Casa Pueblo: Cultivando con perseverancia
Autenticidad. Esta es la palabra que mejor describe a Casa Pueblo, institución que se ha destacado por medio de proyectos de autogestión que permanecen en desarrollo desde el 1980 hasta nuestros días.
La organización, dirigida por el ingeniero Alexis Massol González, se ha dado a la tarea de concienciar acerca de las repercusiones que el gasoducto tendrá sobre el medio ambiente del país y de llevar una batalla en su contra. Sin embargo, hay un lado de Casa Pueblo que muchos ciudadanos no conocen.
Casa Pueblo, Organización de Autogestión Comunitaria, promueve una educación cultural, económica y ambiental a base del desarrollo de iniciativas independientes, que son accesibles a las personas del pueblo, con el fin de “tener una transformación social y política” en la Isla. Su labor se lleva a cabo de manera participativa, manteniéndose abierta a recibir voluntarios e integrantes que deseen aprender y colaborar.
“En vez de llevar un fusil y de estar gritando consignas en contra de los poderosos y del gobierno, las consignas de nosotros eran a favor del pueblo”, recordó Massol, en el documental Casa Pueblo: Un Acto de Fe, al narrar su manera de manifestarse en las protestas que le dieron nacimiento a lo que hoy es Casa Pueblo.
Su historia se remonta al 1980, cuando comenzó la lucha en contra de una explotación minera a cielo abierto, en la que los municipios de Adjuntas, Utuado, Lares y Jayuya sufrirían de un golpe ecológico irreversible. Luego de 15 años de imparable lucha, alcanzan su primera victoria al lograr que el gobierno descartara la propuesta de minería, salvando alrededor de 37 mil cuerdas de terreno y vida silvestre.
El doctor Duane Kolterman, profesor de biología del Colegio de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, asegura que el esfuerzo de Casa Pueblo evitó gran parte de la deforestación que amenazaba a la Isla, además de establecer una nueva política de co-manejo de recursos naturales. Cabe señalar que tal triunfo fue tan sólo uno de los muchos pasos que han dado hacia el desarrollo sustentable.
En el 1985, Casa Pueblo se estableció en una antigua casona en Adjuntas. Este nuevo hogar fue siendo transformado por los integrantes de la organización y recibió ayuda del centro cultural-comunitario independiente. Actualmente, la sede de este colectivo consiste de varios espacios que inspiran un estilo de vida alterno al que el sistema nos ofrece.
Oasis
“Para mí, Casa Pueblo es un oasis”, declara la cofundadora Tinti Deyá Díaz. La casona consta de un mariposario con laboratorio, un sistema de cultivo hidropónico y de energía solar, un vivero de plantas, una biblioteca, una sala de antigüedades y una tienda con artesanías. También cuenta con una galería de fotos históricas y artículos periodísticos que se han publicado a lo largo de su trayectoria. Hoy día, se encuentran preparando un jardín botánico comunitario.
El Día del Planeta, 22 de abril de 2001, fue la fecha de inauguración del mariposario. Este proyecto pedagógico, que busca instruir a todo tipo de audiencia acerca de la delicadeza de estas criaturas, requiere de mucha dedicación además de investigaciones, pues es un hábitat creado para que las mariposas puertorriqueñas puedan aumentar su población. El ecosistema que se les provee se mantiene fiel a las necesidades de las mariposas, por lo que pueden llevar su ciclo de vida en óptimas condiciones.
En estas instalaciones en el pueblo de Adjuntas, se encuentra la primera radioemisora comunitaria de Puerto Rico y la primera en el Caribe en ser autosustentable y funcionar con energía solar. El próximo 29 de mayo, Radio Casa Pueblo celebra su tercer aniversario. La misión de sus productores es emitir programación didáctica sin involucrar temas políticos. Según Osvaldo Santiago Robles, locutor de la emisora y productor de dos programas llamados “Música y Cantares de la Patria Nuestra” y “Por el mundo de la música y el arte”, la emisora es una estación 95 por ciento musical, con melodías típicas, latinas y navideñas. Santiago Robles afirma que es una con “personalidad propia”.
El Café Madre Isla, también fundado por Casa Pueblo en el 1989, es un concepto artesanal que busca generar un ingreso económico independiente y crear una fuente de empleos. La página web de la original institución declara que la ganancia monetaria que obtienen es su principal ingreso. Gran parte de su éxito, como explican los fundadores, se debe al componente de ocupar manos voluntarias.
Es evidente que la visión de los miembros de Casa Pueblo no carece de perseverancia. El 22 de abril del 2002, la organización puertorriqueña fue recompensada con el premio Nóbel del Ambiente, llamado formalmente Goldman Environmental Prize. Esta distinción es un logro de reconocimiento internacional, especialmente en Europa y Oceanía, y ha servido de gran apoyo para nuevas iniciativas. “En el proceso, nosotros enaltecimos nuestros valores culturales, la identidad de Puerto Rico como nación y desarrollamos varios proyectos comunitarios”, enunció Massol González en su discurso de agradecimiento al recibir el galardón.
En Casa Pueblo: Un Acto de Fe, Massol expresa sus deseos de que el colectivo sea recordado como uno de personas trabajadoras, que han luchado y transformado al pueblo de Puerto Rico. “Somos hombres y mujeres de fe… Somos gente soñadora porque pudimos concretizar el sueño”.