Vals del morón para Carlos el director
El sonido de un acordeón es lo primero que se escucha cuando comienza I Am a Director, la melodía que entona el instrumento, y la música que acompaña al resto de la película, fue escrita, interpretada y grabada por el compositor y músico Enrique Bayoán Ríos Escribano para este largometraje del director Javier Colón.
Aun así podemos decir, comenta Bayoán, que la melodía fue compuesta por Carlos Marchand, actor que encarna a “Carlos”, protagonista de esta historia sobre un director que con la ayuda incondicional de una productora, “Joa”, protagonizada por Joa Tous, intenta cumplir el sueño que no logró durante su estadía en Hollywood: dirigir una película.
Pero no cualquier película, pues a pesar de que no tiene experiencia, presupuesto ni libreto, Carlos tiene un ideal claro de lo que es para él hacer buen cine: la película debe ser en inglés y tiene que hacerse al estilo Hollywoodense.
Con esta única idea en mente, reproducción caricaturesca de un cliché real existente en la industria cinematográfica, Carlos se lanza a buscar talentos para su gran obra fílmica, entre a los que acude al músico Millo Torres para pedirle que trabaje en la banda sonora. Las instrucciones que le da el aspirante a director al músico son las siguientes:
“Quiero un jazz heavy metal pero no tan heavy”. Y no solo le da esa referencia sino que le quita la guitarra al músico y comienza a improvisar melodías al azar con su boca para que Millo Torres comprenda lo que debe hacer con su instrumento.
Por loco que parezca, una de esas melodías disparatadas que improvisa Marchand en esa escena Bayoán la convirtió en la melodía principal de la música de I Am a Director, sobre la que el compositor conversó con 80grados.
“Qué mejor que usar la escena donde él (Carlos) está pidiendo la banda sonora, pues yo la estoy usando para hacer la banda sonora de la película (I Am a Director). Así que esa melodía yo la convertí en un vals, el vals del morón”.
Bayoán llama morón al protagonista de I Am a Director porque considera que “realmente está loco”. Esa locura queda plasmada también en la música del tráiler oficial de I Am a Director, una composición que no aparece en la película pero que por meses sirvió de presentación al carácter peculiar de este personaje.
“Lo que es el tema melódico, la percusión y lo demás, es inspirado en la locura del personaje, refleja lo que es la desesperación de él de que nadie lo entiende”, dice Bayoán.
Para ese tema el compositor usó como referencia la música de la serie animada Los Simpson y la Danza Macabra de Camille Saint-Saëns, compositor francés pionero de la música para cine.
“La música (del tráiler) es infantil y lo que se escucha infantil de la música es un instrumento que se llama el metalófono, que se usa mucho para niños. Musicalmente se escucha como disonante pero a la misma vez agradable, entonces vez la cara del tipo (Carlos Marchand) y es una mezcla interesante. Pero sin embargo la música que aparece en la película es mucho más calmada, es un vals ‘francesito’. Porque ya tú ves que (el protagonista) es morón, no hace falta que la música lo diga”, explica Escribano.
De esta manera la música del filme no toma nunca protagonismo, no refuerza ningún dramatismo ni se relaciona con los ambientes que se presentan. La composición de Bayoán funciona más bien como un muzak, una música de fondo que relaja las situaciones incómodas en que el protagonista coloca en todo momento a los demás personajes, entre los que se encuentra el propio público. Pues la historia de I Am a Director es narrada en parte con la estructura de un mockumentary, en documental ficticio en el que se documenta el proceso de pre producción y rodaje la película ideal de Carlos.
A diferencia de Carlos cuando acude a Millo Torres para que trabaje su banda sonora, el director Javier Colón tenía una idea más clara de la música que quería para su película cuando se reunió con el compositor Bayoán. Este buscaba un sonido más atado a la música indie, según Ríos, “una onda liviana, algo así como la música de Little Miss Sunshine”.
Banda sonora grabada en casa
El detalle era que Colón tenía prisa, quería que su película fuera presentada en el Rincón International Film Fest, por lo que el compositor solo tuvo dos meses para hacer la música de toda la película. Para cumplir esa exigencia el músico recurrió a la tecnología de instrumentación digital y grabó la banda sonora, no en un estudio, sino en su propio apartamento.
“En este caso no se grabó en vivo, todo fue instrumentación que tengo en mi computadora. Todos esos sonidos se emularon artificialmente: acordeón, contrabajo, metalófono, vibráfono, marimba, clarinete, violines… todo fue artificial por el poco tiempo. No te da tiempo a componerlo, hacer partituras, hacer orquestación, buscar buenos músicos, buscar un estudio…”.
Como quiera Bayoán no pierde la esperanza de en algún momento volver a grabar las mismas canciones con instrumentos reales en un estudio, para así crear un soundtrack híbrido que no descarte alguna instrumentación digital. Pero su idea siempre ha sido que se grabe todo en vivo, no tanto por un ideal de pureza musical sino por una peculiar ética profesional.
“Si yo trabajo toda mi vida con MIDI (Interfaz digital de Instrumentos Digitales) le estoy quitando trabajo a mis compañeros músicos, le quito trabajo al que mezcla, al que masteriza…” Bayoán prefiere además dar oportunidad a estudiantes de música que apneas comienzan su carrera, algunos de los cuales son sus alumnos en el Conservatorio de Música de Puerto Rico donde trabaja como profesor.
Bayoán, con solo 30 años de edad, cuenta con alrededor de 16 trabajos cinematográficos que incluyen música para cortometrajes y documentales. Pero al largometraje I Am a Director llegó por casualidad, es decir, no conocía previamente al director y cada director tiene su técnica para trabajar la música de sus películas, como explica.
“En el cine hay libertad pero siempre estas atado al servicio de la imagen, el compositor es el último paso, te dan de dos semanas a tres meses para componer. Lo que más cuentan las historias, dice, como si no tuviese experiencia en el campo, es que el director te contacta y te dice por teléfono mira, estoy interesado en tal y tal cosa, me gustaría que vieras la película o que vieras partes de la película”.
Luego se da una reunión donde el director le muestra al compositor el theme track, que es la referencia que usa para solicitar la música al compositor.
“Un director puede hacerte un CD diciendo, mira en este CD están todas las canciones que yo quisiera que uses para inspirarte. O te pude decir, en este CD están las diez canciones que quiero que uses en la escena uno, en la escena cuatro… y quiero que la imites al pie de la letra. O te pueden decir, este CD tiene 50 temas, quiero que uses la esencia o que te inspires en el rock de los ‘70. Hay directores que no tienen nada de idea de lo que quieren y después cuando tu les llevas cosas se van acomodando, y así es más difícil”.
Lo interesante y particular del caso de I Am a Director, dice Bayoán, es que haya encontrado la idea en una escena de la película, que la locura del personaje haya terminado dando forma a la música real que acompaña a la ficción.