticos. A diferencia de la conducta habitual de los partidos establecidos en PR, al parecer, a l@s candidat@s de hoy no se les pidió como condición para correr que se casaran, buscaran pareja del sexo opuesto y vivieran vidas dobles.
Algunos activistas, equivocadamente, han tratado de establecer una jerarquía entre las posiciones para las cuales est@s candidat@s corren para determinar qué partido es más “progresista” o menos “homofóbico”; esto es un error. Sí es importante señalar que queremos más, queremos acceso a todas las posiciones de un partido, tanto a las posiciones administrativas del partido: presidencia, vicepresidencia, secretaría, etcétera, etcétera, y queremos caucus LGBT dentro de los partidos; así como a puestos electivos: alcaldes(as), representantes, senadoras(es), comisionados residentes, gobernador@s, etcétera. La cultura política tiene que cambiar, como tiene que cambiar la definición de “candidato respetable”; un candidato respetable no es aquel que se case, tenga pareja de otro sexo e hij@s, y robe y venda su influencia y abuse de su poder. Al contrario, un candidato respetable es aquel que ni robe ni abuse del poder, ni venda su influencia, irrespectivamente de si se casa o no, de su orientación sexual, o de si quiere hijos o no.
Yo exhorto a que la gente evalúe estos candidatos por sus cualificaciones y les considere seriamente a la hora de dar su voto y espero que a la hora de dar ese voto recordemos la poca diversidad que hay entre la gente que escribe las leyes para todo el resto del país.
Plataformas:
También se ha hablado de las plataformas políticas y la inclusión de promesas y concesiones a la comunidad LGBT por parte de todos los partidos políticos EXCEPTO el PNP. El PNP se la jugó fría apostando a dos cosas: (1) Que la comunidad LGBT no tiene la fuerza política para impactar el resultado de las elecciones (y que la Fraternidad de Iglesias Pentecostales (FRAPE), sí la tiene; por eso su plataforma parece una lista de Santa Claus de la FRAPE); y (2) que Lesbianas PNP, Gays PNP, Bisexuales PNP y Transgéneros PNP, votarán por el PNP, aún en contra de sus mejores intereses, ya sea por la poca auto-estima que tienen, la cual permite que sus mejores intereses sean saboteados o porque apoyan la gestión de Obama en cuanto a derechos LGBT. Si es por la última razón, deben estar conscientes de que la coraza del PNP colabora íntimamente con el Tea Party homofóbico recalcitrante, que a su vez intenta sabotear los logros de Obama.
Sin embargo, se puede afirmar que los otros partidos sí han escuchado y prestado atención a lo que algunos grupos de nuestras comunidades consistentemente han pedido:
- Apoyo y protección en situaciones de violencia doméstica.
- Apoyo y protección contra el discrimen en el empleo.
- Apoyo y protección contra el discrimen en los servicios de salud.
- Reconocimiento legal de nuestras parejas (al menos de una pareja).
- Educación con perspectiva de género.
- Reconocimiento de que existen los mal llamados “crímenes de odio”.
En un sentido, los partidos políticos nos han tratado como a todo “grupo de interés” y han recogido en sus plataformas las listas de necesidades. Ese es un logro político y para aquellos y aquellas que creen en la política electoral, un triunfo.
Sin embargo, de nuevo, se quiere hacer que el matrimonio sea el tema central cuando se habla de si se nos reconocen nuestros derechos. Esto es una ironía porque, otro grupo, el de mujeres, luchó por explicarle al Estado que el matrimonio no podía, ni debía, ser la única forma en que ellas pudieran alcanzar protecciones y seguridad económica. Ahora parece ser que la comunidad LGBT le dice al estado que esa es la única manera que tiene para alcanzar protecciones y seguridad económica. Cosas veredes. Nadie habla de esta aparente contradicción.
Otros temas que no se discuten y que no se resuelven con el matrimonio gay son:
Encarcelamiento: ¿Cuáles son las necesidades de las y los miembros de la comunidad LGBT encarcelados? Una fuente me dijo que los guardias generalmente hacen apuestas sobre cuántas horas tardarán en ser violad@s una vez son ingresad@s. ¿Cómo se atenderán las necesidades médicas de las personas transgénero encarceladas? ¿Qué ropa se les permitirá utilizar?
Asistencia económica: ¿Cuáles son las necesidades de las y los miembros de la comunidad LGBT que viven en extrema pobreza? ¿Tienen que casarse para salir de la pobreza? ¿Excluyen o discriminan contra ell@s las solicitudes para cupones, vivienda pública y otros servicios?
Jóvenes LGBT: ¿Cuáles son las necesidades específicas de las y los jóvenes LGBT? ¿Educación sexual comprensiva, educación universitaria gratuita, inclusiva y de calidad? ¿Cuáles son las razones por las que nuestros jóvenes no terminan la escuela secundaria o no llegan a la universidad? ¿Se han estudiado? ¿Están esas necesidades en las plataformas de los partidos?
¿Cuál es la política del Departamento de la Familia respecto a jóvenes gay y lesbianas y travestis o transexuales que son echados a la calle? ¿Por qué no se ha invocado la Ley 177 contra ningún padre o madre que ha botado a su hijo o hija a la calle? Los casos existen, las escuelas lo saben, las y los compañeros lo saben. ¿Hay algún protocolo en alguna gaveta que no se sigue, o no existe/no existimos? ¿Cuál es el protocolo para niños y niñas LGBT en la calle que son explotados sexualmente?
¿Cuál es la preparación y coordinación entre la Policía de Puerto Rico, el Departamento de la Familia y el Departamento de Educación?
Transgénero:
¿Quién va a legislar para que hombres y mujeres transgénero puedan cambiar sus certificados de nacimiento, su licencia de conducir y todos sus documentos de acuerdo a su identidad de género? ¿No son todos estos papeles vitales a la hora de buscar empleo, vivienda, educación y participación en programas de asistencia? ¿No garantiza la falta de estos documentos una vida sumid@s en la pobreza?
¿Cuál es el plan de gobierno que garantizará que mujeres y hombres transgénero se puedan incorporar al diario vivir de las maneras más productivas y dignas posibles?
Siendo la comunidad transgénero una de las más empobrecidas, y siendo que sin acceso a documentos de identificación, a trabajos y vivienda dignos, la gran mayoría vive sobreviviendo de economías subterráneas, entre arrestos, detenciones y encarcelamientos, ¿alguien conoce cuáles son sus necesidades?
La comunidad LGBT completa debería exigir una declaración de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres que reconozca a todas las mujeres transexuales como dignas de los servicios de la agencia y que promueva la contratación de mujeres transexuales para trabajar en la misma a todos los niveles, desde conserjes y recepcionistas hasta ejecutivas con acceso al poder decisional y la formación de política pública.
Envejecientes LGBT:
Otra población invisible. ¿Alguien conoce esas necesidades?
Desamparados/deambulantes/sin vivienda LGBT:
Reconociendo que la Administración de Servicios de Salud Mental es casi inoperante y no hay un plan general coherente para atender las necesidades de salud mental de los residentes en Puerto Rico, hay que preguntar e insistir, ¿cuál es la incidencia de problemas de salud mental en la comunidad LGBT desamparada? ¿Cuáles son, si algunos, los protocolos a seguirse para asegurar la dignidad de pacientes LGBT? ¿Son discriminados en los refugios los y las deambulantes LGBT? ¿Y en los hospitales? ¿Cómo sabemos si de repente en los hospitales la orientación sexual se convierte en “la causa” del problema? ¿Hay requisitos de entrenamiento para l@x profesionales de la Salud, en las universidades “del pueblo”?
Por eso es que las plataformas de los partidos pudieran ser un buen comienzo para evaluar la disposición de los partidos políticos a conocer nuestras necesidades. Sin embargo, las mismas muestran un desconocimiento general de nuestras necesidades. Sólo nos mencionan con unas promesas específicas y no demuestran un reconocimiento de que estamos en todos lados y dependiendo de nuestra clase y posición social, nuestras necesidades cambian o empeoran, o aumentan. Mientras más abajo en la dichosa escala social, más necesitados de la acción y protecciones de un estado benefactor que entienda las intersecciones de género, clase y orientación sexual. De la manera en que estas secciones están redactadas en las plataformas, ningún partido ha reconocido esto.
De la misma manera en que las mujeres por muchos años exigieron reconocimiento al Estado de que el acceso a la seguridad económica y la felicidad de ellas NO PUEDE depender del matrimonio, especialmente porque saben que una vez este se disuelve la mayoría regresa a la pobreza e indigencia, tenemos que seguir buscando formas de evitar que el matrimonio sea la única fuente exclusiva de acceso a derechos y apoyos económicos.
Y aún así celebro la inclusión de algunas necesidades en las plataformas y reconozco que la prohibición de discrimen en salud, vivienda o trabajo es un paso gigante y necesario. Aún así, también debemos reconocer que nuestras organizaciones y nuestrxs portavoces, a la hora de expresar nuestras necesidades, se expresan desde una óptica de clase media consumidora. Recordemos que no somos una comunidad de iguales, estamos en todos lados y el “demonio” está en las intersecciones de raza, de género, de clase. Está de nosotros retar a estos nuevos partidos a que sigan conociéndonos y seguir abriendo paso a las muchas otras voces dentro de nuestra comunidad que exigen ser tratados y tratadas como ciudadanos, humanas y con derechos. También reconozcamos que una gran parte de nuestra comunidad, como las y los encarcelados, los y las desamparados, las y los jóvenes expulsados del hogar, explotados sexualmente, los y las envejecientes en albergues y casas para envejecientes, los más pobres y los que trabajan en economías subterráneas no legales, toda esa gente, tan LGBT como tú y yo, no será afectada si estas promesas se cumplieran o no. A algun@s, ni siquiera les importa.