Postdata a “Fungir como docentes”
La semana pasada publiqué en la Revista 80grados un artículo titulado “Fungir como docentes” en el que cuestiono la forma en que los docentes hemos enfrentado la actual crisis universitaria y presento algunas propuestas sobre cómo podríamos actuar prospectivamente. Este artículo ha provocado diversas reacciones (algunas de las cuales se podrán atender en otro momento). Me interesa ahora atender brevemente una en particular. En días recientes ha circulado en la prensa un reportaje en el que la Presidenta de la Junta de Síndicos, Ygrí Rivera, hace un uso acomodaticio y desafortunado de mi artículo, pretendiendo usarlo como una cuña para dividir el profesorado y pasando por alto convenientemente mis críticas a las políticas de la Alta Administración y sus efectos en la Universidad. De otra parte, en la nota periodística se cita de manera fragmentada y selectiva algunos de mis planteamientos. El resultado es que se descontextualizan y sobre-simplifican mis argumentos que van dirigidos a proponer una discusión entre los profesores. (Ver “Ygrí Rivera escuchará a los profesores” ).
Según el reportaje, Rivera haciendo alusión a mi artículo, señaló que está interesada en reunirse “con los profesores que integran esa gran mayoría y que no los hemos escuchado a lo largo de todo este conflicto”. Me interesa enfatizar de manera inequívoca algo que debería ser obvio pero parece que no lo es: mi artículo expresa mi punto de vista sobre los problemas que se abordan; no represento ni pretendo representar a ningún grupo de profesores y mucho menos hablo por “esa gran mayoría” a la que alude Rivera. Reitero que el propósito de mi artículo es contribuir a una discusión que me parece necesaria entre los docentes y de ninguna manera soy portavoz de ningún sector. Es evidente que ante esta crisis universitaria hace falta urgentemente un diálogo abierto de la Alta Administración con el sector docente en toda su diversidad. No obstante, para esto es necesario que se abran y se hagan efectivos los canales institucionales y deliberativos que han sido ignorados y socavados en los últimos tiempos.
Por último, esta nota periodística ha servido para que algunas personas se centren en ataques personales hacia mí que en nada abonan a la discusión que debemos tener. No se trata de coincidir o no con lo que planteo sino reconocer la importancia del debate y continuar con la discusión de los puntos sustantivos en tanto esta discusión podría contribuir a definir estrategias efectivas para enfrentar nuestra situación.