Los poderosos bufetes corporativos incrustados en las colmenas de Hato Rey se encargan de adelantar los intereses de sus clientes en los procesos legislativos y gubernamentales, al margen de los ciudadanos de a pie.
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Los poderosos bufetes corporativos incrustados en las colmenas de Hato Rey se encargan de adelantar los intereses de sus clientes en los procesos legislativos y gubernamentales, al margen de los ciudadanos de a pie.
Capturó mi atención un texto estudiantil que, parafraseando a Descartes, va a la médula del asunto: “Pienso, luego me desaparecen”. Actuemos hoy, que no se repita Ayotzinapa.