Lo que estaría en juego para el futuro no son los resultados electorales de cada cual, sino la convergencia y el cambio de mentalidades que permite aspirar a una verdadera transformación del país.
Lo que estaría en juego para el futuro no son los resultados electorales de cada cual, sino la convergencia y el cambio de mentalidades que permite aspirar a una verdadera transformación del país.
Soplan vientos de cambios profundos en Puerto Rico. Las hojas secas se han movido y una nueva cosecha llena de esperanzas nos conmina a pensar y reflexionar sobre el presente y sobre el futuro.
La descolonización no es un jueguito de palabras entre estadidad e independencia. Es un proceso profundo que incluye una crítica radical al país interventor. Ojalá que la unidad anticolonial y anticapitalista florezca tras estas elecciones de 2020.
Quizá lo menos importante sea el trámite legal que se haga al final del camino. Descolonizar, en dos palabras, es conquistar una capacidad de acción y pensamiento que ha sido negada, deformada o suprimida por la intervención colonial.