Visita legal a Oscar López Rivera – noviembre 2015
En una voz unida, la sociedad puertorriqueña ha pedido al presidente Obama que libere a López Rivera. Esta convocatoria ha venido desde el actual Gobernador de Puerto Rico, quien hizo una histórica visita diplomática para verlo, de los exgobernadores, de la Legislatura, del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, del Arzobispo y toda la comunidad ecuménica, y de universidades y artistas y poetas. Editoriales del diario principal de la Isla han canalizado este apoyo en expresión coherente y fuerte, llamando el encarcelamiento continuo de López Rivera «el símbolo de una deshonra flagrante para sus carceleros y una afrenta a la democracia que no respeta los derechos humanos.»
Los miembros de la diáspora puertorriqueña y otros en EE.UU. también se han unido a esta campaña por su liberación: La AFL-CIO, AFSCME, SEIU, el Consejo Laboral para el Avance Latinoamericano, el Caucus Congresional Hispano, la Unión Americana de Libertades Civiles, la Asociación Nacional de Abogados Hispanos y el Gremio Nacional de Abogados, todos han condenado la violación de sus derechos humanos. La comunidad internacional ha abrazado también el llamado por su liberación, incluyendo el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, el Movimiento de Países No Alineados, la Asociación Americana de Juristas, la Asociación Internacional de Juristas Demócratas, galardonados del Premio Nobel de la Paz, organizaciones latinoamericanas regionales como la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPAL), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y el Concilio Latinoamericano de Iglesias, así como los presidentes de varios naciones como Uruguay, Nicaragua y Venezuela.
Como parte de este apoyo creciente para su liberación, los abogados de Nueva York, Juan de Cartagena y Natasha Licia Ora Bannan, me acompañaron en una visita legal a López Rivera el pasado mes de noviembre.
Cartagena, presidente y consejero general de LatinoJustice PRLDEF (Fondo Puertorriqueño de Defensa Legal y Educación), no es nuevo en la comprensión de las violaciones de los derechos de los puertorriqueños en Estados Unidos. Su larga carrera legal se distingue por su trabajo en la representación política de comunidades pobres y marginadas -especialmente comunidades puertorriqueñas y latinas. Bannan, una abogada de LatinoJustice PRLDEF, recientemente se convirtió en la presidenta del Gremio Nacional de Abogados, el colegio de abogados más progresista en Estados Unidos, que se formó en 1937 como la primera asociación de abogados racialmente integrada que abogó por la protección de los derechos constitucionales, humanos y civiles.
Aunque estos dos abogados ya estaban involucrados en la creciente campaña por la liberación de López Rivera, querían conocer a este hombre cuya resistencia e integridad se han convertido en legendarias. No salieron decepcionados.
«Usted hace este trabajo por tanto tiempo, y luego están las ocasiones trascendentales», dijo Cartagena. «Yo estuve en Vieques, [Puerto Rico], cuando la Marina se fue. No creo que haya estado tan orgulloso de ser puertorriqueño. Conocer a Oscar fue así.»
Aunque López tiene 72 años, y ha pasado más de 12 de sus 34 años en régimen de aislamiento en Marion y en ADX Florence, «fue amable, inteligente, estaba informado sobre los temas del día», dijo Cartagena. «Su mente [estaba] clara con cosas que le ocurrieron cuando era niño. No puedo creer que alguien que ha estado 12 años en solitaria tenga cualquier tipo de mente.”
Bannan destacó «su conocimiento y profunda comprensión del mundo, de la naturaleza humana, de los acontecimientos, o en la interrelación y la interseccionalidad de nuestras vidas y eventos, y lo que pretende hacer con el resto de su vida.» Ella añadió: «Estos 34 años no son lo que lo define. Su vida y su visión son mucho más grandes que esas paredes que lo encierran. De eso es lo que quería hablar.»
Dos particulares expresiones pronunciadas por López Rivera los impactó. Para Cartagena, fue «tengo mucha esperanza, pero tengo una mochila llena de preocupaciones», o «tengo mucha esperanza, pero también tengo una mochila llena de preocupaciones.» Para Bannan, fue «la lucha sin amor se muere», o «sin amor, la lucha muere.»
Bannan añadió que el libro de López Rivera, Entre la Tortura y la Resistencia, proviene de este mismo profundo lugar de amor. Ella se conmovió cuando él contó una historia acerca de aprender cómo tratar a los animales de granja como niño: Se le enseñó que «nuestras acciones son un reflejo de quienes somos, cómo nos movemos por el mundo, cómo nos tratamos unos a otros, los más vulnerables entre nosotros.» Y añadió: «Su historia es tratar de sensibilizarnos a nuestra humanidad.»
La última imagen del prisionero político causó una profunda impresión en los abogados. Cartagena dijo que al ver a López Rivera saludar mientras se disponía a salir de la sala de visitas, sintió «la abrumadora sensación de injusticia… de mi capacidad para salir y su incapacidad de seguir con nosotros. De cómo él puede describir la tortura a la que fue sometido de tal manera que sólo puede reflejar su capacidad de resiliencia para sobrevivir a la tortura y 34 años de resistencia… En muchos sentidos personifica resistencia en tantos niveles.»
La visita les dio un sentido de acción y un sentido de urgencia. «Lo que viví hoy me hizo mucho más comprometida con su liberación», dijo Bannan. «Tengo que comunicar eso, para que no sea sólo una figura venerada. La realidad de su encierro, saludándonos mientras entraba, la urgencia de ello de alguna manera se pierde.”
Cartagena agregó: «De alguna manera tenemos que encontrar una forma de que más gente pueda ver y oír lo que acabamos de ver y oír. Sólo si pudiéramos conseguir algunos medios de comunicación que difundan el sonido de su voz, sus gestos. Todo sobre él, su humanidad. Al conocer a un hombre así, no puedes evitar querer hacer más.”