Por fin llegamos aquí con la fuerza de la virazón huracanada. Anclamos en el puerto de Cádiz, desde donde hace más de 500 años zarparon muchos de nuestros ancestros. Volamos de vuelta mientras a miles de nuestras casas se las ha llevado el viento.
Tomamos La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca, como lo hizo antes en San Juan nuestra Maestra Gilda Navarra en el mimo drama Ocho mujeres, luego de de haberse formado en Nueva York y España con la bailaora Pilar López. Tres décadas después y meses antes de la muerte de Gilda, Jeanne d’Arc Casas le bailó en un hogar de ancianos. Dos almas gemelas separadas por el tiempo.
De esos tres momentos y esas dos patrias surgió la idea de este encuentro; un junte de músicos, bailarines y artistas visuales para celebrar a Gilda, recordar a Lorca y revivir a Adela, quien muere cada vez que nace la obra.
En fin, que en tiempos de un Puerto Pobre devastado, llegamos aquí, atrevidos y testarudas, a bailar en la casa del trompo. Gracias por invitarnos.