Vieques … un largometraje
Este documental, del año 2000, muestra las atrocidades, el desprecio a la vida, la hipocresía y la ausencia de sensibilidad de la marina de guerra de los Estados Unidos. Su movimiento aplastante, destructor y genocida, por más de seis décadas en la isla de Vieques. En contraste, proyecta a la Isla Nena —uno de los lugares más hermosos y rico en bellezas naturales— como una reserva de humanidad y de fuerza vital que, en su resistencia, emerge en un intenso y perenne reclamo de Paz.
Sugiere, a través del embate de imágenes, la oposición constante entre la vida y la destrucción en la Isla Nena como una señal impresa en todos sus integrantes. A pesar de toda adversidad, la vida resiste y reverdece creativamente ante el régimen de la bomba y el miedo. Presenta imágenes de vida, lucha y esperanza: la humilde yolita de un pescador que enfrenta con valor y dignidad al buque de guerra; la belleza estética de la danza visual de la flora y fauna en el área de tiro versus la chatarra de tanques, pedazos de metralla y la contaminación que pretenden aplastar la vida; el cáncer de una niña frente a la juerga de la soldadesca; los ojos de añoranza de un artesano hacedor de barcos, que en sus ochentas, se impone proyectos a largo plazo en pleno desafío a la permanencia de la marina de guerra.
Ilustra quiénes han sido y son los viequenses, a qué se dedican, sus trabajos y exilios, el desempleo, sus carencias y problemas de salud, la pérdida de vidas hermanas y amigas, el desolador dolor que le acompaña, sus terrores, temores, sueños, creatividad y fortalezas. Refleja la profunda convicción del pueblo en lucha.
Narra, a modo de montaje dialéctico, las historias: del poblado de Vieques y su relación con la Isla Grande; de nuestros indígenas y la riqueza arqueológica; del paso desgarrador de la marina de guerra; del desarrollo de la Resistencia. Expone las diversas formas de lucha: los pescadores, las marchas, la resistencia, la desobediencia civil, la obediencia religiosa influenciada por la teología de la liberación, los maestros, el arte y poesía de los niños viequenses, los comités de apoyo, los héroes y mártires, los símbolos: la crucifixión y resurrección de un pueblo, doña Isabelita Rosado, el Monte David…
Ejemplifica la unidad de la lucha de Vieques en la diversidad política, religiosa y civil. Documenta el proceso de consenso del pueblo, sus promotores, sus obstaculizadores, sus detractores, las declaraciones guerreristas de la jerarquía de la marina de guerra y sus congresistas aliados; y la cruel traición, que robusteció la lucha.
CRÉDITOS: Producción: Coqui Santaliz y José Juan Nazario de la Rosa
Dirección: William Nemcik AÑO 2000, 1:32