En la conversación con la musicóloga Jane Sylvester, la ópera emerge como un arte total, donde lo visual y lo material dialogan con lo sonoro. Un ejemplo revelador es la colaboración entre Verdi y Valentino en «La Traviata» de 2016, donde el vestuario se convierte en un protagonista más, redefiniendo la narrativa. La presentación de «La condenación de Fausto» en Puerto Rico, dirigida por Marcelo Lombardero, se erige como una obra donde la escenografía, iluminación y vestuario convergen para crear una experiencia sensorial total, superando las críticas que solo ven el arte desde la perspectiva limitada del sonido.