Como Manuel Zelaya en Honduras y Fernando Lugo en Paraguay, en Brasil se ha consumado el nuevo método de golpe de Estado contra gobiernos legítimamente constituidos, valiéndose de maniobras legalistas.
Como Manuel Zelaya en Honduras y Fernando Lugo en Paraguay, en Brasil se ha consumado el nuevo método de golpe de Estado contra gobiernos legítimamente constituidos, valiéndose de maniobras legalistas.
Nuestras democracias necesitan nuevos pactos sociales y constitucionales para construir democracias de ciudadanos –y no sólo democracias electorales– en la que no puede haber exclusiones.
Necesitamos nuevos partidos. Necesitamos ir a las elecciones pero no podemos limitarnos a las elecciones: tenemos que construir un gran movimiento social, sindical y ambiental que esté impulsando la agenda del cambio en todo momento.
Según argumentan Nichols y McChesney, las concepciones y prácticas del periodismo político en Estados Unidos han tenido mucho que ver con esta sustitución de periodismo por publicidad.
Ninguna iglesia, grupo o individuo debe pretender mover la “voluntad del estado” o la legislación en un estado de derecho democrático y laico para que se amolde a lo que es su ética privada.