¿“Patria novia”? ¿“Isla mía, flor cautiva”? ¿“Isla doncella”? Para quien quiera consentir a esos calificativos, queda la contundente respuesta de Dávila: “¿pero es que tú no te abochornas?”.
2
¿“Patria novia”? ¿“Isla mía, flor cautiva”? ¿“Isla doncella”? Para quien quiera consentir a esos calificativos, queda la contundente respuesta de Dávila: “¿pero es que tú no te abochornas?”.
Yulín tendría que administrar lo que ya existe antes que seguir añadiéndole pisos y garambetas a San Juan. Esa rearticulación del deterioro requiere un ojo menos oportunista que el del arquitecto que busca extender su contrato.