Willie Colón, “El Malo”
Willie Colón, que por décadas se hizo llamar “El Malo”, finalmente le hace honor a su apodo. Primero describió al Comandante Hugo Chávez, en su lecho de muerte, de forma irrepetible y mezquina, sin el menor respeto o compasión que se le debe a cualquier ser humano gravemente enfermo. “El malo” nos sorprendió con una insensibilidad impensable en un artista que creíamos ser del pueblo.
Inesperadamente y animado por quién sabe qué motivaciones, se ha unido a la oposición de la Revolución Bolivariana componiendo una canción a favor del candidato Henrique Capriles a semanas de las elecciones. Capriles es candidato de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), una coalición que incluye los partidos tradicionales de Venezuela, COPEI o Partido Social Cristiano y el Partido Acción Democrática. Es admirable que el vuelo creativo de Willie Colón sea tan sospechosamente oportuno. Hay que preguntarse qué lazos unen a un cantante puertorriqueño, salsero de Nueva York, con el candidato apoyado por los sectores pudientes venezolanos y los partidos tradicionales.
Reclama Willie Colón en su canción que el país “se cae a pedazos» por falta de “cariño, voluntad y mantenimiento”. Un argumento como ese es, o producto de una profunda ignorancia o producto de mala voluntad. ¿Falta de cariño? ¿Acaso ignora la ola incesante de venezolanos que desfilaron ante el féretro del Presidente Chávez durante más de una semana en un acto de amor hacia un gobernante jamás visto en la historia reciente del planeta? Ese acto no es sino una manifestación de agradecimiento del pueblo, precisamente por el cariño hacia los más necesitados y la determinación que demostró Hugo Chávez al proponerse superar las carencias y necesidades de las grandes mayorías desposeídas, heredadas de los gobiernos previos de partidos políticos que hoy apoyan a Capriles. Ese es el mismo pueblo que lo defendió e impidió el golpe de estado, y repito, un golpe de estado que intentaron los sectores de la oposición identificados hoy con Capriles, mientras dicen defender la democracia.
Cifras oficiales del gobierno venezolano revelan que, bajo Chávez, la deuda pública de Venezuela bajó al 23.6 por ciento del Producto Interno Bruto, deuda que llegó a ser hasta de un 70 por ciento bajo gobiernos apoyados por los mismos sectores de la población venezolana que hoy defienden la candidatura de Capriles. Mientras la crisis económica arrecia a nivel internacional, el progreso de Venezuela se evidencia cuando del 2010 al 2011 se incrementan los depósitos en los bancos en un 47.4 por ciento y el sistema financiero público y privado tiene un crecimiento de 38.8 por ciento.
En trece años de revolución, del 1999 y el 2011 las reservas internacionales del país se duplicaron a un promedio de 27 mil millones de dólares comparado a los 11,800 millones promediados del 1986 al 1998. La tasa de inflación durante el gobierno de Chávez bajó a un 22% en 2013 mientras que llegó a niveles hasta de 81% con Carlos Andrés Pérez del Partido Acción Democrática en 1989 y hasta 103 por ciento en 1996 durante el gobierno de Rafael Caldera del COPEI, partidos que son parte de la coalición que apoya la candidatura de Capriles.
Durante los primeros trece años de Revolución, al 2011, el 60 porciento de los ingresos se dirigieron a la inversión social, comparado al 36 por ciento del 1986 al 98. Bajo Chávez se creó una política de subsidio de electricidad, agua y alimentos, hasta un 76 por ciento bajo el precio del mercado, para proteger a los sectores más necesitados. Se han construido 42 mil viviendas en el programa Gran Misión Vivienda Venezuela.
De acuerdo a cifras recopiladas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas, CEPAL, bajo el gobierno de Hugo Chávez el número de hogares bajo el nivel de pobreza se redujo a 26.7 por ciento en 2011, la mitad del 43.9 por ciento de hogares pobres en 1998 heredados por la Revolución Bolivariana. De acuerdo con la UNESCO Venezuela está en segundo lugar a nivel mundial en matrícula universitaria. En 1998, un año antes del inicio del gobierno de Chávez, el número de estudiantes universitarios era de 785 mil. En 2011 se había triplicado a 2 millones 430 mil.
Ante el indudable crecimiento económico y de bienestar social propiciados en Venezuela mediante las políticas del Presidente Chávez, ¿con qué moral puede argumentar Willie Colón que el proyecto de la Revolución Bolivariana “está fracasado”, según su canción? Resulta irónico que el título de la misma sea “Mentira fresca”.
¿Acaso Willie Colón ignora la iniciativa del Presidente Chávez de proveer combustible a bajo costo para calentar los hogares pobres de Harlem y de East Harlem, “El Barrio”? Se olvidó de que es, precisamente, en El Barrio y otras comunidades pobres donde viven las masas de puertorriqueños que hicieron famoso al que hoy despotrica contra el autor de ese gesto de profunda solidaridad?
Olvida de dónde viene y olvida a quién se debe, Willie Colón, lamentablemente aliado a un candidato que representa el fin de la justicia social que ha construido contundentemente y se propone continuar la Revolución Bolivariana en manos de Nicolás Maduro.
Hoy Venezuela vive amenazada por la violencia provocada por los seguidores de Capriles para desestabilizar un gobierno electo por el pueblo. ¿Aprueba Willie Colón esa amenaza al sistema democrático venezolano? Irónicamente, es probable que gran parte del sector de alta alcurnia al que hoy sirve Willie Colón deteste la música salsera, plebeya por excelencia y a mucha honra.